𝒇𝒓𝒂́𝒈𝒊𝒍 ;; 𝑠𝑢𝑛𝑔ℎ𝑜𝑜𝑛 𝑒𝑛ℎ𝑦𝑝𝑒𝑛

12.

El sabor de la carne de hamburguesa te hizo gemir, en conjunto con el queso, no podías pensar que jamás habías probado una hamburguesa tan buena como esta.

Ni-ki se ofreció a llevarte a un hotel después de negarte a ir a su departamento una vez más.

Un rugido en tu estómago se hizo presente en su auto, sacándole una carcajada.

—Veo que alguien tiene hambre.—Recordaste.

—Lo siento por tratarte así, no quería, de verdad.—Dijiste con honestidad al igualmente recordar como lo habías tratado hace solamente unos minutos, aunque no se molesto, parecia entender que era todo gracias al alcohol en tu sistema.

—Está bien, soora.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Bueno, ya estás haciendo una.—Ni-ki rio.

—Eres su mejor amigo y... creo que me está siendo infiel.—Él se quedó en silencio unos segundos antes de abrir sus labios pero nuevamente no dijo nada.

—No lo sé, después del incidente él y yo hemos estado algo distanciados.—Dijo ni-ki para después dar otro trago a la coca cola en su vaso.

—Ha estado bastante a la defensiva y ha hecho chistes sacarcasticos frente a los demás, aunque siempre es muy pesado pero sé cuando algo es juego y cuando no.

—Ya veo.—Todas las imágenes de las situaciones volvieron a hacerse presentes en tu cabeza, trataste de ignorarlas pero no pudiste, sintiendo como el aire desaparecía de tu pecho.

—¿Estás bien?—Pregunto ni-ki obviamente preocupado.

—Solo...necesito un poco de aire.—Apenas pudiste articular esas palabras y saliste corriendo del lugar.

El aire fresco golpeó tu rostro sintiéndote aliviada por finalmente poder respirar.De repente una vibración se hizo presente en uno de los bolsillos de tu bolso, abriste los cierros buscando por tu teléfono hasta que finalmente lo encontraste viendo el nombre de sunghoon en la pantalla.Pensaste en no contestar pero sabías que si no lo hacías seguiría insistiendo, cuando finalmente ibas a contestar este colgó.Tus ojos se abrieron al ver que tenías más de 15 llamadas perdidas de sunghoon.Cuando ibas a llamarlo él ya lo estaba haciendo así que atendiste.

—¿Dónde mierda estás?—Su voz te hizo estremecer, estaba enojado y eso te daba miedo, te aterraba.

—L-lo siento...no sabía dónde estabas y necesitaba tomar—Antes de que pudieras seguir un "hoonie" se hizo presente en la llamada de una voz femenina bastante conocida, tu corazón se detuvo por un momento.

—Mándame tu ubicación iré por ti.—Aún sonaba molesto y sin más colgó la llamada.

"¿Esa era wonyoung?" Te preguntaste muchas veces, tal vez solo fue una gran coincidencia, ella no podía ser asi, era tu mejor amiga, ¿cierto?

Volviste a entrar al restaurante no sin antes enviarle tu ubicación.

—Ni-ki, necesito que te vayas ahora, sunghoon vendrá por mi y no te puede ver aquí, por favor...—Ni-ki pareció entenderlo así que en el próximo minuto él ya no se encontraba en el lugar.Ahora estabas sentada terminando tu comida y esperando a sunghoon.

Dos pitidos retumbaron tus oídos volteando hacia las ventanas donde yacía el bonito auto de sunghoon, saliste dejando algo de propina y cuando ibas a subirte notaste a wonyoung en el asiento del copiloto.

—Hey, soora.—Dijo Wonyoung tambaleando la cabeza, claramente estaba ebria y quizás tu novio solo estaba siendo amable de llevarla a casa.

—Sube atrás, soora.—Dijo sunghoon con voz autoritaria y obedeciendo te subiste al auto, sintiéndote raramente incómoda por estar con sunghoon y wonyoung en ese estado.

Wonyoung se la pasó hablando y sunghoon solo podía soltar risitas, esas que soltaba cuando ustedes aún estaban conociéndose.Segundos después Wonyoung cayó dormida en el asiento, quedando en completo silencio con sunghoon.

Minutos después finalmente estuvimos sobre la casa de Wonyoung, esta era bastante grande y lujosa, aunque se veía bastante acogedora por las ventanas.

—Vamos wony.—Dijo sunghoon dulcemente creándote un pinchazo en el corazón por el tono que había utilizado con ella.

Solo pudiste observarlos llegar a la puerta y como una de las menos de sunghoon estaba sobre su trasero, sosteniéndolo como si se fuese a caer aunque pensaste que no había necesidad.De nuevo otro pinchazo en tu corazón.Y ese beso en su frente, una lágrima se escapó de tus ojos, limpiándote inmediatamente porque a sunghoon no le gustaban las lágrimas.

Finalmente habían llegado a su casa, una vez que te pusiste cómoda decidiste preguntarle sobre ella y tus dudas cada vez crecían más.

—¿Por qué la agarraste así?—Preguntaste frente a él mientras se ponía su camiseta para dormir.

—Deja las preguntas, no estoy de humor.

—Por favor, ¿te gusta ella?—Tu voz se quebró.

—Mierda soora, te dije que dejarás de preguntar, ¿por qué nunca puedes obedecer?—Su voz se alzó pero no lo suficiente como para que se escucharan como gritos.

Se acercó a ti tomando tu rostro con una de sus manos y apretando tus mejillas, sintiendo el ardor recorrerlas.

—Más te vale ser mi niña linda, ¿si?—Dijo para después soltarte y depositar dos palmadas en tu mejilla que se sintieron más como azotes en ella.