1O.

1.5K 111 7
                                    

El pretendiente de wonyoung era un compañero nuestro.

Pensaste.

Aunque siempre había deducido que el chico no estudiaba aquí pero ahora lo sabías, quizás podías mantenerte la cabeza ocupada con eso e intentando no pensar demasiado en tu novio que aún no se atrevía a hablarte.

Sin querer ser mas chismosa te fuiste de ahí en camino a la cafetería, en realidad era donde se suponía que esperarías a wonyoung pero ya viste que no.







Dos pitidos retumbaron en tus oídos mientras caminas hacia tu hogar, te sobresaltaste deteniéndote en tu lugar y en frente visto el auto de sunghoon con el vidrio yendo hacia abajo.

—Vamos.—Dijo sunghoon, con miedo a reprochar simplemente supiste en el asiento del copiloto.

—Lo siento.—Pronunció sin siquiera verte, su mirada estaba en la carretera pero su mano se deslizaba por tu muslo aún vestido con la falda del uniforme.

—Esta bien.—Tu voz casi se quebraba al recordar el asunto del otro día.

—En serio lo siento, muñeca, ya he controlado mis celos yo solo, no quiero verte o imaginarte con otro chico.—Finalmente una lágrima rodó por tu mejilla, sintiéndote tan débil ante él.

Los minutos pasaron cuando finalmente llegaron al edificio, en el transcurso de subir hacia el apartamento ninguno dijo una palabra, sunghoon se limitó a tomarte por la cintura y restregar su nariz contra tu cabello, aspirando el olor de tu shampoo y sonriendo al recordar que aún era ese de bebé que te gustaba.

Cuando entraron a casa, te abalanzaste sobre él, sobre sus labios, mejor dicho.

Te beso increíblemente bien, increíblemente suave y dulce, tanto como te gustaba que lo hiciera, pudiste volver a sentir el amor.

—Te amo, soora.—Sunghoon susurró sobre tus labios, sacándote una sonrisa que rápidamente fue contagiosa para él.







—¿Oíste que el sábado habrá una fiesta en casa de jungwon?—Pregunto wonyoung a través de la otra línea.

—Yo...en realidad no sé si pueda ir.—Dijiste mirando a sunghoon mientras desabotonaba su camiseta de la escuela.

Observaste sus abdominales bien marcados al igual que sus bíceps, lamiendo tu labio inferior despistadamente, tus mejillas se enrojecieron cuando sunghoon conectó su mirada con la tuya inmediatamente soltando una risita.

—Yo preguntaré, y te aviso.—Le dijiste a wonyoung y después colgaste cuando se despidió.

Un rugido se hizo presente en tu estómago llamando la atención de ambos y le sonreíste tímida.

—Creo que deberíamos pedir comida, también muero de hambre.

—Podríamos pedir pollo, hace días traigo antojo.—En realidad traías antojo de cualquier cosa, tus comidas no habían sido precisamente las mejores en estos días, en especial porque apenas y te esforzabas en poner algo en tu boca, la única forma de que te mantuvieras comiendo bien era si estabas en la escuela ya que wonyoung te miraba como si se fuera a morir solo porque no comías.

Era de gran ayuda pero a veces te avergonzaba que ella supiera todos tus problemas, lo único que no podía saber era sobre lo que pasaba con sunghoon.

Cuando el pollo llegó ambos bajaron hacia la cocina.El ambiente era tan agradable aunque ninguno decía nada y solo se concentraban en su plato.

—Hoonie...—Dijiste casi en un susurro.

—¿Si?

—Habrá una fiesta, quizás...¿podemos ir?—Sunghoon no dijo nada por unos segundos al igual que su expresión, era neutral, no podía leerla.

—Lo sé.u

—Iré contigo.—Dijo para después seguir comiendo.

Te limitaste a mostrar una pequeña sonrisa, rara vez Sunghoon te dejaba ir a fiestas así que estabas emocionada por contarle a wonyoung.






Dos días después ambas se encontraban en un centro comercial, Wonyoung estaba igual de emocionada así que había sugerido ir a comprar algo para ponerse en la fiesta después de clases, ahora era jueves.

—Creo que deberías ponerte algo muy lindo si no has salido en mucho tiempo.—Dijo Wonyoung mientras revisaba cada prenda de ropa en la tienda a la que habían entrado.

—Prefiero las cosas simples.—Era cierto, jamás te gustó llamar la atención y si sunghoon te veía así no sabías cómo iba a reaccionar.

—Pero necesitas verte linda, vamos.—Wonyoung intentó convencerte así que accediste aunque no estabas segura de si realmente lo usarías.

—Y dime, ¿qué tal sunghoon?—Pregunto detrás de la cortina del vestidor mientras te probabas esa falda de mezclilla plisada que había elegido para ti.

—Estamos bien.

Saliste dando una vuelta tímidamente mientras ella sonreía.

—Te queda perfecta.

𝒇𝒓𝒂́𝒈𝒊𝒍 ;; 𝑠𝑢𝑛𝑔ℎ𝑜𝑜𝑛 𝑒𝑛ℎ𝑦𝑝𝑒𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora