Tío Taehyung || «VKOOK»

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Y ahí estaba, a dos metros de distancia, era ella, no era una ilusión, ni un sueño; tan bonita como siempre.

—Noona.

—Taetae.

Ella avanzó hacia mi y me abrazó. Yo no pude hacer nada, solo rodearla con mis brazo e inhalar su dulce aroma.

Jesy era la mejor amiga de Jaehyung y mía, y aunque fuera menor que él y mayor que yo, nos llevábamos muy bien.

Era mi primer amor.

Que no se malentienda, nunca fuimos nada más que amigos, pero yo estaba enamorado de ella, soñaba con casarme y ser feliz, con Jesy.

Sin embargo todo se complicó cuando mi hermano se fue, nos mudamos y Hami llegó a nuestras vidas. Mis padres no me permitieron hablar más con Jesy, y ahí fue cuando comenzó mi rebeldía. El Taehyung bueno y obediente se había quedado en el pasado, con ella.

Mis sentimientos han cambiado, sin duda, pero no puedo evitar sentirme un poco idiota al tenerla cerca. Su hermosa sonrisa, sigue siendo tan brillante como antes.

—Yo...

—Haz crecido tanto, ya eres todo un hombre, Taehyung.

Se separó de mí y posó su vista en Jungkook, que hasta el momento había olvidado que estaba ahí.

—Hola.

Jungkook se quedó en silencio. No respondió.

—Jesy, él es Jungkook, el hijo de Hami.

Ella estaba bastante sorprendida.

—¿El hijo de Hami?

—Así es.

—P-pero ella es, ella solo tiene 30, algo no está...

—No lo sé, yo me fui de la casa a los 19 y ella llegó hace unos meses a mi casa y me lo presentó.

Jesy se relajó.

—Claro. Jungkook, mi nombre es Jesy, mucho gusto.

Ella le brindó un gran abrazo de esos aplastantes que eran su especialidad y Jungkook empezó a reír.

—Mucho gusto Jesy noona.

Ella estaba más que encantada con Jungkook, se le notaba en la mirada.

—Jes, ¿Tienes dónde quedarte?

Ella y Jungkook me miraron con atención.

—La verdad es que no. Sabes que los de Daegu solo pensamos en lugares donde sirvan buena comida.

—Puedes quedarte en mi departamento...

—¿De verdad Tae?

—Claro.

—Muchas gracias.

Besó mi mejilla como manera de agradecimiento y yo me quedé embobado.

Jungkook lo desaprobó con la mirada y yo solo desordené sus cabellos. No quería que se sintiera celoso, menos de Jesy.