𝒇𝒓𝒂́𝒈𝒊𝒍 ;; 𝑠𝑢𝑛𝑔ℎ𝑜𝑜𝑛 𝑒𝑛ℎ𝑦𝑝𝑒𝑛

O7.

La habitación olía a un perfume, de hombre por lo que pudiste notar, este inundaba tus fosas nasales cuando cerraste la puerta de la habitación detrás de ti y comenzaste a observar la habitación estaba adornada con una gran cama en medio de la habitación, unos muebles al rededor de ella y una pequeña sala con una televisión justo frente a un gran ventanal con bonitas cortinas grises oscuro adornando a lado.

Te recostaste sobre la cama sin pensarlo mucho y te pusiste cómoda tratando de dormir, aunque en ese momento tenías muchos pensamientos en la cabeza como para poder descansar tan fácilmente o al menos eso pensabas.

El sonido de unos pasos inundaron tus oídos obligándote a abrir los ojos, encontrándote durmiendo cuando te debatiste en si hacerlo o no.Antes de que pudieras levantarte de la cama la puerta se abrió levemente dejándote ver la figura de ni-ki fuera de la habitación.

—No sabía que estabas aquí, lo siento.—Dijo ni-ki es una voz lo suficientemente audible para que llegara a tu oídos, sacándote de tus pensamientos.

—¿Te desperté?—El hombre habló antes de que si quiera pudieras articular una palabra.

—No, aunque estaba intentándolo, no te preocupes.

—¿Seguirás faltando a clases?—Pregunto ni-ki con notable curiosidad.

—Bueno, no tengo ni siquiera para ir en el autobús, así que si lo haré.

—Te podría llevar, pero sunghoon se daría cuenta, no quiero que tengas problemas.

—No es necesario, ya haces bastante con dejar que me quede aquí.—Le sonreíste amablemente y él solo pudo devolverte la sonrisa.

Estaba a punto de volver a cerrar la puerta cuando volviste a hablar.—¿Ya irás a dormir?—Preguntaste nerviosamente ahora sin una pizca de sueño.

—Se supone que si, pero no tengo sueño, tal vez me pondría a ver una película.

—Veamos una, se me quitó el sueño.—Ni-ki asintió en respuesta y te levantaste de tu lugar rápidamente dirigiéndote hacia él.Ambos caminaron hasta la sala de estar que estaba a solo unos pasos de la habitación donde te hospedaste, cuando finalmente llegaron te situaste en un lado del sillón, hecha bolita en tu lugar y con tu espalda recargada en el cómodo respaldo.

—Y como vas a tener sueño si dormiste bastante.—Comentó ni-ki riendo después de haberle dicho que ni siquiera notaste cuando te quedaste dormida y te despertaste gracias a él.

Ni-ki mantuvo su mirada sobre ti algunos segundos desde el otro lado del sillón, aunque apartó sus ojos de ti cuando pusiste en reproducir la película, sacándolo completamente de su trance.

—Deberíamos hacer palomitas o no.—Preguntó sin quitar la vista del televisor.

—Yo estoy bien así.

—Vamos, son ricas.Bien, igual las haré.—Dijo levantándose del sillón para caminar hacia la cocina, sin tardar más de 5 minutos y regresando con un bowl lleno de palomitas de mantequilla.

Ambos comenzaron a mirar la película con atención sin distracción alguna, aunque en lo que iba a de esta comenzaste a recordar a sunghoon y tus ganas de llorar volvieron, te hacía mal pero eso no impedía extrañarlo y saber que todo terminó de la manera que menos deseaste.

—¿Él te hablo de mi?—De pronto un gran suspiro se escucho por su parte y es que sunghoon si te había mencionado, pero ni-ki sabia que si te contaba lo que había dicho probablemente no te haría de lo mejor.

—No, no te preocupes.

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6 llamadas perdidas de wonyoung, el sonido de ti celular te obligó a abrir los ojos, encontrándote con unos intensos rayos de sol entrando por el gran ventanal frente a ti.

Tomaste tu celular sin más y atendiste la llamada aún con los ojos llenos de sueño.

—¿Hola?—Hablaste con la voz somnolienta mientras intentabas enderezarte en la cama, te estiraste un poco hasta que se oyó la voz de wonyoung.

—Por dios, hasta que contestas, estaba preocupada por ti, soora, ¿dónde estás?—Hablo Wonyoung con notable preocupación del otro lado de la línea.

—Se suponía que hoy regresarías, pero en cambio no recibo siquiera un mensaje de texto avisándome que estás a salvo.—Una pequeña risita salió de tus labios al ver el tan tierno actuar de wonyoung ante la situación.

—Solo no me sentí bien, no es nada.

—Pero se supone que ahora estás bien, ¿pasó algo?

—No es nada wonyoung, estaré bien, lo prometo.

—Hey wony, ¿vamos?—Una voz bastante familiar se hizo casi presente en la llamada, el sonido no fue tan alto pero sí lo suficiente como para notar que wonyoung no estaba sola.

—Bien soora, debo irme, adiós.—Fue lo último que dijo antes de colgar rápidamente ni siquiera dejando que dijeras una palabra.

Tus pensamientos comenzaron a fluir, y es que esa voz... sabía que la conocías aunque esta era un poco más suave, linda se podría decir, no querías seguir pensando que se trataba de quien creías.