♡ : V - PECADO EN EL CLUB SEXUAL

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Sábado 7 de abril 2018

Llevó las manos por sobre su cabeza y estiró cada músculo que podía después de toda una extensa tarde de tareas. Podía estar contento de que cumplía con sus deberes, pero la sonrisa no llegaba a sus labios cuando recordaba que anoche había discutido con sus 2 mejores amigos y había decidido dejar de hablarles por un momento.

¿Cómo podían tomar decisiones de forma tan irresponsable por el deseo carnal que los consumía? Podía entenderlo de Seungmin, su mente abierta y goce por la vida era esperable para sus 22 años y una vida en la universidad, pero ¿Jisung? ¿Acaso no aprendía de sus errores?

Era el menor de los 3 pero su religión y estilo de vida lo hacían sentir más maduro o más protector.

Miró el reloj en su muñeca: 20:00.

Para no pensar en ello salió de su lujosa habitación y caminó a la de su hermano, suponía que también había estado haciendo tareas. Tocó la puerta un par de veces y apoyó la oreja para saber si podía escuchar a Jungwon, pero abrió tan rápido como pudo cuando se dio cuenta que estaba vomitando en el baño.

Su corazón agobiado lo estaba ahogando, pero nada importaba, se puso firme para sujetar a el rostro de Jungwon y contenerlo para que siguiera vomitando, una mano en la frente era suficiente para que el cabello no entorpeciera en su vista.

—Nunca comas... puaghh ahhh —escupió lo último, agitado, con las manos a cada lado del lavamanos.

—Jungwon —murmuró Jeongin con los ojos llenos de lágrimas, su barbilla temblando y los recuerdos más desagradables del pasado bailando alrededor de su cabeza— vamos al hospital, por favor... llamemos a...

El muchacho abrió la llave de agua fría para vaciar el contenido, cepillarse los dientes y lavarse el rostro con calma, si él no demostraba que dominaba la situación las cosas se podrían poner peor.

Con una sonrisa se volteó a mirar a su hermano, ambos eran de la misma estatura y casi de la misma edad, pero Jungwon tenía una voz aguda que suavizaba con dulzura cuando trataba de dar cariño.

—Nunca comas kimchi cuando ha estado expuesto a temperatura ambiente por 3 días — empujó el hombro de Jeongin mientras este negaba inquieto. Preocupado bajó el tono de su voz, sostuvo el rostro de su hermano con ambas manos y lo miró con el ceño fruncido— Ge, cuando salí de ese hospital prometí que la leucemia no volvería a mi vida, han pasado 9 años... yo gané —sonrió— ¡Además fue solo kimchi!

Jeongin buscó algo en sus ojos que le diera indicio de que escondía alguna mentira, pero Jungwon lucía realmente sincero. Luego de convencerse que había sido indigestión decidió darle un sermón sobre las cosas que no debía hacer y lo mucho que ofendería a la madre de ambos si cometía sacrilegios gastronómicos.

Juntos se sentaron en un cómodo sofá de cuero negro frente a un LED curvo para divertirse con videojuegos. No solían ver seguido a sus padres por asuntos laborales así que realmente se tenían el uno al otro. Cada ciertos segundos Jeongin miraba de reojo a su hermano para comprobar que estaba bien, pero cuando era descubierto, Jungwon fruncía el ceño y lo golpeaba en la cabeza para que abandonara las ideas del pasado.

—Sabes que vas a quedar solo durante la noche ¿Verdad? —dejó de lado el control y lo miró a los ojos— me reuniré con mis amigos en su casa ¿Por qué no vienes conmigo?

Después de inventar excusas para no ir a la reunión de sus amigos, Jeongin despidió a su hermano asegurándose de que quien lo venía a buscar era Jaemin, el mejor amigo que tenía y a quien había conocido en el hospital, ambos guerreros.

La casa se sentía aún más espaciosa ahora que estaba completamente solo. Yang HyoSeop, su padre, prácticamente vivía en el hospital siendo el director de aquel enorme recinto de salud mientras que su madre al ser dueña de una cadena de restaurantes debía orquestar todo. Apreciaba los momentos en los que se podían reunir los 4.

La obsesión del demonio ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora