𝒇𝒓𝒂́𝒈𝒊𝒍 ;; 𝑠𝑢𝑛𝑔ℎ𝑜𝑜𝑛 𝑒𝑛ℎ𝑦𝑝𝑒𝑛

19.

Pequeñas estrellas se dibujaban en el techo de Wonyoung, tu dedo índice trazando cada una de ellas después de que Ni-ki te dijera que vendría, mentirías si dijeras que no querías verlo, pero una parte de ti esperaba verlo más que a nadie, Ni-ki también había sido alguien importante, ahora que lo pensabas y que te ponías a reflexionar sobre tu situación, él fue el único que jamás te traicionó.

Dos toques en la puerta se hicieron presentes, bajando tu mano inmediatamente y levantándote de la cama, arreglando tus shorts que se habían subido ligeramente dejando algo de piel expuesta.

Abriste la puerta encontrándote con una de las mucamas.

—Señorita shin, la buscan.—Sin decir nada más la mucama desapareció de la puerta, dejándote confundida.Saliste de la habitación cerrando la puerta detrás de ti y caminaste por el pasillo hacia las escaleras.

Al llegar hasta la sala donde suponías que estaría esperándote la persona te encontraste con la figura de Ni-ki, bueno, ¿quién más podría ser?

—Pensé que no vendrías.—Hablaste luego de varios segundos terminando con el silencio que los estaba inundando a ambos.

Parecía no haberse dado cuenta de tu presencia porque al momento de hablar dio un leve saltito en su mismo lugar, posando una de sus manos sobre su pecho, mientras giraba su figura hacia tu dirección.

—Me sacaste un susto.—Reíste ante sus palabras y él te devolvió una sonrisa.

—¿Qué haces aquí?—Finalmente preguntaste, llevando tus manos hacia atrás de tu espalda, comenzando a pellizcar tu uñas por el nerviosismo que comenzaba a aparecer nuevamente.

—Quería verte.—Respondió Ni-ki quitándote la mirada de encima y posándola en la pequeña colección de esculturas minis en uno de los tantos estantes que adornaba la sala.

—¿En serio?—Preguntaste incrédula.

—No.Bueno, puede ser que si, puede ser que no.—Está vez volteo solo para lanzarte una sonrisita.

—Idiota.—Su única reacción fue una leve carcajada, casi inaudible y lo suficientemente corta.

—Estaba preocupado.—Habló después de varios segundos cuando el silencio se había tornado incómodo e hizo una gran pausa antes de volver a hablar.—Y número uno, creí que me estabas mintiendo y que no te encontraría aquí, número dos, ¿te escuchabas algo rara?, quería asegurarme de qué estuvieras sana y a salvo.

—Pues, no entiendo cuál es la preocupación.—Tus brazos ahora se encontraban cruzados, cansándote de su actitud, no querías que te tuviera lástima, porque sabías que eras más que eso.

—Y no es lástima, ¿si?—Solto como si te hubiera leído la mente, provocándote rodar lo ojos.

—Conozco a sunghoon, y sé que puede ser hiriente.—Volvió a posar su mirada sobre ti, esta vez caminando hacia tu dirección a pasos cortos y lentos.

—No, no lo conoces.

—Lárgate, por favor.

—No me iré, soora.—Tomaste su mano sin más, llevándolo al segundo piso, dirigiéndote al cuarto de Wonyoung ya que en la sala habían varias cámaras, su madre aún seguía en casa.

Una vez que estuvieron ambos dentro de la habitación tomó asiento en cama de Wonyoung y comenzaste por levantar tus mangas que cubrían tus muñecas y antebrazos, le mostraste todas las cicatrices más recientes.Él por inercia tomó tus brazos, acercándote a él para mirar más de cerca.

—Que mierda, ¿él te hizo esto?—Pregunto con una expresión preocupada, su ceño estaba fruncido y no podía despegar la mirada de las medias lunas en tus brazos y los pequeños moretones en ellos.

—¿Soora?—Asentiste varias veces.

—¿Por qué no me dijiste? Te ofrecí mi ayuda porque sabía que sunghoon te hería con sus palabras, jamás pensé que físicamente.—Te golpeo y no se te paso por la cabeza, pensaste al escuchar cada una de las palabras que salía de su boca.

—Pero ahora no importa.—Te soltaste del agarre de Ni-ki, volviendo a cubrir tus brazos y sentándote junto a él, Ni-ki inmediatamente llevó su mirada hacia ti.

—Wonyoung me convenció de denunciarlo.—No obtuviste respuesta por parte de él, parecía estar pensativo y su expresión aún era indescifrable, no sabías si estaba confundido, enojado, preocupado o lo que estaba pasando por su cabeza.

—Vamos ahora.—Tu mirada que antes estaba posada sobre tus piernas ahora estaba posada sobre él.

—¿Qué?—Tu ceño se frunció, pellizcando ligeramente la piel en tus piernas.

—No podemos, Wonyoung no ha regresado.

—¿Y dónde está?

—No lo sé, salió hace varias horas pero dijo que no tardaba.—Ambos salieron de la habitación, yendo al piso de abajo, en el camino marcaste al número de Wonyoung, pero ella no atendió, volviste a marcar con la esperanza de que respondiera pero fue en vano porque siguió sin responder.Las próximas veces mandaba directamente a buzón, como si lo hubiera apagado, pero, ¿por que lo haría si aún así volvería a verte? digo, estabas en su propia casa, no podía ignorarte.

—Ni-ki, no responde.—Ahora sí estabas preocupada.

—Winter, ¿sabes a dónde fue Wonyoung?—Le preguntaste a una de las mucamas, una de las pocas que habías visto que hablaran con Wonyoung, la más cercana de hecho.

—Dijo que iba con un amigo y nada más, ¿por qué, señorita?—Dijo winter, deteniendo lo que estaba haciendo y ladrando su cabeza en curiosidad.

—Gracias.—¿Qué amigo? Podría ser Jungwon, pero ellos ya no estaban juntos, tenías que hacer memoria pero ella jamás mencionó amigos, casi nunca hablaban sobre chicos.

En la última pelea que estuviste con sunghoon tenías escasos recuerdos, llegó wonyoung y recuerdas esa pequeña frase de sunghoon "Sabes, ahora estoy ocupado, pero, ¿podríamos hablar más tarde, bebé?".

—Creo que está con sunghoon.—Le dijiste a Ni-ki quien te miraba con los brazos cruzados.

—¿Por qué estaría con sunghoon?—Pregunto Ni-ki, con una ceja arcada.

—Ellos...coqueteaban.—Dijiste firmemente, tratando de verte fuerte ante la declaración.

—¿Coqueteaban?¿Cómo que coqueteaban?

—Estás haciendo demasiadas preguntas, tenemos que ir a buscarla, lleva casi 4 horas fuera y dijo que no tardaría, no sabes de lo que Sunghoon es capaz.—Tomaste la mano de Ni-ki, casi corriendo hacia la puerta principal.Ambos se montaron en el auto de Ni-ki, comenzando a manejar hacia la casa de Sunghoon, estaba a unos 15 minutos, no tardarían mucho en llegar si Ni-ki aceleraba el paso.