𝐈𝐍𝐓𝐄𝐑𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐍𝐄𝐍𝐓𝐀𝐋 // 𝙢𝙖𝙩𝙞𝙖𝙨 𝙧𝙚𝙘𝙖𝙡𝙩

𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄

[ ANTES DE LEER]

Matías nació en 2001, pero para adaptar la carrera de Emma acorde a su edad, será el caso hipotético de que Matías nació en el 2000 y Emma en 1999.

⊜ ˢᵗᵃʳᵗ

Dos semanas largas pasaron. Casi tres desde el incidente del móvil. Emma estaba más animada y todos ellos la ayudaban con ello.

Eran las cinco de la tarde, y los actores tenían un descanso entre tomas.

Matías hablaba animadamente con Agustín. Tenían una bonita relación amistosa. Empezaron a hacerse buenos amigos, pues en la película debían llevarse racionalmente bien. Su vínculo salía de las pantallas.

Emma jugaba al ping pong con Esteban, partida la cuál ella iba ganando cuatro a dos.

───Sos una boluda. ───rió Esteban al ver que Emma marcaba otro punto.

───No, es que juego bien. ───burló Emma y Esteban rodó los ojos con diversión. ───Vamos Kuko, ¿Otra ronda?

Esteban bufó y dejó la pala en la mesa. ───No quiero perder más dignidad. ───sonrió.

───¿Yo puedo jugar?

Emma miró a Felipe, quién se acercaba a ella a una distancia prudente, algo tímido. A Emma le causó mucha ternura. No iba a negar que no echaba de menos a esas tres cabras locas.

No quería resentimientos con nadie. Lo hecho hecho está, y no se podía hacer nada. Seguía pensando en su charla con Rafael esa noche en la sala de estar del hotel. Quizá el tenía razón.

A demás, ser médico también era un sueño para Emma, un sueño que ya estaba cumplido. ¿Quién sabe? Quizá algún día lograra ser jefa de unidad.

───Sólo si estás dispuesto a reconocer tu derrota. ───dijo Emma en tono neutral.

Pero Felipe sonrió con esperanzas y cogió la pala.

Los chicos los miraban, pues hacía tiempo que no los veían interactuar.

Seis a cuatro quedaron.

───Sos buena jugando. ───admitió Felipe. ───Y yo un desastre. ───dijo.

Emma sabía que eso último  iba en segundas y se refería a otra cosa.

Cansada de que hubieran malos ambientes, suspiró y le tendió la mano, la cuál, Felipe la aceptó con algo de extrañez.

Emma tiró de él y lo abrazó. ───Ven aquí.

Emma acariciaba su espalda mientras Felipe la apretaba contra él.

Al separarse, miró a Blas y Juan. Les hizo un gesto con la cabeza y ellos dos prácticamente corrieron hacia ella.

Los demás sonreían al ver que todo estaba mejor.

⊜ ᵖᵃᵘˢᵉ