𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎

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⊜ ˢᵗᵃʳᵗ








Estaba nublado, hacía viento y caían copos de nieve. Emma estaba encantada. Pocas veces había visto la nieve, y era algo que le asombraba.

La última vez que fue a la nieve, ella tenía unos catorce años, y con su familia, fueron a La Molina. Esquiaba con toda su familia y era muy divertido.

Hasta que Emma se lesionó la rodilla y no pudo hacer deporte alguno durante casi un año entero.

No había vuelto a ver la nieve.

Y en Barcelona, como estaba en la costa, muy bajo nivel del mar, era casi imposible que nevara.

Y en Sierra Nevada sí era posible.

Notó que algo chocaba contra su brazo derecho. Se giró y vio a Matías aguantando una risa.

Emma lo miró con incredulidad. ───Oh, oh, oh. ───rió. ───Te vas a arrepentir.

Matías rió y Emma se agachó para coger un poco de nieve. Hizo una bola y se la lanzó fuertemente a Matías.

Empezaron los dos una guerra de nieve, acabando cubiertos de ella.

Sus risas se mezclaban con el ruido del aire y los copos repiquetear contra los techos metálicos de los bungalows y de los cuatro por cuatro.

Felipe, Juan y Blas salieron de su bungalow para ver que eran tantas risas.

Emma y Matías no paraban de reír y lanzarse bolas de nieve.

───Estos dos pibes van a terminar juntos. ───comentó Juan. ───Enserio os lo digo che, se miran cómo si fuesen lo mejor de lo mejor. ───dramatizó.

Felipe rió mientras sacaba su móvil y grababa a la pareja.

───¿Creen que si lo subo a insta se vayan a enojar? ───preguntó Felipe.

Emma se dió cuenta del trio que reía y los grababan.

───¡Eh! ───exclamó y lanzó la bola de nieve que tenía en su mano hacia ellos.

Le dió de pleno a Juan.

Matías soltó una carcajada, seguido de Felipe y Blas.

───¡No te rías boludo! ───exclamó Juan sacudiéndose la nieve de la cara. ───¡Vení acá! ¡No seas cobarde! ───el chico empezó a perseguir a Matías y este echó a correr.

Gritaban cómo dos desquiciados.

Felipe y Blas se acercaron a Emma, quién estaba cruzada de brazos mirando con diversión a sus dos amigos.

───Emma. ───la llamó Blas. ───Queremos la verdad.

Felipe asintió en acuerdo mirando el móvil. Segundos después, el móvil de Emma sonó concorde tenía una notificación.

Emma lo sacó y lo miró, mientras que Felipe tenía una gran sonrisa en la cara.

Era ella y Matías lanzándose bolas de nieve y riendo cómo dos niños.

Estos dos pibes van a acabar juntos si es que aún no lo están.

Eso era lo que ponía en medio del video, y los instagrams de Matías y Emma.

𝐈𝐍𝐓𝐄𝐑𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐍𝐄𝐍𝐓𝐀𝐋 // 𝙢𝙖𝙩𝙞𝙖𝙨 𝙧𝙚𝙘𝙖𝙡𝙩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora