♡ : XXIV - LA COARTADA SEXUAL PERFECTA

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Miércoles 4 de julio 2018

[FLASH BACK]

Subió la cremallera con extremo cuidado mientras Jungwon le sonreía a su hermano con malicia, si no hubiese estado enfermo de seguro se habría ganado un golpe en el hombro, pero Jeongin no pudo más que menear la cabeza

¡Algunas costumbres no se quitaban!

—Eres un malpensado ¡Yang Jungwon! solo te estaba ayudando a subir ese pantalón.

—¿Quién dijo que estar enfermo no tenía sus propias ventajas? puedo burlarme de Innie.

Cuando se irguió completamente, colocó un brazo alrededor para sostenerlo de lado y ayudarlo a moverse hasta la escalera, estaba seguro de que si se lo proponía podía tomarlo en brazos completamente y ahorrarle el ejercicio de caminar. Sin embargo, quería darle la oportunidad de hacerlo mientras su cuerpo y el cáncer se lo permitieran, eran pequeños actos que podían significar mucho para Jungwon.

Bajaron peldaño por peldaño y con la misma calma se desplazaron a la sala de estar principal donde podía escuchar voces. Jeongin pudo notar la sonrisa instantánea que formó su hermano, una sonrisa de oreja a oreja que podía decir mucho aun cuando la mente era incapaz.

Sin embargo, el hombre frente suyo no parecía poseer la misma alegría o más bien, sí, el muchacho estaba preocupado.

—Jay —Jungwon tendió una mano, el mayor la aceptó y vio la abrumadora diferencia en el grosor de los dedos— que bueno es verte de nuevo.

—Supongo que hay cosas que mi hermano debe decirte, por cierto, gracias por aceptar la invitación a cenar ¿Vamos Jisung?

El aludido asintió antes de despedirse de Jay y seguir a su mejor amigo. Anoche había llegado a quedarse en casa de los Yang en una preciosa y cómoda habitación, cooperaba en todo lo que pudiese e incluso hoy se había unido a los padres de ellos durante el desayuno para rezar por el bienestar del muchacho.

Jay Park de inmediato sostuvo el antebrazo derecho de Jungwon para ayudarlo a sentarse en un sofá, no se quitaban las costumbres de los cuidados que había empleado en el hospital ¿Quién podía negarse, cuando la persona que tenía frente suyo estaba pálido y no se equilibraba bien?

—Si hubiese sabido que el viernes te darían una mala noticia, no te habría dejado solo en todo el día... ¿Puedo tomarme el atrevimiento de preguntar cómo es que te sientes?

—Las náuseas han disminuido y no he devuelto la comida, pero si me preguntas de la parte espiritual y mental, estoy muy tranquilo... —Los ojos de Jay estaban fijos en él, era particularmente intimidante se siente tan bien poder estar en mi cama, en mi casa, con mi familia y que no tengan que usar toda esa protección de color azul.

—Lo recuerdo ¿Qué tiene de malo verse como astronauta?

La risa de Yang Jungwon lo hizo sentirse completamente miserable. Un muchacho de 17 años con un cáncer estaba teniendo madurez, una visión de la vida y una energía tan bonita comparado con tantas otras personas que se estancaban en pequeñeces y no eran capaces de ver más allá de su ombligo.

Dr. Lee Félix le dio la razón, la apariencia inocente era un contraste no solo con su personalidad sino con su mentalidad.

Se percató como sus delicadas manos sostuvieron los pliegues que sobraban de su ropa, estaba claro que ya nada le iba a quedar como antes cuando bajaba de peso, estaba claro que eso le avergonzaba.

—Decidí abandonar el tratamiento porque esto a todas luces es un cáncer terminal, pueden pensar lo que quieran, pero la lucha a través de una quimioterapia que tiene una probabilidad tan baja de éxito y además que sea más agresiva... —negó con la cabeza— Creo que tengo derecho a morir con dignidad y siendo amado, así puedo cerrar ciclos de forma correcta.

La obsesión del demonio ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora