𝒇𝒓𝒂́𝒈𝒊𝒍 ;; 𝑠𝑢𝑛𝑔ℎ𝑜𝑜𝑛 𝑒𝑛ℎ𝑦𝑝𝑒𝑛

O5.

Últimamente estabas tan mal por las presencia de wonyoung, ella era tan amable y linda que solo querías dejar de existir porque te sentías miserable a su lado.

En las 2 semanas que habían pasado desde que llego incluso tus dietas fueron más estrictas, pasabas días sin comer y lo único que querías era ser tan delgada como Wonyoung, vomitabas a cada rato y tenías que tu cuerpo te mataba, aún seguías viéndote horrible ante el espejo, incluso tus ojeras estaban más graves después de que lloraras casi todas los días y tuvieras malas noches por eso.

—Hoy en la noche saldré con ni-ki y jake, ¿quieres venir?—Era bastante raro que sunghoon te preguntara así, pero estabas bastante cansada para aceptar.

—No tengo ganas, me siento un poco mal.—Ambos se encontraban frente a frente en el comedor de tu hogar, tu mirada estaba pegada en el plato de comida lleno que yacía frente a ti mientras sunghoon solo se enfocaba en terminar el suyo.

Se levantó y fue hasta tu lugar, tomó tu mano obligándote a levantarte de tu lugar y luego tomó tu cara para dejar un suave beso sobre tus labios.Tal vez que fuera tan espontáneo era lo que te había enamorado de él.

—¿Quieres ir al doctor?—Te preguntó mientras una de sus manos se situaba en tu cintura y la otra en tu mentón.

—Estoy bien así.Iré a descansar.—Te sacaste de su agarre y te dirigiste a tu habitación como pudiste, una vez ahí te tiraste en la cama notando como el dolor en tu abdomen había crecido, te quejaste poniendo tu brazo en él pero este seguía.Trataste de relajarte pero nada funcionó.

El dolor siguió y te levantaste dirigiéndote al baño, cuando bajaste tu ropa interior viste una mancha de sangre en ellas, tu periodo había estado retrasado por 2 semanas pero ni siquiera habías estado consciente de ello, segundos después tu cuerpo golpeó el piso con fuerza.Sunghoon no tardó en llegar al escuchar el golpe.

Tus ojos se abrieron lentamente, estos se sentías pesados al igual que tu cuerpo, te encontraste con una habitación de hospital, volteaste a los lados pero no te encontraste con sunghoon siendo lo primero que te vino a la mente al despertar.

—Vaya, hasta que despiertas.—Un chico vestido de blanco entró a la habitación sonriendo.

—¿Qué pasó?—Le preguntaste con la voz bajita ya que aún seguías débil.

—Te desmayaste, llevas dormida 2 días.Aunque tendrás que estar aquí más tiempo.

—¿Por qué?—Aunque te seguías sintiendo mal no te gustaban los hospitales, te recordaban a tu abuela, tu persona favorita en el grupo de gente que se hacía llamar tu familia.

—Se que esto es un tema sensible pero quiero que te lo tomes con calma, ¿si?—Asentiste lentamente preocupándote.

—Llevabas 3 semanas embarazada y tuviste un aborto espontáneo por desnutrición, aún estás bastante débil, deberás quedarte al menos 2 semanas más aquí, tenemos que estabilizarte y luego podrás ir a tu casa.—En tu cara se mantenía una reacción confusa, ni siquiera habías pensado en un embarazo, ¿y ahora habías tenido un aborto espontáneo? Todo esto era demasiado para procesar, estaba en un estado de shock.

—Tu novio vendrá al rato a verte, nos dijo que te avisara sobre eso si despertabas.—Asentiste suavemente ante sus palabras y luego salió de la habitación.Me volví a acomodar en mi lugar recostando mi cabeza en la camilla.

El resto de la semana me habían obligado a invertir los alimentos que llevaban, algunos eran gelatinas o sopa, pero la mayoría ni siquiera tenían un sabor bueno, en varias ocasiones intenté vomitar estos o lo hacía pero me hacían comerlo de nuevo.Sunghoon había estado siendo atento conmigo, no sabía si era por mi estado, y estaba preocupado por mi, o porque estaba tratando de parecer el novio perfecto frente a las enfermeras.

—¿Te sientes mejor?—Pregunto sunghoon mientras te daba de la pequeña gelatina que estaba en sus manos.

—No, porque me obligan a comer esa gelatina desabrida, es asquerosa.

—Lo sé, pero debes comerla para estar bien, pronto saldrás de aquí y estarás bien, ¿de acuerdo?—Asentiste con una sonrisa, sintiéndote bien ante las acciones de sunghoon, beso tus labios y luego siguió alimentándote con la gelatina.

—Te amo...—Dijiste casi en un susurro.