𝐋𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐢𝐧 𝐓𝐞𝐦𝐩𝐞𝐬𝐭‖𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢 • 𝐅𝐞𝐦𝐚𝐥𝐞 𝐎𝐜

𝟎𝟏𝟓

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐨𝐦𝐧𝐢𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞

Sassha se encontraba saliendo del baño, estaba bastante cansada y deseaba reposar en su cuarto mientras disfrutada de algún video de terror o de un juego simple en su celular. Para su sorpresa al abrirlo encontró varios mensajes y llamadas de su tío (en realidad era muy común) además de varios de sus amigos entres ellos Jiro, Kirishima, Izuku y también de Katsuki. Los del rubio cenizo eran más que los del resto por lo que Tanaka se emocionó, no era común que el chico le enviara mensajes tan seguido junto a que tenía varias llamadas del mismo. La niña pequeña dentro de la castaña que se emocionaba cada vez que el muchacho explosivo le hablaba, estaba pegando pequeños brinquitos en su interior al ver el interés de un nuevo tema de conversación.

Sassha no dudó un segundo y mientras retiraba la toalla de su cabello regresó la llamada de Katsuki que se había perdido hace unos diez minutos aproximadamente. No tuvo que esperar demasiado ya que después de un par de tonos el rubio contestó la llamada.

-¡Te voy a volar la cara estúpida enana de mierda!- gritó desde el otro lado de la llamada una voz muy familiar, no era sorpresa, Tanaka sabía que el chico no tenía exactamente el don de la paciencia y mucho menos cuando las cosas no sucedían al tiempo correcto ni en el momento correcto (más específicamente cuando él quería que sucediera) -¡He estado esperando dos putas horas eternas! ¿¡Dónde carajos estabas!?

-¡No me grites bocón! Así no se saluda, además de que no fueron más de quince minutos ¡No hagas melodramas rubia!- Contestó despreocupada la castaña quién era lo contrario al rubio, en cuanto a llamadas no le hacía mucho caso al tiempo que tuviera que esperar o que hacía esperar a la otra persona. Según su mentalidad, había tiempo para todo y por algo surgían las cosas de cierta manera. En cuanto a sus mensajes y llamadas claro, porque para el resto vivía pensado en el futuro y en el pasado más que en el presente -Ya estoy aquí, no te preocupes más muchacho, estaba tomando una ducha.

-Ya me imagino que debes oler a una puta pecera después de enfrentarte a unos Yakuza- La castaña se quedó helada ¿Hasta Katsuki se enteró? 

-¿Viste las noticias gruñón?

-¡Claro que las vi! Todo el mundo vio esa mierda- El de los ojos carmesí rodó sus cuencas.

-¿Enserio? No creí que se dispersaría tanto, no fue la gran cosa en realidad- Tanaka se rascó la cabeza, ése era el motivo de tantos mensajes.

-Si si, ya entendí, no tienes que venir y restregarme tus mierdas en la cara- La muchacha se rió ante el desamino de Bakugo, no había hablado tanto con él desde que empezaron las pasantías e incluso en el séptimo día se encontraban ocupados con sus patrullajes y demás.

-¿Qué pasa gruñón? ¿No tienes para alardear ya? ¿No te a ido bien con e héroe número 4?- Preguntó la muchacha mientas se sentaba en su cama provisional, que la albina le proporcionó para su estancia. Era un cuarto pequeño en realidad pero con una cama espectacular además de su propio baño con ducha y una televisión. Encendió la TV mientras escuchaba al rubio quejarse sobre sus últimos días bajo la tutela de BeastJeanist.

-Ha sido tremenda mierda, casi no he hecho nada, sólo me han hecho usar unos jeans ajustados y me peinaron de una manera ridícula- Se quejó Katsuki mientras ponía el alta voz, debía tratar de arreglar de nuevo su cabello antes de que las pasantías acabaran -De verdad que me quiero ir a mi casa ya, debo estar loco pero me parece que es mucho mejor estar con la vieja que aquí.

-¡Ey no te desanimes rubia! Mira el lado positivo, algo vas a sacar de las pasantías, no creo que un héroe de alto rango sea tan tonto cómo para desperdiciar la madera de héroe que tienes- Tanaka sabía lo frustrante que podía ser ir de último en comparación a sus compañeros en cuanto a experiencia -No creo que no te haya dicho nada en los últimos días ¿O me equivoco?