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Generalmente, son los padres los que dan hasta su alma al Diablo por proteger a sus hijos hasta del más mínimo daño

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Generalmente, son los padres los que dan hasta su alma al Diablo por proteger a sus hijos hasta del más mínimo daño.

¿Qué pasa si el Diablo son tres chicos?

Exacto.

Min YoonGi, Park JiMin y Min TaeHyung llegaron a convertirse en el mismo Lucifer solo para destruir a las personas que más daño le han hecho a sus padres.

Choi, SooBaing y ZuHi, los tres malditos que se habían esmerado en destruir a los hombres que más aman en esa vida.

Ya se habían dado tantas batallas entre todos, chantaje de parte de SooBaing para con YajaTzael, secuestro de Choi para con Zael y matrimonio de parte de ZuHi para con GiYoon.

Todos los Park y los Min se habían encargado de intentar dejar el pasado atrás, pero se dieron cuenta de que el pasado siempre está presente en donde sea y como sea.

Ahora solo hay una pequeña diferencia y es que si antes fueron sus padres los que dieron todo por ellos, ahora serían ellos quienes darían hasta su último golpe por sus padres.

Cuando YajaTzael, Zael y GiYoon fueron secuestrados por ese trío de psicópatas, YoonGi preparó mentalmente a sus menores cuando ellos le confesaron que querían vengarse.

YoonGi, siendo un experto en las cosas del mundo, les enseñó a usar armas y defensa personal mientras sus padres estaban encerrados a causa de esos malditos.

Sí.

— ¡Maldita, tú no le vas a poner un dedo a mi papá!

TaeHyung lanzó la tabla al piso para dirigirse hacia ZuHi y agarrarla del cabello para aventarla contra las sillas de madera.

— Así como me ves, te estoy golpeando con culpa porque eres mujer.

— Tú no querrás que arruine tu bello rostro, TaeHyung.

— Vete a la mierda.

Encolerizado por ver que esa maldita se había atrevido a tocar a su papá, gruñó antes de darle un rodillazo en la boca y al ver que empezaba a sangrar, la cogió del cabello para que se pusiera de pie.

— Te estoy golpeando, pero me siento mal — Sonrió — Papá JimDae me enseñó a respetar a las mujeres.

— Pero ella no es una mujer, es un perra.

Él no pudo evitar soltar una risita ante el comentario de GiYoon, quien por cierto estaba atado al poste que había en medio de la habitación.

— Exacto. Toda culpa se esfumó ahora.

— ¡Púdrete, TaeHyung!

Cuando ZuHi sacó una navaja e intentó apuñalarlo, él le agarró la muñeca y pudo detenerla gracias a sus reflejos avanzandos.

— Yo te diría a ti que te pudras, pero hace mucho que ya eras solo polvo.

Gruñendo la empujó contra la pared y sin culpas, ni remordimientos, le dejó un puñetazo en la nariz plástica que se cargaba.

— Jódete, maldita perra.

Con una sonrisa le guiñó el ojo a ZuHi antes de estrellarle el pie contra el pecho para que cayera por la ventana de ese segundo piso en donde estaban.

Nunca creyó que sería capaz siquiera de lastimar a alguien, pero ZuHi se había convertido en su enemiga toda la vida y él no pudo darse cuenta porque era una maldita falsa que aparentaba ser lo que no era solo para tener a GiYoon a su lado.

La suerte pudo acompañarlo cuando, junto con YoonGi, lograron encontrar en donde los Choi tenían a sus papás, por eso él se había encargado de ZuHi mientras YoonGi había ido en busca de Zael.

El maldito de Choi no se la iba a volver a hacer y primero lo mataba antes de que llegara a ponerle un solo dedo encima a Zael.

— ¡Yoonie, cuidado!

Maldición.

YoonGi cayó al piso cuando Choi le golpeó la espalda con un bate para que no lograra soltar a Zael de donde lo tenía atado.

— ¡Maldito defectuoso de mierda!

— ¡Déjalo! ¡No lo toques!

Con desesperación Zael intentó soltarse para evitar que Choi le hiciera algo a YoonGi, pero ese idiota volvió a estrellarle el bate en las piernas como lo había estado haciendo como castigo.

— ¡Yo no te dije que hablaras, puta barata! ¡Te dije que no te quería cerca de ese imbécil!

Cuando Choi bajó la guardia para dirigirse hacia él en busca de golpearlo con los puños, YoonGi, entre muecas de dolor, se levantó del piso y sigilosamente se acercó para agarrarlo de la nuca y así estrellarlo contra la pared hasta lograr desorientarlo.

— ¡Yoonie, ten cuidado, por favor!

Dios.

Si Zael supiera que ha pasado toda su vida metido en peleas callejeras y que se ha agarrado hasta con diez tipos al mismo tiempo, no se pondría así de asustado.

— ¡Ten cuidado! ¡Choi está loco!

" Más loco estoy yo "

En medio de todo, estaba disfrutando demasiado de golpear a Choi con sus propias manos como siempre había deseado.

Qué bien se sentía.

Lo mejor de todo es que sabía que JiMin también debía estar desquitándose las ganas que le había traído a SooBaing desde que se enteró de todo lo que le hizo a su papá.

Si había algo intocable para JiMin era Park YajaTzael.

— ¡Ni creas que ya estás libre, hijo de puta!

Atado a la silla, YajaTzael sonrió de emoción al ver cómo, más que enojado, JiMin estrellaba el codo un par de veces en la vitrina en donde estaba el extintor.

— Estoy llorando de puro orgullo.

JiMin le gruñó a SooBaing, quien estaba algo desorientado en el piso por todos los golpes que él le había dado con ganas y así, encolerizado, lo apuntó con el extintor antes de dejárselo caer en la cabeza.

— Dale si piedad, enano.

— ¡Eres un hijo de puta!

— ¡Podré ser un hijo de puta, pero tú eres un hijo de perra!

Todavía tenía muchas ganas de destrozar a SooBaing, por lo que JiMin sujetó el extintor entre las manos para después golpearlo con él de una forma en que nunca había golpeado a nadie.

Sí.

Habían sido los menores quienes buscaron venganza y destrucción para aquellos que se atrevieron a tocar a sus padres.

Al final, ver cómo SooBaing, ZuHi y Choi perdían la vida en la silla eléctrica, los tres al mimos tiempo y en hilera, eso los llenó de tanta satisfacción.

Los Min y los Park eran intocables e inquebrantables.

Punto.








†*:.。. sᴀᴅɪᴄᴏ y cσqυєτσ .。.:*♡ YoonMin (ʟɪʙʀᴏ cυατrσ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora