𝒇𝒓𝒂́𝒈𝒊𝒍 ;; 𝑠𝑢𝑛𝑔ℎ𝑜𝑜𝑛 𝑒𝑛ℎ𝑦𝑝𝑒𝑛

O4.

Después de al rededor de dos horas sunghoon estaba en el marco de la puerta mirando a wonyoung.

—¿Segura que no quieres que te lleve?—Le preguntó con una sonrisa asegurándose de su respuesta.

Claro que tu corazón se encogió y sentiste un dolor por todas partes del cuerpo al ver a tu novio portarse tan amable y atento teniendo en cuenta que hace unas horas ni siquiera le había importado ir por ti.

—Esta bien, hoonie, mi chofer espera por mi.—Respondió wonyoung con una sonrisa amable en su rostro mientras terminaba de guardar todas sus pertenencias en su mochila.

Ambas nos encaminamos hacia la entrada para poder despedir a Wonyoung, ni-ki y jake aún no se habían ido, solo se limitaron a despedirse de Wonyoung con la mano y una sonrisa, ella les respondió igual.

—Adiós soora, fue un gusto.—Dijo Wonyoung para luego comenzar a caminar hasta el estacionamiento.Cuando no la viste más cerraste la puerta y te dirigiste de nuevo hasta su habitación.

Cuando llegaste a la habitación te desvestiste y observaste tu cuerpo, habías subido un poco de peso o al menos eso veías ante tus ojos.Te preguntaste si a sunghoon le había gustado y por eso estaba portándose así con ella, ella era bonita, piel pálida, delgada, bonitos labios, también su nariz, todo de ella era lindo, incluso tenía una gran personalidad, era envidiable su vida, y eso que acababas de conocerla.

Te miraste al espejo por unos segundos y lo único que viste fue grasa en tu cuerpo, no importaba si estabas casi en los huesos, ante tus ojos eras demasiado gorda.

Te dirigiste hacia el vestidor y sacaste la pesa que estaba casi al fondo de este, te subiste y marcaba 43 kg, si ahora te veías gorda pesando eso no quería imaginar cómo te habías visto antes cuando tu peso era de 49 kg.

En ese momento sunghoon entró a la habitación tomándote por sorpresa, no dejó ninguna palabra, solamente te observo como si te tuviera asco y luego se dirigió a su cajón de ropa interior rebuscando lo que supiste que era marihuana, el solía guardarla en su ropa interior.Cuando por fin encontró las pequeñas bolsitas salió de la habitación sin decir nada.

Esa noche lloraste demasiado, pero sunghoon ni siquiera lo noto, había estado más ocupado fumando con sus amigos que contigo, a la mañana siguiente tus ojos estaban hinchados y rojos, sabías porque era, pero incluso tu cuerpo dolía y tenías nauseas.

Trataste de arreglarte lo mejor posible para que nadie notara que tuviste una mala noche.

No te tomaste el tiempo de desayunar y sunghoon tampoco se ofreció aunque notaste que solamente había cocinado para él.

—Te ves horrible con tanto maquillaje, no vuelvas a usar, ¿si?—Dijo casi en un susurro mientras caminaban por los pasillos de la escuela, asentiste varias veces por inercia y luego te dejó en tu salón, como de costumbre dejó un beso sobre tus labios y dijo "te amo" a veces solo necesitabas que sunghoon lo dijera para estar bien.

—Vaya, no sabía que compartíamos clase.—Dijo wonyoung tomandote por sorpresa mientras se sentaba a tu lado.

—Que suerte.—Le dijiste sacando una de tus mejores sonrisas.

Después de 3 horas de clases finalmente se había llegado el receso, definitivamente no era tu parte favorita del día, odiabas ver a la gente comer tan tranquilamente y que tú no pudieras hacerlo porque te sentías culpable y sentías que habías subido todo lo que tanto te costó bajar.

Wonyoung y tú se ubicaron en una mesa de la cafetería y unos minutos después tu novio y sus amigos ya se encontraban haciendo plática con Wonyoung.A ellos parecía agradarles tanto ella, una vez más la envidia te invadió, incluso de tu novio, estaba platicando tan bien con ella como nunca lo había hecho contigo.Sentiste tu estómago revolverse ante la imagen y sin decir nada te levantaste de ahí y te dirigiste al baño.

Te metiste a un cubículo y rápidamente te arrodillaste ante el inodoro expulsando todo, aunque esto era mayormente agua.

—Soora, ¿estás bien?—Oiste la voz de Wonyoung pero ni siquiera sentías las fuerzas para hablar.

—S-si...todo bien.—Le respondiste casi en un susurro y volviste a escuchar la puerta abrirse suponiendo que ya se había ido.