🐍 15. Sospecha

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Levi levantó una ceja al ver a la mujer de lentes tan concentrada en un cristal.

– Hange –llamó. No hubo respuesta.– Oi, cuatro-ojos. ¿Tenías una afición tan oscura como contemplar piedras?

Hange desvió la mirada de aquel trozo de cristal, para verlo a él.

– Sí –lo enseñó.– Porque no es una piedra cualquiera, es una parte de la piel endurecida de la Titán Femenina.

– ¿No desapareció? –preguntó Armin sorprendido.

– No –contestó rápidamente, mirándolo.– Ni con Annie en forma humana y lejos de su cuerpo –volvió la vista la cristal.– No se evapora ni desaparece –miró de nuevo al rubio.– Tuve una idea y lo comparé con un trozo de la muralla. Las marcas y la composición son parecidas. En otras palabras, es probable que los titanes colosales sean los pilares de la muralla, hecha de su piel endurecida.

El Pastor cerró los ojos, bajando un poco la cabeza; ella lo miró.

– Armin tenía razón –mencionó Mikasa con sorpresa. El nombrado exclamó sorpresa.

– Entonces...

La mujer se abalanzó hacia adelante para cubrirle la boca con una mano, empujándolo contra el asiento.

– Déjame decirlo a mí, Armin –sonrió, y miró a los otros dos reclutas.– Tapar el agujero de la Muralla Rose será complicado, a no ser que encontremos una roca que encaje. Pero si Eren se transforma en titán y usa el poder de los titanes para tapar el agujero... –soltó al chico, sentándose de nuevo.

Eren abrió los ojos como paltos, nervioso, y dejó caer un poco su cabeza.

– ¿Que yo...tepe el agujero? –la miró.

– El material es el mismo. Si puedes dejar un fósil que dure hasta cuando dejes de estar transformado, hay una posibilidad.

Armin bajó la mirada, pensando un momento.

– Vale la pena intentarlo –la miró.– Además, si eso es factible, hay esperanzas para recuperar a Muralla María. Con los métodos tradicionales se necesitan transportar muchas rocas, pero eso había que planear rutas de suministros. Pero si no hay necesidad de carros, llegaríamos a Shinganshina rápidamente. ¿Qué les parece hacer el viaje de noche?

– ¿De noche?

– Sí –asintió.–, cuando los titanes no se mueven.

La de lentes llevó una mano a su mentón, pensativa.

– Entiendo. Un grupo pequeño podría ir directamente a la Muralla María –observó el cristal de nuevo.– Incluso cuando la situación es desesperante, siempre hay un atisbo de esperanza, eh.

– Sí –sonrió, mirando al suelo–, pero todo depende de si Eren puede tapar el agujero o no –dijo mirándolo. Él exclamó sorpresa.

– Siento preguntarte esto... –se disculpó mirándolo también.– ¿Podrás hacerlo?

Eren permaneció en silencio unos segundos, pensativo y nervioso, volvió la vista adelante y abrió la boca para poder contestar, pero Levi lo interrumpió:

– La cuestión no es si puede o no –lo miró.– Hazlo. No tienes opción. Mira cómo estamos. La Legión no tiene nada mejor qué hacer que apoyar ese plan. Haz que funcione.

El chico aspiró algo de aire por su nariz y contestó, determinado:

– ¡Sí! –asintió.– ¡Taparé el agujero! Lo taparé... –pensó un momento.– El sótano de mi casa –sacó aquella llave que llevaba colgando de su cuello, oculta bajo su ropa.– Si mi padre decía la verdad, allí estarán todas las respuestas.

La Serpiente en el Paraíso 🐍 Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora