♡ : XIV - EN EL CUARTO DEL CONSERJE

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El trío de íncubos podía irse a la mierda, no por nada Karina era la súcubo con mayor número de víctimas cada año en tiempo humano, su belleza y astucia la posicionaban bien ¿Creían que se daría por vencida?

Se sintió satisfecha cuando vio las mejillas sonrojadas del muchacho, era una señal clara de que no era indiferente a su presencia y que a Yang Jeongin aún le seguían gustando las mujeres, bien, podía atacar por allí.

Con la seguridad que caracterizaba al padre de la familia Yang, este le indicó el piano para que la muchacha lo conociera. Fue así como se sentó en el banquito de madera y acarició la tapa de la caja de resonancia, después de eso sus dedos se fueron de inmediato al teclado para interpretar "Moonlight Sonata" de Beethoven que era un ritmo melancólico, profundo y casi fúnebre.

Sonrió ¿Y si estaba toda la noche tocando ritmos de ese tipo para descender el ánimo de la familia, y así obtener energía de ello? Meneó la cabeza e improvisó con ritmos más alegres, no podía perder el objetivo.

—Ahora entiendo porque es tan prestigiosa, tengo entendido que estudiaste desde pequeña en Alemania ¿No?

—Viajé desde China a Alemania con apenas 4 años y pagaron por cursos privados con los profesores más prestigiosos del país, muchos hacían clases en el Conservatorio de música Felix Mendelssohn Bartholdy que es el más antiguo... Quiero profesionalizar mi carrera, quiero decir, he tenido conciertos y usted me ha halagado con lo de "la mejor pianista del planeta" pero aún me falta un título para ello.

Fue allí que explicó que si bien tenía 19 años podían confiar en ella y que su hijo recibiría clases, con una metodología tal que retomaría sus conocimientos en piano y llegaría a un nivel mejor que antes. Su lenguaje verbal y corporal, todo en ella rebosaba modales exquisitos. Jeongin contenía la respiración, cada vez que ella lo miraba mientras hablaba podía sentir el poder en sus ojos y no estaba seguro si era bueno o malo, solo sabía que su espalda sentía mucho frío.

—lunes y viernes después de la escuela, dos horas de clases aquí en casa cada uno de esos días ¿Crees que sea correcto?

—Siempre y cuando a Jeongin no le genere un inconveniente, yo estoy dispuesta.

Después de conversar un poco más y firmar un contrato, un auto negro de lujo paró fuera de la casa del muchacho. Karina estiró su mano hacia el humano para despedirse, cuando unieron sus palmas lo observó con mucho más interés que antes, murmuró con toda la gracia femenina que se verían pronto.

Tuvo la tentación de morderse los labios cuando lo vio sonrojarse nuevamente, esto apenas comenzaba.

Una vez dentro del auto la súcubo miró con el ceño fruncido hacia el frente. Iba a tener que aprender los trucos de los sabios para saber enfrentarse cada día al ambiente que generaban dentro de ese hogar religioso.

Tenían imágenes y objetos con alusión a Cristo y el catolicismo, quizás iba a tener que cometer homicidios más seguido y beber de la energía de sus víctimas. Necesitaba hundir de alguna manera a Hyunjin y sus amigos, esto recién comenzaba.

Martes 22 de mayo 2018

Se le apretó el estómago cuando escuchó a su profesor jefe comentar lo que se vendría para ellos como alumnos de último año, solo quedaban 3 semanas de clases cuando de esas en realidad solo podían sacarle provecho muy poco, las calificaciones tenían que estar listas en 2 semanas como mucho.

La ceremonia de graduación se llevaría a cabo el viernes 15 de junio y la fiesta el día siguiente, cada alumno ya había empezado a realizar su proceso de inscripción, prueba y demás según la universidad a la que querían entrar y es que el sistema de educativo cambiaba de estado en estado.

La obsesión del demonio ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora