✦ Hasta el alma más rota encuentra a alguien que la haga sentir completa. ✦
Celine Russo.
Hay muchas palabras para describir a Celine, mucha gente opinaria cientos de cosas distintas. Los que la odian dirían que es una perra insufrible. Los que la a...
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En honor a Carlos Sainz y sus años en Ferrari.
『 INVITACIÓN DE COLOR ROJO』
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Solté una gran carcajada que llevaba reteniendo desde que Charles me empezó a contar cómo una vez su hermano mayor había confundido la leche normal por la leche de su hermano Arthur. Según Charles, su hermano se había pasado todo el día diciendo que se iba a morir después de haber probado aquello.
Mientras Charles me contaba una que otra anécdota de su familia, yo nada más pensaba en lo suertudo que era. Los hermanos podrían llegar a ser molestos a veces; sin embargo, yo hubiese dado lo que sea por tener uno.
Ver cómo el chico de ojos verdes hablaba con tanto amor de su familia me hacía sentir una punzada de celos, yo también quería haber tenido un lugar donde se compartía amor y no maltratos. Sacudí la cabeza buscando borrar aquellos pensamientos, no era su culpa.
Miré a mi alrededor tratando de concentrarme en otra cosa. El aroma a café y chocolate llenaba el acogedor café que se encontraba en el corazón de Monte Carlo. Las voces de las personas se mezclaban con la suave melodía, mientras el sol brillaba a través de las ventanas.
—Celine —la voz de Charles me trajo de vuelta. Me había perdido completamente en la belleza del lugar que no me había percatado cuando se había quedado en silencio.
—Perdón, ¿Qué me decías?
—Quería hacerte una invitación —lo observe con el ceño fruncido sin entender a lo que el pareció darse cuenta —. Esta penando en que sería bueno que vinieras a la carrera de este fin de semana, es aquí en Mónaco.
Sabía que se realizaría un gran premio este fin de semana en Mónaco, Kika me había comentado hace unos días sobre aquello. Había pensado en varias ocasiones asistir aquel evento, no tenía ni idea de cómo era ese mundo, pero se veía interesante.
—¿Y qué opinas? —la voz de Charles se volvió hacer presente —. Claro que no tienes que aceptar si no quieres, es solo una invitación —su mano se dirigió a su nuca mostrando claramente sus nervios.
—La verdad es que estaría encantada.
—¿Eso es un sí? —una sonrisa se plasmó en su cara, causando que sus ojos tan verdes como la primavera se hicieran más pequeños y brillaran.
—Es un si —asentí con una sonrisa para luego tomar un sorbo del chocolate caliente.
—Genial, me encargare de que te envíen el pase especial para que tengas acceso a todo.
—Cuando dices todo te refieres a....
En verdad necesitaba unas lecciones sobre esto de la fórmula 1.
