16.

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—¿Qué mierda fue ese berrinche que hiciste en la cafetería?—Sunghoon tomaba tu muñeca con fuerza, podías sentir sus uñas enterrándose en la piel lechosa de ellas, dejando marcas y comenzando a arder de repente la zona, probablemente sacando sangre de ahí.

—Estabas diciéndote secretos con ella, frente a mi.—Hiciste tu mayor esfuerzo por no derramar las lágrimas que ya estaban acumuladas en tu lagrimal, sabías que odiaba verte llorar y lo que más odiabas tú era que te viera llorar.

—¿Y qué? ¿Qué mierda te importa?—Su tono de voz ni siquiera era tan elevada como para que sonaran gritos pero si era lo suficientemente dominante y grave en la sala como para hacerte sentir indefensa ante él.

—¿¡Te gusta?!—Esta vez decidiste alzar la voz, sabías que no podías porque a leguas penas recordabas lo que te hacía cuando le alzabas la voz, casi siempre tu mundo se tornaba negro después de estrellarte contra el piso y ver sus nudillos llenos de sangre a través de tus ojos entreabiertos por el dolor.

En ese momento sunghoon te suelta, estirando su mano, pareciendo prepararse.Te quedas inmóvil unos segundos hasta que tu mente reacciona, retrocediendo centímetro a centímetro hasta que tu trasero chocho con una de las sillas del comedor, girando tu cabeza hasta el lugar de donde provino el sonido.

—¿Mmh?—Oiste a sunghoon aún sin mirarlo, pero sus pasos firmes y ruidos te hicieron volver a posar tu mirada sobre él.

—Tú sabes que jamás vas a poder escapar de mi, bonita.—De un segundo a otro tu espalda ya estaba pegada al piso con sunghoon encima de ti, formando un puño directo a tu rostro, pequeñas luces de colores parpadeante comenzaron a aparecerse en tu vista cuando sentiste el golpe directamente en tu nariz, casi desmayándote por el dolor y ni siquiera dejándote procesarlo.

Cuando iba estaba formando otro puño varios "Ding dong" resonaron en los oídos de ambos, bastante drogada en el dolor como para escuchar las siguientes palabras de sunghoon.

—Salvada por la campana.—Dijo con una gran sonrisa, cambiando su actitud inmediatamente.Antes de levantarse y arreglar su puño con rastros de tu sangre se acercó hasta a ti dejando un suave beso sobre tus labios.

—Ve a lavarte, te ves fatal.—Sunghoon dijo aún con esa sonrisa en su rostro que comenzaba a darte asco.Apenas pudiste asentir ante sus palabras, intentando levantarte del suelo pero tus brazos fallando en el intento volviendo a caer al suelo.

—Hey, wony.—Apenas lograste escuchar la voz de tu novio a metros de ti.

—Sabes, ahora estoy ocupado, pero, ¿podríamos hablar más tarde, bebé?—Su voz sonaba tan dulce.Seguramente esto apenas lo recordarías mañana.

—¿Estás con Soora?

—Sí, y ya sabes cómo es.

—He estado muy distante con ella, esto me tiene vuelta loca en serio, hoonie.

—Te aprecio pero...

—Hey, wony, basta.—Después de eso no lograste escuchar nada más, todo se volvió negro.

Aquí íbamos de nuevo.




—Agh.—Exclamaste, acariciando tu cabeza para suavizar el dolor que yacía palpitando en ella.

—¿Sunghoon?—Tu voz aún seguía débil, bueno en realidad todo tu ser estaba débil, tu cuerpo dolía, al igual que tus muñecas y tu rostro.Te sentaste en la cama, ni siquiera era tu habitación, era la de invitados, era mucho más pequeña y sin detalles.

Había bastante ruido en el departamento, como si estuviera en construcción, un sonido produciendose cada segundo, como si alguien estuviera martillando.Estabas decidida a levantarte pero hasta tus tobillos estaban lastimados, notaste las marcas rojas y la sangre al rededor de estos, gateaste hasta el baño que quedaba a solo dos metros tomando las vendas del cajón debajo del lavamanos, enjuagando ambos aunque soltaste varios quejidos de dolor.

Finalmente pudiste ponerte sobre tus pies, caminando lentamente hasta la salida de la habitación y dirigiéndote hacia el sonido.

—Hoonie...—El nombre de tu novio resonó, casi como si lo hubieran susurrado en tu oído, pero no era normal, la voz que lo produjo parecía, ¿cansada? En un gemido.

—Voy a...agh.—Otro gemido tras otro gemido, combinado con el estruendo que estuvo atormentado tu cabeza desde que te levantaste.

El sonido se hizo más intenso hasta la habitación de sunghoon, la puerta estaba ligeramente abierta, tus pasos se relentizaron adentrándote a la habitación solo para encontrarte a tu novio y a tu mejor amiga.

Estabas parado junto al marco, observando toda la escena, sin poder procesarlo y ellos ni siquiera parecían inmutarse por ti.

Parecías invisible.

—¿Qué...mierda?—¿Ellos estaban...?

𝒇𝒓𝒂́𝒈𝒊𝒍 ;; 𝑠𝑢𝑛𝑔ℎ𝑜𝑜𝑛 𝑒𝑛ℎ𝑦𝑝𝑒𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora