♡ : IV - UNA CHARLA DECEPCIONANTE

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Changbin frunció el ceño ante sus palabras, aunque no debería sorprenderle que Hyunjin supiera lo que hacía, el día de ayer había tardado mucho para volver al club sexual, suponía que lo había espiado. Minho podría defender a su "amigo" pero cualquier cosa que dijera, Hyunjin recitaría con sorna todos los errores que había cometido como íncubo, aún más los del año pasado en tiempo humano.

Con aparente calma, Changbin caminó hacia la salida de aquel salón de descanso, pero cuando tuvo a Hyunjin a su lado lo miró fijamente, había misterio nadando en aquel mar rojo que tenían por ojos.

—Aunque has malinterpretado completamente lo que hice anoche, que no se te olvide... ningún demonio es totalmente resistente a un humano.

Martes 3 de abril 2018, 3 días después

[FLASH BACK]

No podía mirar fijamente los ojos del traumatólogo que estaba frente suyo paseándose de un lado a otro en aquel lugar, sentía vergüenza pero

¿De qué? ¿Podía atribuir esto a un milagro de

¿Semana Santa? ¿Su tobillo había salido de entre los muertos un domingo de resurrección?

Después de descargar todo su temor en el llanto durante la madrugada, durmió profundamente al menos 4 horas más pero cuando abrió sus ojos se dio cuenta que las cosas no serían igual de ahora en adelante. Al tratar de sentarse esperó que su tobillo doliera y se incomodara por el peso del yeso, pero cuando puso su atención en aquella parte de su cuerpo, vio el yeso partido por la mitad.

Asustado gimió, había estirado sus manos para tocar lo que creía seguía siendo un tobillo inflamado, pero no, no había coloración defectuosa o desviación de la extremidad, no le dolía en absoluto y podía moverla con normalidad. Esto tenía que ser una broma.

—Esto tiene que ser una broma —murmuró el traumatólogo al señor Yang, padre de Jeongin y médico también.

"Lo mismo creí yo esta mañana" pensó Jeongin inquieto.

¡¿Cómo podía sanar una fractura en menos de 1 semana?! ¿Cómo había roto el yeso sin siquiera salir de la cama? Juntos veían la radiografía para verificar que efectivamente no había lesión alguna, incluso la comparaban con la anterior en la cual sí podía apreciarse la pérdida de la continuidad ósea.

El muchachito no quería que lo creyeran un mentiroso, pero era cierto que no sentía molestia alguna y su tobillo estaba en las mismas condiciones antes del accidente.

—Tal vez se equivocaron de radiografía ese día — murmuraba el señor Yang— pero ¿Cómo explicaría que mi hijo tuviese evidentemente daño ese día? Al menos que solo haya sido un esguince.

No quería ahondar más en el tema y agradeció en aquel momento cuando Jungwon, su hermano, descansó una mano en su hombro para alentarlo. Él le creía lo que le había pasado, jamás iba a subestimar algo que Jeongin dijese.

—Solo quiero volver a dormir, no entiendo nada — susurró.

—A veces los milagros existen —golpeó su hombro con burla— Si no ¿Quién sería tu casi mellizo?

Jeongin levantó la vista a su hermano con un nudo en la garganta y asintió, Jungwon era la prueba de ello, había luchado por tres años y cuando la muerte decidió llevárselo, el milagro había ocurrido. Aquel nivel de emoción no podía compararse con la sanación de dudosa procedencia de su tobillo, pero se hacía a la idea que las cosas no eran imposibles.

[FIN FLASH BACK]

Había luchado con sus padres el día de ayer para asistir a la escuela, sin embargo, antes de levantarse de la cama y poner los pies en el suelo, estos le habían dado una negativa rotunda. Hoy el caso era distinto, después de discutir con especialistas y determinar que efectivamente su hijo no tenía lesión alguna, permitieron que volviera a clases. Cualquier persona cuestionaría sus decisiones y le diría lo mal que estaba en querer volver a clases, pero Jeongin era un chico responsable y sabía que no podía abusar de algo que ya no existía.

La obsesión del demonio ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora