𝟎𝟏𝟗

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𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐎𝐦𝐧𝐢𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞

A Tanaka le había tocado en un área tipo parque, habían unas cuantas casas pero del mismo mantenimiento del parque, un área para niño además de un gran lago. Respiró profundamente el aire del lugar y empezó a ejecutar su plan. Primero empezó a familiarizarse con su ambiente creando un mapa mental con una técnica que su abuela le enseñó: detectaría cuantos lugares con agua habían, cuantas estructuras (ya fueran construidas con metal, concreto u otro material que pudiera detectar) habían y también cuan lejos estaban, dónde estaba la salida y de cuántos metros era el área de pelea. Detectó un río que cruzaba todo el lugar hasta unos docientos metro de la salida además del lago que estaba enfrente de ella, un bosque que a la vista y por lo que ella podía pensar se extendía de la mitad del lugar hasta el extremo de la salida, habían unas dos  bodegas (Por su tamaño podía decir que era algo así) además de una cabaña en medio del bosquecillo, era un área extremadamente grande y que ella estaba en el sur mientras que la salida estaba al norte. Una vez hecho su croquis empezó a formular un plan de escape, lo podría perder entre la espesura del bosque y escapar, otra posibilidad sería nadar por el río mientras se acercara a la salida y debajo del agua no le podría detectar. Pero no sabía sobre la velocidad ni la agilidad de Aizawa y por lo que se sabía él era casi cómo un ninja, silencioso a la entrada, rápido y difícil de evadir y letal cuando te atacaba. Toda su cabeza era un lío porque sus pensamientos no se lograban acomodar y para su mala suerte su tiempo se había terminado, la señal de comienzo la sobresaltó de su lugar haciendo que brincara un poco y al sonar de la alarma empezó a correr para adentrarse al gran bosque que estaba enfrente.

Usó su velocidad lo más que pudo, si dejaba de funcionar entonces él estaría con ella y ahí habría un problema. Llegó hasta la mitad del parque ya más cerca de una casetilla del lugar al mismo tiempo en que se acercaba al frondoso bosque pero, algo pasó...su velocidad ya no estaba, el hormigueo en sus extremidades se eliminó por arte de magia...no, no era por un mal extraño, si no que era culpa de aquel sujeto de entre los gruesos troncos que observaba a la chica a unos 20 metros.

-¡Mierda!- Se quedó congelada ¿Qué podría hacer? ¿Vendría hacia ella? ¿Le iba a bloquear el camino? El azabache bien conocía el poder Element, lo estudió muy detenidamente para el examen en específico y si él borraba la singularidad sin atacar antes le iba a ser imposible a la castaña localizarlo y en efecto Tanaka no tenía ni una remota idea de dónde estaba su profesor. -Tengo que pensar...tengo que pensar... ¿De dónde viene?- Empezó a buscar entre el lugar, no lo veía, no lo escuchaba y aún así su cerebro sabía que estaba allí, cerca, esperando para golpearla. Sus oídos y ojos la empezaron a engañar haciéndola ver cosas que no estaban, una sombra o un árbol, todo se parecía a Aizawa. Escuchaba pasos que no habían justo detrás de ella y para cuando volteaba no se encontraba con nada más que un vacío enorme, pero para el siguiente momento escuchaba otros pasos a su derecha, otros a su izquierda y seguía sin poder ver nada. Estaba perdida, completamente perdida, el escenario era digno de una película de terror a pesar de que el sol estuviera en su máximo punto en el cielo; Comenzó a correr hacia el lado derecho, si no recordaba mal por allí se podía llegar al río. Pasó por el lago ya casi rozando con la arboleda cuando escuchó unas ramas moverse justo arriba de ella -¡¿Qué pa--

No terminó la frase para cuando el zapato de Aizawa impactó su cara haciéndola perder el equilibrio cayendo a la orilla del lago, sacudió su cabeza para salir de su aturdimientos mientras no le quitaba la vista al mayor. Éste se irguió cuan grande era mientras se colocaba unas gotas en sus ojos.

-Eso ha sido muy fácil joven ¿Acaso no era un prestigio en la detección?- Tanaka escupió sangre de su boca gracias al labio roto que le dejó el golpe, tenía que actuar ya si no él daría el paso antes y todo acabaría muy rápido -¿Sabe? Podríamos quedarnos aquí todos sus treinta minutos de examen sin hacer nada pero...Eso no sería digno para usted ¿No señorita Tanaka?- Sonrió mientras lanzaba su lazos hacia la joven, la castaña se lanzó a un lado pero una de las cintas capturó su brazo haciéndola volar hacia Aizawa que la esperaba para lanzarle una patada en el estómago. Ella lo recibió y casi de inmediato sintió muchas ganas de vomitar debido al impacto que la dejó de nuevo en su lugar anterior prácticamente. No podía pensar, ni siquiera habían empezado y ya tenía náuseas, trató de recuperar el aire mientras se apoyaba en el piso con una mano en el estómago; Miró hacia arriba encontrando a su profesor mirándola con superioridad y hasta con decepción de su alumna que había entrado por recomendación. Agarró de la cabeza a Sassha sosteniéndola por el pelo, la levantó de tal manera en que ella ya no tocaba el piso -¿De qué sirve un héroe que sólo depende de su singularidad? -Hizo una pausa cómo si esperara a que ella respondiera su incógnita pero fue en vano ya que sólo lo miró con temor -Tiene la misma utilidad que una piedra en el zapato de sus compañeros, aprenda a seguirle el paso a los otros héroes Tanaka por que si no...habrán consecuencias mucho más severas que el reprobar este examen. Y me temo que no las impongo yo joven, si no la muerte- El corazón de la castaña tembló ante eso, no le importaba mucho si era hacia ella ¿Qué podría perder? Pero si eso llegaba a tocar la vida de sus seres queridos sí que sería una penitencia completa. Tomó con ambas manos el agarre del mayor e impulsada por el miedo y el coraje dejó plantada una patada en el pecho del hombre. Por el impacto naturalmente soltó a la chica mientras que al mismo tiempo parpadeaba dejando así suelto el Element nuevamente por el torrente sanguíneo de la estudiante quién aprovechó sin pensarlo para saltar hasta dentro del bosque en un salto de resorte dejando al mayor atrás -Ya va mejor, veremos qué tan lejos llega.

𝐋𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐢𝐧 𝐓𝐞𝐦𝐩𝐞𝐬𝐭‖𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢 • 𝐅𝐞𝐦𝐚𝐥𝐞 𝐎𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora