Había cenado, Amelia y yo hablamos normalmente de todo lo de la universidad y el inmenso número de separatas de filosofía que debía leer mientras me rogaba ayuda
— Ayudame Claudia, vos leés como una máquina y entendés todo — me acudía el hombro mientras colocaba cerca de mi rostro las separatas
—Ja, ja, debería sentirme halagada — pronuncié con sátira
— En serio, Clau, vos sos la lector universal, que lee a todo y a todos y lo mejor entiende todo y tiene una excelente memoria
— Si, ya lo sé, a veces es un castigo que vos lo sepás y me pidas este tipo de favorcitos
— Bueno, Claudia, una semana más de cocina
— Que sean dos — reí diverida
— Ay! Esta bien, vos ganás, haceme un resumen de casa separata
— Te va a costar más que dos semanas de cocinar Amelia, yo diría que debés comprarme un libro de Calculo diferencial, un abrigo y comida china, mañana empezando
— Esos libros que comprás que cuestan millonadas, no señorita, el abrigo para fin de año te dije y la comida china esta bien
— Algo es algo, para la explotación mental que vas a cometer es muy poco — protesté burlándome
Amelia se unió a las risas y se sentó frente a mi dejándose caer en el sillón, apretando los labios y una mirada expectante
— Epistemologia, del griego ...
— No te empeñes en el termino griego, me resultad imposible aprender eso y no es imoortante
— Es fascinante como las variables en calculo utilizamos casi todas las letras del antiguo alfabeto griego — comenté afanada
— Si, sin duda "fascinante" — respondió burlona — oye Clau, ¿que hacías vos con Cerati abajo?
— Ah, como una mera definición del acto del conocer, lo que...
— ¿Estabas conociendo a Cerati? Vaya, creí que lo odiabas Claudia
— sino a considerar el conocimiento como una solución a un problema de la vida. No me importa Cerati, estaba leyendo esto de la epistemologia, ¿no querés que siga leyendo?
— Hablá, mujer, que hacías con el abajo
— Vino con sus boludeces y tuve que soportarlo, al muy idiota se le ocurrió que como me vio leyendo el periódico y vio un anuncio de Soda Stereo dijo "Claudia, por favor, prestame la hoja" y obviamente según las leyes de newton la hoja no puede llegar al otro lado
Amelia rodó los ojos
— Entonces, la hoja cayó al suelo como es de esperarse y tuve que bajar porque obviamente no lo iba a dejar quedarse con mi periódico
— ¿Eso fue todo? No hubo más, parecía muy interesado en vos — por como te mira — me lanzó un codazo y le devolví una mirada fulminante
— Hablamos de Soda Stereo, parece que le enorgullece mucho los ruidos que hace, quería saber si me gustaba algún tema
— Y le dijiste que te gusta Tratame suavemente
— Ajá, eso dije, y nada más y fin de la historia.
— Pero, e intentó invitarte a salir, sacarte información, por Dios, Claudia, es más guapo de lo que creía
— No creo que sea guapo, ahora si, dejame leer
— Como podés pensar en leer con un chico así, siempre sos así cuando a alguien le gustás nunca admites haberte dado cuenta pero no te hagás la boluda Claudia, vos mejor que nadie lo sabe, está interesado y no lo vas a negar — me sacudió por los hombros
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Cuando pase el invierno
RomanceSeptiembre de 1986 Claudia Villarreal es una brillante y algo obsesiva estudiante de medicina de la Universidad de Buenos Aires. Su vida comienza a cambiar cuando empiezan ruidos frente a su departamento: Soda Stereo, la banda del momento, había esc...