♡ : XXXI - LO DESEO

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Las vendas estaban en buen estado, la curación había sido exitosa, entonces ¿Por qué estaba pegado viendo el dorso de la mano izquierda como si su vida dependiera de ello?

Jungwon se desplazó en silencio y dejó en la mesa de la cocina la taza de té que le había preparado a Jeongin, aprovechó la cercanía para posicionarse tras él y abrazarlo mientras este suspiraba entrecortadamente. Iba a llorar, lo sabía y no podía detenerlo, después de todo había visto al gran amor de su vida.

—No me recuerda... —murmuró angustiado— tengo miedo Jungwon, so... soñé por tanto tiempo que volviese a mi lado y ahora no lo tengo como quisiera —su voz se perdía mientras más apretado era el nudo en la garganta.

—Hyunjin se sacrificó para que todos nosotros fuéramos felices, sin embargo, estamos sumidos en una ignorancia absoluta —se apoyó de lado en la mesa viendo como su hermano descansaba el rostro en la superficie de esta, sus ojos estaban perdidos, las lágrimas caían— estás con Dayeon porque creías que debías salir adelante y todos estuvimos de acuerdo, todos nos sentimos bien. ¿Crees que dejarla ahora sería injusto?

—No quiero hacerle daño, yo la quiero, significa mucho para mí.

Asintió, no estaba mintiendo en absoluto. Caminó hacia la salida de la cocina, tenía que luchar con sus propios temores y problemas, también debía ponerse al día con lo que sea que hubiesen hecho en la clase que había faltado, pero sí, guardaba tiempo para su hermano, aunque fuese un último consejo.

Miró hacia atrás con lentitud, el noto de su voz era de absoluta reflexión.

—Tú mismo has dicho, la quieres... pero no vas a mentirle a tu hermano, a Hyunjin tú lo amas, lo hiciste con todas las condiciones que podrían haber alejado a cualquier ser vivo —acarició el marco de la puerta, el metal frío se sentía particularmente bien— estás con Dayeon porque creíste que él no volvería, deseaste que lo hiciera y lo hizo ¿Qué importa las condiciones en las que ha vuelto? él no pensó en nada de eso cuando decidió darme la vida y la oportunidad a sus amigos de poder amar... hizo un sacrificio de amor, podrías devolverme la mano haciendo uno también.

Si era necesario golpear a su hermano, quizás lo consideraría una buena opción después que saliera del shock inicial. Como si sus palabras hubieran movido una llave dentro del mayor, Jeongin observó con los ojos entrecerrados la figura de Jungwon perderse por allí. Si decidía luchar por aquel hombre iba a tener que encontrar un plan lo suficientemente bueno para llegar a su corazón, siempre y cuando aquello fuera posible ¿Qué tal si Dios se había dado otras condiciones?

El dolor de cabeza era inminente, arrastró los pies hasta una de las cajoneras para sacar analgésico y beberlo con el té que su hermano le había preparado. Había razón en todo lo que le había dicho, solo le faltaba el valor de aceptar la realidad y que las cosas podían ponerse peor.

3 días después, viernes 14 de octubre 2022, Ann Arbor, EE.UU.

Recordaba con cierta melancolía cuando podía viajar de un punto a otro en la tierra sin necesidad de documentación o tener que armar un bolso/maleta. Ser demonio tenía cientos de beneficios como también cientos de deberes que hoy en día lo hacían sentir culpable.

Sintió aquellos brazos rodearlo por el tórax lo que provocó la sonrisa en su rostro, no estaba arrepentido de ser humano, podía vivir y ser testigo de todo el amor que le tenía a Jisung, las tareas mundanas eran poca cosa al lado de todos los beneficios que obtenía.

Giró en su mismo eje y sostuvo su rostro para besarlo, escuchando sus suspiros, sintiendo sus labios cálidos, su lengua húmeda. Las manos acariciaban toda la zona de la cintura, era estrecha, era bonita, era suya. Las caricias se metieron bajo su camiseta color rosado pálido para poder abarcar toda la piel de su espalda. Quería hacerle el amor en cualquier superficie del departamento que compartían, pero estaba atrasado y había una emergencia que resolver en Beijing.

La obsesión del demonio ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora