O6.

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Después de las semanas de reposo en el hospital finalmente te dejaron irte a casa con sunghoon, él para nada cambió cuando llegaron a casa, supiste que todo esto había sido una máscara cuando comenzó a gritarte miles de cosas por no haberte cuidado lo suficiente para no embarazarte y que pasara todo esto, también te regaño por haber dejado de alimentarte aunque la mayoría de veces era su culpa que esto pasará.

Te sentías miserable en casa y lo único que querías era encerrarte en el baño y llorar hasta que tus lágrimas se secarán.

—Vamos, llora como la perra que eres.—Oíste a sunghoon cuando una lágrima se escapó por tus ojos, dejándote en evidencia del claro miedo que tenías en ese momento.

—Carajo, solo me das problemas.—Jamás habías pensado en eso, pero cuando sunghoon lo mencionó tenía razón, tu vida estaba llena de problemas, arruinabas la de él.

—¿Y por qué no me dejas?—Le dijiste, no supiste de dónde sacaste las fuerzas para decirle eso ya que sabías que eso no te convenía en lo mínimo, pero estabas harta de todo esto, jamás fuiste tan valiente pero esta vez lo necesitabas.

—Lárgate, no te quiero volver a ver.—No dijiste nada más y te pusiste en camino hacia el exterior, sintiendo como tu pecho se apretujaba y las lágrimas comenzaban a botar sin parar por tus ojos, no sabías a quién acudir, estabas sola.

Parecería una película cliché cuando comenzó a llover, pero esta vez no seria con la pareja que acaba de terminar porque no pueden estar juntos, y aún así se aman, solo yo sentía amor.

A medida que ibas avanzando por las calles no ibas fijándote a donde te dirigías, la lluvia cada vez estaba más fuerte y tú más empapada, levantaste la mirada cuando oíste un auto pitar repetidas veces y orillarse en la banqueta.

—Carajo, te ves horrible.—Oíste esa voz tan peculiar del mejor amigo de sunghoon, ni-ki.

—No ayudas.—Dijiste mirándolo de reojo.

—¿Te llevo?

—No, estoy bien, después regreso sola.

—¿Pelearon de nuevo?—En realidad te sorprendió su pregunta, ya que sabías cómo era sunghoon y probablemente lo único que hablaba era de su relación "perfecta" si es que se dignaba a hablar de ti.

—Si...

—Vamos, te llevaré a un hotel.

No supiste cómo pero ahora estabas en el asiento del copiloto del auto de ni-ki empapando el asiento y sintiéndote avergonzada por eso.




—Conozco a sunghoon desde hace años, y no es una sorpresa que sea así de impulsivo, controlador y con ataques de ira, pero jamás me había enterado de algo así.—Dijo ni-ki haciendo del ambiente silencioso menos incómodo, sacándote una risita al escuchar como lo describió a la perfección.

—Yo le dije que me dejara.

—Y ni-ki, no es necesario que me lleves a un hotel.

—No lo iba a hacer, te llevaré a mi departamento, me da miedo dejarte sola a estas horas de la noche.

Te sentiste un calorcito en tu corazón al escucharlo, sonaría chistoso, pero ni-ki se estaba preocupando más por ti que de lo que lo hizo sunghoon en los años que han estado juntos.

—Sabes que si sunghoon se entera de esto te matará, y a mi también.

—Pero no lo hará.

—¿Y por qué te preocupas tanto? Si él es tu amigo, no yo.

—Porque sé cómo es sunghoon, y aunque sea mi amigo no te dejaré tirada.—Solo te limitaste a asentir y no tardaron en llegar al precioso edificio un poco alejado de donde estaban, pero parecía ser un distrito caro de Seúl.Ambos se bajaron del auto y ahora la lluvia no estaba tan fuerte pero ni-ki se ofreció a darte su chaqueta.

Tomó tu mano y se adentraron al edificio, dirigiéndose directamente al elevador.En el transcurso de este ninguno dijo alguna palabra hasta llegar al departamento.

Su hogar no era bastante diferente al tuyo y de sunghoon, tenía colores como negro, blanco y dorado, pero incluso este se veía con mejores decoraciones y proporciones.

—Ve a darte un baño, ¿si? Yo iré por la ropa para prestarte.—Asentiste y obedeciste dirigiéndote al baño donde había señalado anteriormente.

Te desvestiste completamente, aunque esta vez pasaste de largo por el espejo y solo te metiste a la regadera, sentiste las gotas de agua caliente mojar tu espalda, sintiendo un alivio por eso.

Cuando finalizaste tu baño te enredaste en una toalla esperando por ni-ki.Mientras te cepillaste el cabello, segundos después oíste a ni-ki tocar, abriste la puerta levemente, lo suficiente como para que pasara la ropa por el espacio.Te dio unos pants grises junto con una camiseta blanca.

Finalmente saliste y te dirigiste hacia la cocina ya que no conocías otra parte de la casa, miraste a ni-ki preparando lo que parecía ser un te.

—Ven, toma esto.—Te acercaste sin dudarlo y pudiste sentir su mirada recorriendo tu cuerpo, ahora te sentías avergonzada por estar usando su ropa sin siquiera traer ropa interior debajo gracias a que estaba mojada.

—Tengo que ir con sunghoon, explora la casa y acomódate en la habitación que se te haga más cómoda, descansa soora.

𝒇𝒓𝒂́𝒈𝒊𝒍 ;; 𝑠𝑢𝑛𝑔ℎ𝑜𝑜𝑛 𝑒𝑛ℎ𝑦𝑝𝑒𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora