𝐋𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐢𝐧 𝐓𝐞𝐦𝐩𝐞𝐬𝐭‖𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢 • 𝐅𝐞𝐦𝐚𝐥𝐞 𝐎𝐜

𝟎𝟑𝟒

**𝙏𝙬: 𝘼𝙙𝙫𝙚𝙧𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙚𝙣𝙞𝙙𝙤 ¡𝙇𝙚𝙚𝙧 𝙘𝙤𝙣 𝙥𝙧𝙚𝙘𝙖𝙪𝙘𝙞ó𝙣 :)!**

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐎𝐦𝐧𝐢𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞

Katsuki caminó con más rapidez, parecía que sus pies no le daban suficiente marcha para llegar a su destino, su respiración era recia demostrando agitación y desesperación. La había perdido de vista un segundo para cambiar sus prendas colegiales pero para cuando bajó a la sala común...ya no había ni rastro de Tanaka.

¿Por qué estaba tan alterado? Era difícil de explicar pero tenía un mal presentimiento en su pecho desde que la vio en la mañana, algo malo iba a pasar y lo sabía, quería asegurarse de que estuviera bien sólo por si algo de lo que sentía llegaba a suceder en verdad.

Durante todo el día había estado dispersa o deprimida, se le veía decaída y no se había molestado siquiera en anotar algo en su cuaderno durante las clases. En parte se sentía un poco culpable, hizo algo que no debía de hacer, dejó de darle sus medicamentos por unos cinco días más o menos. Se arrepintió una vez vio los efectos tan perjudiciales siendo así que un bajón de ánimo significaba verla prácticamente inconsciente durante minutos preocupantes. 

El primer día (el día después del incidente de la sala) no hubo gran cambio si no hasta la mañana siguiente donde la muchacha se veía cansada y como si no hubiera pegado el sueño ni una media hora  viéndose con bolsas oscuras en sus ojos además de un mal humor que la hacía más irritante. Durante ese mismo segundo día no comió lo suficiente siendo así que sólo logró hacer entrar la mitad de un sándwich que Mina le había conseguido.

El tercer día no se oyó ni una sola palabra de ella haciendo que su aspecto se fuera tornando lúgubre conforme iba pasando el día, Katsuki escuchó decir a Jiro que se trataba de dolor de cabeza mas sin embargo seguía estando en las áreas comunes hasta que llegaba la hora de dormir. En el día cuarto no comió absolutamente nada mirando con ojos tristes el cielo desde la ventana, sólo recostaba su cabeza en el escritorio o se sentaba durante horas en el entrenamiento mirando al suelo.

Nada de esto fue notado por el rubio hasta el día de hoy dónde la existencia de Sassha sólo se limitó a su nombre en la lista de asistencia. Llegó tarde a clases y fue castigada por Aizawa por no haber hecho la tarea de hace una semana quedándose una hora y media después de la hora salida.

¿Por qué lo había hecho? Se sentía enojado con ella, mayormente dolido, entonces en un impulso de arrebato contra la castaña de ojos turquesa dejó de ofrecer su medicamento siendo esto un efecto negativo para la salud de la chica. Durante el día (Específicamente en el almuerzo en donde Sassha también había desaparecido) se puso a investigar encontrando que los antidepresivos debían de dejarse de consumir de poco en poco, de lo contrario los efectos adormecedores de estos medicamento se revertirían completamente dejando en su paso la vista de un camino completamente destruido por el dolor de la persona.

Sus efectos podían ser mínimos cómo el dolor muscular y la fatiga hasta algo tan extremo cómo la reaparición de los deseos de autolesionarse e incluso intentos repentinos de suicidio. El rubio sudó frío cuando leyó esto viendo fijamente a la castaña hasta el final de la clase y quedándose en la planta baja hasta que regresó después de su castigo, sin embargo tuvo que dejarla un momento para cambiar su uniforme, luego de eso planeaba darle sus medicamentos y no volver a omitirlos.

Y eso nos traía devuelta a la escena en donde Katsuki parecía un maniático buscando en cada esquina de la residencia a Sassha, por ello sentía un vacío enorme en su estómago imaginando lo peor con miedo de haber cometido un error grave al dejarla sola. No hizo caso a las preguntas de sus compañeros quienes no pasaron por alto la agitación del rubio que caminaba con potencia descalzo por la estancia haciendo que sus pasos sonaran cómo si de un trueno se tratara.