Hola, enano, mi chaparrito bonito cosito precioso.
De seguro debes preguntarte cómo verga le hice para que te llegara esta carta si ahí prohíben hasta respirar, pero yo tengo mis contactos y logré hacer un trato por ahí para que te llegara.
¿Cómo estás? ¿Cómo te has sentido? ¿Has comido bien? ¿Has dormido bien? ¿Me has extrañado? Sé que son muchas preguntas, pero es que necesito saber si estás bien o si me has extrañado tanto como yo a ti, porque sé que sabes la gran lucha que estoy haciendo por sobrevivir ante tu ausencia y me quema como no te haces una idea.
Desearía poder echarme la culpa de todo esto, pero a estas alturas buscar o encontrar culpables no serviría de nada. Quiero decirte que estoy empezando a vigilar a SooBaing y a sus aliados, estoy intentando crear un plan para acabar con ellos y cumplirte la promesa que te hice, ¿te acuerdas? Que te iría a buscar para llevarte a París.
Sé que debes estar cansado de esto, de esconderte como un cachorro asustado que le teme a un humano y sé también que te sientes como un astronauta perdido en el espacio, sin saber qué hacer o a dónde ir. También sé que tu ruptura con el animal, estúpido, maldito, cloro vencido, hijo de la gran puta de YoonGi te tiene mal, enano, pero no dejes que eso te haga encerrarte en una prisión de ansiedad de la que luego no podrás salir.
Sé que eres fuerte y valiente, pero también sé que tienes miedo y nunca dejes de tener miedo. Está bien sentirse mal, está bien estar mal. Está bien, estás dolido, no sabes qué hacer y eso está bien. Son cosas que nos hace humanos. Quiero que sepas que saldremos de esta, los dos, juntos, como siempre, bebé.
Si me lo preguntas, yo estoy bien si tú lo estás. Estoy intentando distraerme en el hospital para que tu ausencia no me pegue tan duro como en la noche de soledad, en donde te recuerdo y me duele, en donde sé que estás en peligro, asustado y con ansiedad. No es lo que deseo para ti, quisiera poder meterte a una caja en donde nadie logre hacerte daño y evitar así que te sientas mal, pero no puedo por más que quiera y solo me toca esperar a que esto acabe para tenerte de vuelta.
¿Sabes otra cosa? No sabía que tenías un pequeño diario, creí que esa libreta se te había perdido hace años, pero veo que la habías tenido guardada todo este tiempo. No te preocupes, no leí nada más que la primera página, en donde me enteré de algo que me mencionaste hace poco, antes de irte. No sé si te acuerdas de eso, enano.
Ese diario me dijo un secreto tuyo, ahora lo pienso todo el tiempo y es que conmigo quieres ver el mundo, pero ahora no sé si es el momento para eso. ¿Dónde estás? Quiero saber en dónde estás porque yo te quiero aquí y para hacerte sincero, me matan estas ganas de ir por ti. También me imaginaba tú y yo en París, con esa foto del recuerdo en Miami, eso me tiene jodiendo la mente y lo peor es que no puedo verte, pero quiero que sepas que yo por ti me iba contra corriente, entonces dime para cuándo vuelves. Creo que para este avión se te pasó ya la hora y el maldito despecho me está partiendo el corazón. Siento un vacío y está muy frío, ¿sabes? Frente al espejo me pregunto que si vas a llegar, ¿qué va a pasar? Esta situación ya me pone mal y me va a matar.
Quiero estar fuerte y bien para cuando tenga que ir a buscarte, porque, enano, yo te iré a buscar. No importa cuánto me cueste o si tan siquiera ne cuesta, pero yo iré á buscarte, te sacaré de ahí y te llevaré a París como tanto lo has deseado, entonces haré que te sientas libre otra vez, renaciendo de ceniza en ceniza como tu perfecto, guapo y atractivo padre, o sea yo.
