† ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ∂iєʑ ♡

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— ¡Solo es cuestión de prepararse psicológicamente!

— ¡¿Cómo puedes pedirnos eso?!

JimDae suspiró. Todo de un momento a otro se había vuelto un desastre con Zael y GiYoon, pues una vez dada la noticia acerca de Min Jaeh, no hubo poder humano que los calmara, ni siquiera el mismo YoonGi, quien a pesar de que la noticia le pegó fuerte, debía ser el pilar de esos dos.

— ¡Yo solo quiero saber en dónde está mi hijo!

— Mira, te calmas o te pongo una camisa de fuerza, GiYoon. No me provoques.

YajaTzael abrazó a Zael, se encargó de envolverlo entre sus brazos contra su pecho como JimDae hizo con GiYoon en el justo momento en donde Min Jaeh apareció. YoonGi fue el primero de ellos tres en verlo, casi se le sale el corazón al notarlo tan joven, como si los años no le hubieran pasado por encima.

JiMin tomó su mano, le regaló ciertos apretones mientras lo encaminaba hacia Jaeh, quien sabía que no era el momento, pero igual tenía el ceño fruncido porque le estaba agarrando la mano a uno de sus pichones.

— Así que decidiste seguir tu propio camino. Estoy orgulloso de ti.

Hubo un momento en el que YoonGi quiso retroceder, irse, correr y correr hasta perder el rumbo, en donde las emociones se le bloquearon, en donde no sabía ni en dónde estaba parado, eso junto a sus tíos, ya que ellos estaban viendo a Jaeh por igual.

De los tres, era GiYoon el más afectado y el más conmocionado, por lo que sin querer creerse la existencia de su hermano, cerrando y bloqueando su mente, se escondió en el pecho de JimDae entre gritos. YajaTzael también lo abrazó, porque se mostraba con psicosis, traumas y secuelas que ahora salían a flote.

Zael perdió el aliento por unos segundos, se tornó más pálido de lo que ya era, se desubicó por completo. Llegó a perderse entre las emociones, pero más allá de eso se sintió ese niño de trece años que volvía a ver a su hermano, así que no dudó en correr hacia Jaeh y lanzarse sobre él para abrazarlo en busca de que nadie nunca lo soltara de esos brazos que tanto había extrañado.

— Te amo, te amo... ya no nos dejes.

Jaeh sonrió, lo hizo entre lágrimas. Sollozando lo envolvió entre sus brazos, hizo que se aferrara para que se diera cuenta de que ya no se iría. YoonGi se unió, las lágrimas se le salieron, pero era algo que nadie podía juzgar, así que lo abrazó a los dos, con fuerza, con el amor que siempre les había tenido.

— Los amo, los amo tanto, mis bebés.

En medio de tantas emociones y tantas muestras de afecto, JiMin se sintió pequeño estando ahí, como si estuviera en medio de muchos desconocidos, entre tantas personas. Tímido corrió a esconderse en el pecho de YajaTzael, con la cara tan roja y tan desubicado.

— GiYoonie, bebé, cálmate.

Ni mierda.

GiYoon estaba sufriendo de tantas emociones, de sube y bajas que ahora sentía que la sangre se le subía a la cabeza de la cólera que de momento se le vino. Dejó de llorar, su cara se puso roja y viéndose tan malditamente enojado se soltó de JimDae, éste no supo qué hacer al verlo así, decidido a partirle la cara a Jaeh.

— ¿Qué debo hacer? Está enojado.

— ¿Tú? No sé. ¿Yo? Voy a grabar.

YajaTzael se rió, así sacó su celular para empezar a grabar el preciso instante en el que GiYoon, echando humo por las orejas, se dirigió hacia Jaeh, empujó a Zael y a YoonGi para dejarle caer todo el puño en la cara a ese pendejo de mierda.

†*:.。. sᴀᴅɪᴄᴏ y cσqυєτσ .。.:*♡ YoonMin (ʟɪʙʀᴏ cυατrσ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora