†*:.｡. sᴀᴅɪᴄᴏ y cσqυєτσ .｡.:*♡ YoonMin (ʟɪʙʀᴏ cυατrσ)

† ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ vєiทτє ♡

— No puedo creerte.

— Qué barbaridad, DaYeth. ¿En qué nivel me tienes?

YajaTzael negó con todo el drama que siempre lo ha caracterizado, pero que nunca ha aceptado. Miró a DaYeth con mucha indignación luego de que, básicamente, le haya dicho que no era un hombre que decía la verdad y que no podía creer ese cuento de que haría todo en modo son de paz cuando la paz nunca ha sido una opción.

— ¿A caso crees que fingiré estar en modo son de paz y luego atacaré? ¿Es que piensas que no soy un hombre de palabra? ¿Me estás diciendo que no soy capaz de estar en modo son de paz? — Cuestionó — ¿Estás acusándome de que no podré estar tranquilo cuando la calma abunda en mí? Yo siempre estoy calmado, es el mundo el que siempre está alterado.

Luego de su fascinante alegato válido acerca del hombre capaz de ser un pan de Dios que era, llegó a asentir con el ceño fruncido y con toda la seriedad para que nadie dudara jamás de su palabra. DaYeth, por otro lado, soltó una risita antes de acercarse a él, sacar de su bolso una toallita desechable y secarle así el sudor de la frente que había ocasionado la cólera comprimida que tenía por estar frente a la casa en donde vive quien en algún momento fue su gatito.

Min zael sin gatito agregado.

— Solo no quiero que agarres tantas cóleras, Hyung.

— No me trates como si fuera un hombre neurótico e histérico, ¿bien?

El menor negó con diversión, luego bajó la vista hacia su mano. Se mordió el labio ante la indecisión, pero al final la terminó entrelazando con la suya para hacerle saber que tenía todo el apoyo del mundo en cada decisión que tomara. A pesar de que se puso nervioso porque por la ventana sentía que lo estaban viendo, logró reforzar el agarre y hasta entrelazó los dedos con esos largos.

— ¿Vamos...?

— Sí, sí. Como sea, da igual, ¿a quién le importa?

YajaTzael llegó a refunfuñar porque de repente como que se puso de malhumor, ya que todo le estorbaba y todo le incomodaba, pero es algo que nadie nunca entendería jamás y le cagaba que luego caminaran diciendo que él era el incomprendido cuando era claro que no era así. El caso es que se dejó llevar por el menor, pues los de la mudanza habían llegado ya para desalojar las cosas de JiMin.

Tal vez iba a agarrar una que otra cólera, pero no se quedaría a generar pelea o algo por el estilo. Iba únicamente para sacar las cosas de JiMin de esa casa, no para ponerse celoso de esto o enojado por aquello, ya que tenía asuntos más importantes en que pensar que en saber si Zael era feliz o no. Además, la compañía de DaYeth sería de mucha ayuda para él.

— Buenas tar...

— ¿Buscas a Zaelly? Él no está.

El menor lo volteó a ver luego de que SooRa se portara grosera cuando lo único que había querido era portarse amable y cortés como se lo habían inculcado desde pequeño. Eso hizo que él se enojara, porque esa tipa no tenía ningún derecho de hablarle así a DaYeth cuando ni siquiera lo conocía, pero era claro que se la daba de mucho por haberse quedado con Zael.

— Mira, estúpida. Si vengo o no vengo a ver a Zael, ese no es tu maldito problema. Si eres o no eres la esposa de Zael, ese no es mi maldito problema. Bájate de esa nube que te hace creerte superior a los demás — Gruñó — Vengo únicamente por las cosas de mi hijo, no a preguntar o ver a Zael. Ese hombre no me interesa en lo mínimo, así como tú. Ahora, ¿te quitas por las buenas o te quito por las malas?

— Los hombres como tú no deberían siquiera tener el derecho de hablarle a una mujer así.

— Pero ¿tú como mujer si tienes el derecho de portarte grosera con un hombre? Respeto requiere respeto y el respeto no tiene sexo. Por lo tanto, si quieres que te respeten, deberías iniciar tú respetando a los demás — Espetó — No me vengas con el típico cuento ese, no cuando tú pones a tu hija por debajo de dos hombres. Dime, ¿eso te hace mujer o solo dices que lo eres para pasar por encima de los demás?