Ahora ya debo irme, se me está quemando el agua para mi café, pero no me voy a despedir sin que sepas, porque sé que de seguro andas pensando en que ya estoy haciendo más de alguna pendejada, que no estoy haciendo nada de eso. Estoy en modo son de paz, sin matar a nadie, sin golpear a nadie, sin insultar a nadie y sin gruñirle a nadie, para que ya sepas y te quedes tranquilo.
He pasado mis días haciendo cosas productivas, cosas buenas, cosas muy buenas. No andes pensando en cosas que ni al caso, ¿bien? Luego me haces preguntar como en qué nivel me tienes, como en qué concepto siendo yo un hombre pacífico y calmado. Ya ni me digas, son cosas que indignan.
Ahora sí, una vez dicho, comunicado, confesado, aclarado y enfatizado todo, me retiro. No olvides comer bien, dormir bien, tomar muchas agua y esperarme, ¿bien? Nunca olvides que te amo, que eres el amor de mi vida y que yo daría todo por ti. Te amo de aquí a un lugar que no existe, porque tú eres mi estabilidad emocional y mi todo.
Adiós y hasta pronto, chaparrito bonito cosito precioso. Papá se tiene que ir a preparar el café y a llorar mentalmente por ti. Por segunda vez consecutiva, adiós, enano.
Te ama, papá."
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— Dudo muchos que estés en modo son de paz y que no andes haciendo más de alguna pendejada, Park YajaTzael.
JiMin soltó una risita en medio de lágrimas de felicidad, nostalgia y ansiedad. Sollozando dobló la carta y la abrazó contra su pecho como si fuera la cosa más valiosa que tuviera. En medio de la oscuridad se acostó nuevamente en la cama, observó el techo y dejó que esas lágrimas se resbalaran por la esquina de sus bonitos ojos de enano, como siempre decía YajaTzael.
Haber leído esa carta lo reconfortó mucho, lo hizo sentirse un poco tranquilo ante las promesas que sabía se iban a cumplir. Estaba feliz y tranquilo de saber que YajaTzael se encontraba bien, no calmado porque nunca lo ha estado, pero sí bien. Tal vez no tanto, ya que nunca ha estado bien por su clara inestabilidad, pero no era momento de recalcar los defectos de tan neurótico hombre.
— Creí que estabas dormido, tonto mudo tonto.
A pesar de las miles de tempestades, logró sonreír cuando su mano fue envuelta por una más grande, ahí, en medio de la oscuridad. Sintió la presencia de YoonGi cerca, pero a la vez muy lejos, lo suficiente como para saber que estaría ahí sin importar qué. Ahora estaba pensando que su papá tenía razón, la ruptura lo tenía mal también, pensativo y ansioso, porque quería olvidar todo y volver a estar cerca de YoonGi, sin embargo, las circunstancias eran otras muy diferentes.
No podía solo dar su brazo a torcer tan fácilmente, debía hacer sufrir un poco a ese tipo tonto. También necesitaba su tiempo para aclarar la mente y el corazón que en ese momento estaban cubiertos de neblina, pensar en muchas cosas que en su vida estaban pasando, como la lejanía con su papá, su falsa libertad y su ruptura.
— Me fallaste, YoonGi... tú me fallaste. ¿Por qué? Esperaba todo de todos, menos de ti — Susurró — Me hiciste entender que estoy muy lejos de ser tu prioridad, que estoy por debajo de los demás.
Habría querido tomarse el tiempo de esperar una respuesta de parte de YoonGi, pero entonces recordó que es mudo y que, evidentemente, no podía hablar, así que no esperó una respuesta. Se bajó de la cama, ya que estaba en la de arriba, y por su debilidad abrazó a YoonGi, pero solo por esa vez y aclarando en el proceso que no significaba nada.
— Yo no necesito en mi vida a alguien que me tome como segunda opción, ni que me deje debajo de alguien más, mucho menos que no sea yo su prioridad — Murmuró — Yo te amo con todas mis fuerzas, Yoon, pero no por eso voy a dejar que me pongas por debajo de alguien más, no cuando yo te he puesto hasta por encima de mi papá.
