✦ Hasta el alma más rota encuentra a alguien que la haga sentir completa. ✦
Celine Russo.
Hay muchas palabras para describir a Celine, mucha gente opinaria cientos de cosas distintas. Los que la odian dirían que es una perra insufrible. Los que la a...
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『 VIERNES DE CARRERA 』
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El día de hoy comenzaba en fin de semana de carrera; estaba verdaderamente ansiosa. Iba de un lado a otro por mi habitación, revisando que no se me quedara nada mientras que al mismo tiempo me arreglaba. Faltaban menos de tres horas para que comenzaran las prácticas y yo no había salido del hotel.
Ayer en la noche, cuando aún seguía en llamada con Nic, había recibido un mensaje de Charles diciendo que él podría a pasarme a buscar para ir juntos al paddock. Por un momento lo llegué a considerar; sin embargo, desistí de la idea al pensar en tipo de controversias que podrían llegar a generar esa entrada a esta carrera tan importante.
Lo bueno es que el hotel no quedaba lejos del área de los hospitalitys. La única invitación del monegasco que no pude rechazar fue cuando se ofreció a darme un recorrido. Agarré las llaves del porche que había alquilado para estar aquí junto a mi bolso de color blanco que complementaba mi outfit.
Me había puesto un bonito conjunto color crema, el cual consistía de una falda corta junto con una camisa manga larga con cuello alto. Ambas prendas envolvían mi cuerpo de una manera correcta, causando un buen efecto en mis curvas. Claro que no se podían olvidar los tacones blancos que hacían que mis piernas se vieran más largas.
Al salir del hotel me encontré con las calles de Mónaco llenas de gente. No era muy difícil no saber la razón teniendo en cuenta que, a tan solo unas cuantas cuadras, ciertas calles se encontraban cerradas. Entre más me acercaba al paddock, más camisetas rojas veía, obviamente, que el gran Prix de Mónaco estaría repleto de fans de Ferrari.
Unos minutos después pasé por la entrada del estacionamiento privado luego de mostrar ni pass. Al bajarme del carro, un hombre con la chaqueta de Ferrari se encontraba en frente de mí con una cordial sonrisa.
—Muy buenos días, señorita Celine.
—Buenos días, señor...
—Vertell. Mi nombre es Enzo Vertell.
—Un gusto.
—Soy el encargado de dirigirla a nuestro hospitality, Charles la está esperando —su cuerpo dio un pequeño giro mientras levantaba una hacia el frente, indicándome que caminara delante de él.
—¿Charles? Creí que estaría ocupado —no esperaba que él estuviera esperándome. Este deporte requería de mucha concentración y preparación, no entendía porque malgastaba su tiempo conmigo.
—Lo está. Pero ha dicho que sería quien le diera el recorrido —aquella confesión me sorprendió aún más. Hice un asentimiento de cabeza como respuesta y luego lo seguí hacia donde me estaba llevando.
Cuando entramos oficialmente al paddock, los gritos de los fans empezaron a escucharse, desesperados por llamar la atención de algún piloto y poder conseguir una foto o un autógrafo. Pasamos delante de una pequeña multitud que al verme se alteró aún más y empezaron a gritar mi nombre. En cuestión de minutos, fotos mías caminando por el paddock se subirían, y sabrían que venía con Ferrari por el pass que colgaba de mi cuello.
