15.

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—Soora, la verdad es que debo decirte algo, no puedo guardármelo más.—Dijo Wonyoung de la nada mientras veían una película de romance, amabas estaban acurrucadas en su cama después de hacer cualquier cosa que se les viniera a la mente, quedando agotadas hasta que finalmente decidieron acostarse.

—¿Qué pasa?—Preguntaste sin quitar la mirada del televisor donde pasaban la escena más romántica que jamás hayas visto.

Desearía estar así con sunghoon, pensaste al observar cada detalle de la escena, sintiendo celos.

—¿Recuerdas que te dije que me estaba viendo con alguien?

—Si, claro.—Le respondiste con algo de seriedad.

—Es jungwon.

—¿En serio?—Eso explicaba porque jungwon ya no me había dirigido la palabra.Pensaste mientras analizabas la información.

—Sí, pero tengo un problema, y no sé qué hacer, o sea, estoy confundida y a la vez me siento la peor persona del mundo y, no sé cómo explicarlo, Dios.—Dijo Wonyoung mientras sus manos se presionaban en su cabello y rostro.

—Me matare.—Habló una vez más Wonyoung.

—Bueno ya cuéntame qué pasa.

—Hay otro chico, no en la relación, antes lo estaba pero tuve que dejarlo porque no era correcto, aún me gusta un poco y sé que jungwon no se lo merece, amo a jungwon.

¿Realmente lo amaba? Tenían menos de 2 meses de conocerse.

Déjalo, si sabes que no se lo merece.—Dijiste mientras la mirabas, ella ni siquiera lo hacía pero por su expresión podías decir que estaba preocupada y decepcionada, tal vez de ella misma, de sus acciones.

—Soy tu amiga, pero sabes que por eso te diré que hagas lo correcto.

—Lo sé, lo sé.—Está vez si dirigió su mirada hacia ti, sin cambiar su expresión aunque ahora sus ojos parecían llorosos.

—Es difícil, jungwon ha sido tan lindo.—Su rostro se acurrucó entre tu cuello y clavícula, pusiste tu mano sobre su cabello dejando que se desahogara.

—¿Y quién es él?—Preguntaste, pero ni siquiera recibiste respuesta.

—¿Wonyoung?—Esta vez no tardo en responder.

—No lo conoces.







Había pasado una semana desde tu encuentro con Wonyoung y estaba tan distante, te preocupaba que estuviera enojada, quizá porque no le gusto lo que le dijiste sobre su problema amoroso, igual no querías hablar con ella porque ya lo habías intentando y ella respondía secamente, no querías humillarte más.

El timbre del receso te sacó de tus pensamientos, poco después llegó sunghoon, sentándose en el banco de a lado que ya había desocupado el dueño de este.

—¿Por qué te ves así, nena?—Pregunto sunghoon mientras que dos de sus dedos se posaban debajo de tu mentón obligándote a voltear a verlo.

—Wonyoung ha estado rara, estoy algo triste.—Le confesaste dejando un leve puchero en tus labios.

—Quizá solo es algo pasajero, en unos días todo estará bien, o habla con ella, pero no te preocupes demasiado, vamos.—Te sonrío levantándose obligándote también a hacerlo y ambos se dirigieron a la cafetería donde yacían todos los estudiantes, se sentaron en la mesa donde estaba Jake y Ni-ki.

Notaste que Ni-ki no despegaba la vista de ti, sintiéndote algo incómoda e invadida.

Poco después llegó Wonyoung, sentándose justo a un lado de sunghoon, ellos se sonrieron al igual que con los otros dos chicos, pero tu parecías ser invisible ahí.

Tu pecho se apretó al verla tan distante, ¿había hecho algo mal? te preguntaste, hace solo una semana estaban tan bien.

Poco después notaste que jungwon entró a la cafetería, algo decaído, ¿realmente lo había dejado?, al menos hizo lo correcto.

—Hoonie.—Oíste decir en la mesa, esa misma voz que habías escuchado antes en una llamada de tu novio, volteaste sin ser tan obvia, sunghoon estaba leyendo algo en el teléfono de Wonyoung, asintiendo una vez que sunghoon volvió a ver al rostro de Wonyoung.

Tus sospechas eran más grandes, pero no querías desconfiar de tu mejor amiga y de tu novio.

Sin decir nada te levantaste de la mesa, tomando la bandeja de tu comida al igual que tus cosas personales.

La mano de sunghoon en tu muñeca te detuvo.

—¿A dónde vas?

—Lo siento...—Te soltaste de su agarre y saliste de ahí, tu pecho comenzó a apretarse , casi dejándote sin aire y tu corazón latía muy rápido, te escondiste en unos de los salones vacíos más cercano y te sentaste en el piso abrazando tus piernas, escondiendo tu rostro entre ellas.

Una semana había durado tu felicidad.

𝒇𝒓𝒂́𝒈𝒊𝒍 ;; 𝑠𝑢𝑛𝑔ℎ𝑜𝑜𝑛 𝑒𝑛ℎ𝑦𝑝𝑒𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora