𝐋𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐢𝐧 𝐓𝐞𝐦𝐩𝐞𝐬𝐭‖𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢 • 𝐅𝐞𝐦𝐚𝐥𝐞 𝐎𝐜

𝟎𝟑𝟐

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐎𝐦𝐧𝐢𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞

El entrenamiento de la clase 1-A era intenso, a pesar de que sólo habían pasado tres días desde que comenzaron con los acalorados y rigurosos ejercicios que les imponían los distintos profesores ya empezaban a sentir el efecto entumecedor de la pérdida de calorías físicas. Algunos deseaban  quedarse sentados el resto del día ya que cada paso que daban era una tortura para sus extremidades, otros ni siquiera podían sentarse de manera normal, aunque era sólo las primeras consecuencias que tendrían en los próximos 27 días.

Esta vez, Tanaka no se había despertado de mañana, de hecho fue de las últimas en levantarse. Claro si no fuera porque Bakugo se levantó aún más tarde que ella, esto fue fuera de su intención, tenía un buen motivo entre manos para explicarlo: Número uno, no escuchó su alarma en su sonar, número dos, estaba explotando literal EXPLOTANDO su cuerpo en los últimos días. Decidió desde que vio a su mejor amiga entrenar en llevar sus límites al máximo, entrenando en las mañanas y en las tardes después de clases, agregando por supuesto las prácticas físicas de la clase de héroes.

Iba creando y modelando más su figura ya que aunque su musculatura no era exactamente mala, a sus ojos se podía mejorar muchas partes de sí, sus hombros podían crecer más, sus pectorales podían ser más fuertes, su espalda podía cargar más peso. Quería avanzar, no quedarse detrás de los demás, seguir siendo el mejor. Todo esto era devastador para sus músculos y para su sueño cayendo como piedra en su cama la noche anterior. Sin embargo sabía que iba a valer la pena, proponiéndose ver los cambios el mismo día del examen de licencia.

No era realmente tarde, faltaba una hora para que comenzaran las clases e incluso habían algunos que ni siquiera estaban duchándose, tranquilamente podía dormir media hora más...¡PERO ESO HACEN LOS EXTRAS! Bakugo Katsuki tenía muchísimo por hacer ¡No había tiempo para seguir durmiendo! Así con enfado y unos ojos chinos por el sueño bajó con apuro hacia la cocina.

Por parte de la castaña no se angustiaba por el tiempo, esta vez quiso recuperar sus energías del día anterior, últimamente se estaba esforzando demasiado en sus movimientos especiales gracias a su entusiasmo incansable. En realidad estaba muy feliz con la nueva dinámica heroica que reinaba en la clase por lo que al probar su singularidad sin descanso que no se daba cuenta de lo agotada que quedaba al final del día.

Aún estaba en sus pijamas escuchando música de nuevo, era cómo una rutina mañanera que tenía, al despertarse en su casa ponía melodías que endulzaban sus oídos para comenzar su día con buen humor junto a su buen desayuno, sin embargo ahora sólo podía utilizar sus audífonos para no molestar a sus demás compañeros.

Su can también se había ambientado bien en su nuevo hogar, saludando ahora a todos los chicos y chicas de su clase con amor y ternura. Ahora su lista de amigos, al igual a la de su propia dueña, era más grande y no se reducía a dos personas además de su amada Sassha, ahora era íntimo amigo de: Kirishima, Mina, Jirou, Tsuyu, Tokoyami, Koda y por alguna razón Tenya quién parecía molesto cada vez que se le acercaba moviendo su cola esponjosa alegremente.

Ahora mismo esperaba que su Tanaka terminara de hacer su comida para que sirviera un plato de su alimento favorito: ¡Croquetas con un huevo en medio! Era un completo manjar y si el tiempo lo ameritaba ¡SU SASSHA LE PONDRÍA CALDO DE POLLO! Su cola se comenzó a mover al momento de recordar la delicia de alimento que recibía de ella ¡Cómo la amaba! Esperó pacientemente a su lado en el suelo de la cocina.

Si darse cuenta, la castaña comenzó a bailar un poco con la canción de fondo, por suerte para ella no se había soltado a cantar aún ya que detrás de la barra de la cocina estaban sus compañeros que curiosos observaban los movimientos de hombros de su amiga. Entre ellos estaban Denki, Jirou, Mina, Midoriya, Todoroki y además Bakugo que acababa de llegar.