𝐋𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐢𝐧 𝐓𝐞𝐦𝐩𝐞𝐬𝐭‖𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢 • 𝐅𝐞𝐦𝐚𝐥𝐞 𝐎𝐜

𝟎𝟑𝟔

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐎𝐦𝐧𝐢𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞

El entrenamiento había terminado, al fin había pasado el tiempo requerido para el examen de licencia siendo así que el día siguiente sería el tan aclamado por aquellos jóvenes de la clase para héroes. Por suerte para ellos en su mayoría habían felizmente conseguido los resultados que Aizawa solicitaba para su mejor rendimiento en la prueba que se avecinaba.

De nuevo, e irremediablemente imposible de prevenir, el día terminó siendo igual o peor de agotador que los anteriores. Con toda la fatiga en el cuerpo circulando debidamente Tanaka se lanzó sobre la cama de Kyoka, estirando su espalda por encima de las colchas cerró sus ojos, al mismo tiempo la del cabello violáceo cambiaba su ropa. 

Era una costumbre pasar un rato juntas, al menos así era desde hace un tiempo atrás (Específicamente los últimos 18 días), esto no era con ninguna mala intención realmente por parte de Jiro sin embargo... Mantenía un ojo certero en la castaña manteniéndola cerca de ella. Seguía sintiéndose mal por guardar aquella verdad de la luz del sol, sólo Dios y el rubio sabían qué le había puesto a su bebida aquella noche (Eso si algún Dios siquiera existiera), pero por ahora no deseaba perturbar la buena racha que llevaba.

Porque sí, Tanaka por fin se sentía mejor, porque a pesar de que Kyoka estuviera encima de ella como una garrapata Katsuki se las arregló para darle los medicamentos adecuados sin que volviera a meter su nariz en sus asuntos privados.

Por ahora, la mantenía segura, al menos de que hubiera un comportamiento extraño o sospechoso del rubio que pudiera atentar contra la vida de su amiga.

Claro esto las hizo mucho más cercanas de lo normal, siendo una de las personas con las que pasaba la mayor parte de su día. Esta incluso pidió a Yaoyorozu (Con quien Jiro pasaba tiempo mucho también) una pomada que ayudara contra las heridas de los antebrazos de Tanaka ya que esta no quiso asistir al consultorio de Recovery Girl ni tampoco quería cerrarlas con su quirk, esta última no la sabía Kyoka.

Jiro terminó de cambiar su ropa colocando una camisa blanca sin mangas junto a un pantalón holgado, luego de eso se sentó en la cama, Sassha por su parte al sentir el peso diferencial de las cobijas volvió a abrir sus ojos dirigiéndolos a su amiga aledaña.

-¿Tienes sueño? O déjame adivinar ¿Tienes hambre cómo siempre?- Una sonrisa amable salió de su boca al preguntar a la castaña quien se rió de su cuestionamiento.

-Nah, ahora tengo de todo menos eso- Era verdad que, por más extraño que pareciera, no tenía el apetito abierto esa noche -Tengo demasiados nervios por mañana, siento que si comiera algo vomitaría por toda la habitación.

-Si vas a vomitar hazlo fuera tonta, no quiero que vuela a pecera con caca de bebé aquí adentro- Las bromas nunca faltaban en cuanto su interacción pero después de un par de carcajadas sólo hubo silencio, algo indicaba que la de los ojos turquesas estaba distraída, por lo que ahora con un tono más serio volvió a preguntar -Oye ¿En qué tanto piensas?

-No sé...Todo se siente raro- Tanaka puso los brazos por detrás de su cabeza mirando ahora al techo, con un tono más meditativo continuó hablando -¿No sientes que todo va muy rápido pero al mismo tiempo lento? Es que hace unas semanas parecía que el tiempo no pasaba y ahora...Estamos a un maldito día del examen.

-Tienes razón, se siente extraño- Jiro se recostó al lado de Sassha mirando al techo también -Supongo que fue divertido en parte, dejando de lado la tortura.

-Si, creo que me empiezo a arrepentir de quejarme por ir a entrenar, ahora no quiero hacer el examen- Una risa pesada resonó por su garganta -Si te soy sincera tengo un mal presentimiento.