4. Fool

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Minji pov

– Hola, Pham. – Fingí confianza.

– Ouh... ¿Pham? – Lo preguntó como si hubiera sido algo ruda, cosa que me asustó un poco. – ¿Me odias?

– ¿Mmm?, n-no. – Respondí con algo de duda. – ¡Deja de mirarme así! me pongo nerviosa cuando me miran fijamente.

Hanni soltó una carcajada ante mi desesperación.

– ¿Por qué?, eres realmente guapa. ¿No estás acostumbrada a las miradas? – Ladeó su cabeza con una sonrisa estampada en su rostro.

Sentía mi cara hirviendo, los nervios me ganaron, comencé a tartamudear y voltear a todos lados, pero Pham siempre terminaba encontrándose de nuevo con mis ojos.

– A-ah, no lo creo, s-suelo pasar algo desapercibida, y-ya sabes. – Comenté rascando mi nuca con algo de impaciencia.

– Uhmm, no lo creo Min, o al menos no para mí. – Hanni murmuró esto último, pasando suavemente su mano por mi entrepierna, sin dejar de mirarme atentamente con una expresión angelical.

Genial.

Una maldita erección involuntaria. Me maldije internamente al notar como la mirada de Hanni bajó hacia mi pequeño inconveniente.

E-eh, yo... – Tosí, tragué saliva y devolví mi mirada a los ojos de Hanni, los cuales habían cambiado su expresión a una algo divertida.

–¿Tuviste un problema, Minki? – No sé si es mi imaginación, pero podría jurar que miré como se mordía el labio inferior a modo de insinuación.

Mis orejas se tornaron rojas y las tapé con ambas manos, descuidando mi problema de allí abajo. Al darme cuenta del error, tomé la mochila de haerin y la puse sobre mis piernas.

Me quería morir.

Y asi, con la mochila de Haerin sobre mi regazo y ambas manos en mis orejas, volteé con la intención de encontrarme con la figura de Hanni. Y como era de esperarse, mantenía una expresión confusa, pero burlona.

– L-lo siento... – Murmuré con vergüenza.– E-esto no me pasa a menudo ¡Lo juro!, no soy e-ese tipo de chica. – Hablé convencida de mis palabras, que de verdad no tenían nada.

– Mmmm, no estoy segura, Kim. – Enfrentó la vietnamita, fingiendo considerar la situación.

– ¡Es verdad!, p-puedes preguntarle a Haerin.

– Uh, pues, eso será después, porque ahora no está aquí. – Comentó Hanni, algo risueña.

– ¿C-cómo?. – Volteé para verificar las palabras de la más bajita, y efectivamente, no había rastro de las otras 3.

Me las vas a pagar, Kang.

Entonces, a todo esto... ¿Se encontraba sentada sola con Pham Hanni, con una hora libre, en un lugar poco cotizado y una erección involuntaria?

Minji estaba aterrorizada por pintar cientos de escenarios en su cabeza, con desenlaces poco agraciados.

¿Y si le daba asco?

¿Y si ahora la veía como una morbosa?

¿Le dejaría de hablar?

¿Piensa que soy tonta?

¿Y si la publicaba en la página de quemados de la escuela?

¿La mandaría a la mierda?

𝙂𝙀𝙏 𝙐𝙋 : ̗̀➛ ᴮᵇᵃⁿᵍˢᵃᶻ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora