14. D i s t a n c e

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Durante los siguientes días, Tay había comenzado a notar una actitud diferente en Vegas, como si todo el tiempo estuviera pensando en algo, tambien lo veía con menos frecuencia ya que según tenía entendido el proyecto del hotel estaba por dar inicio, sin embargo en sus proyectos anteriores Vegas siempre apartaba tiempo para él ya que decía que era su escape de todo el trabajo que tenía, pero ahora parecía estar consumido todo el tiempo y apenas se veían aproximadamente una hora al día.

Al principio se sintió preocupado de que Vegas tuviera exceso de trabajo y no estuviese alimentándose bien, por lo que en una ocasión quiso sorprenderlo llevándole un poco de comida que vendía la cafetería donde trabajaba, pero quien se llevó la sorpresa fue él ya que la secretaria de Vegas le informó que su novio había terminado su jornada laboral temprano porque tenía una cita. Al principio Tay se sintió emocionado ya que su aniversario de un año y cinco meses estaba por llegar así que de prisa volvió a su trabajo a esperar a que se apareciera de la nada y lo invitara a su cita.

Pasó el medio día y continuó esperándolo, su jornada laboral terminó y la espera seguía, su primera clase en la universidad estaba por comenzar y Tay aún estaba esperando, hasta que aceptó que esa invitación no llegaría, de hecho no había recibido un mensaje de Vegas en todo el día.

Mentiría si no dijera que se sintió decepcionado, de hecho cuando asimiló que Vegas no se aparecería frente a él un nudo se formó en su garganta impidiéndole responder una pregunta que uno de los profesores le hizo.

Al día siguiente el joven ni siquiera se presentó frente a él, lo único que Tay recibió fue un mensaje indicando que por cuestiones de trabajo tuvo que realizar un viaje al extranjero, aunque a decir verdad Tay no estaba seguro de la veracidad de ese mensaje, sin embargo no podía hacer algo al respecto.

El chico aún se encontraba en su cama ya que era precisamente fin de semana y su dia de descanso, cuando el sonido de la televisión proveniente de la sala de estar captó su atención y se puso de pie, se suponía que se encontraría solo en casa pero al salir de su habitación se encontró con la figura de Porsche (aún en pijama) sentado en el sofá viendo algo en la televisión.

—¿Porsche? Se supone que estarías trabajando.

—Pete se fue de viaje nuevamente pero me dijo que esta ocasión sería un asunto personal así que no me necesitará.

—¿Si? ¿A dónde?

—Francia.

—¿Otra vez? ¿No se aburre de ir siempre al mismo lugar?

—Es un lugar muy lindo, esta vez fue a París: la ciudad del amor —sonrió.

La manera en que Porsche lo mencionó llamó la atención de Tay por lo que fue inevitable preguntarle más acerca de, tal vez por fin había encontrado a otro tipo.

—¿Fue con alguien?

—No me lo dijo, pero me hizo comprarle dos boletos de avión.

—Vaya, ¿ya tiene un novio?

—¿Por qué de repente estas interesado en la vida de Pete? —se burló —creí que no lo soportabas.

—Sólo quiero saber si nuestra conversación de aquel día funcionó.

—¿Por qué no quieres contarme, lo amenazaste acaso?

—Claro que no, solo... aclaramos unas cosas.

Aunque Tay no lo sabía, Porsche pudo darse cuenta del estado en que salió de la oficina de su jefe, parecía a punto de llorar por lo que cuando le preguntó y este le dijo que le había dejado en claro un "asunto" a Pete, no le creyó, parecía que fue Pete quien le dejó claro algo a tal punto de hacerlo llorar de la cólera.

Y por supuesto que Porsche sabía de que "asunto" se trataba, era más que obvio que desde que Pete apareció en la vida de Vegas ha sido una molestia para Tay, incluso él llegó a hablar mal de su jefe sin saber quien era la persona que le causaba celos a su amigo, sin embargo con cada día que pasaba se daba cuenta de que en realidad Pete era una persona muy agradable y respetuosa, lo trataba como un amigo y cuando le ordenaba algo parecía más bien como un favor y esa era una de las razones por las que amaba su trabajo.

Apreciaba mucho a Pete y a Tay también, no le gustaba estar en medio de ellos y causar más tensión por lo que jamás le contó a Tay que Vegas pasaba por Pete todos los días para ir a comer juntos y por las tardes para llevarlo a casa.

Mucho menos que ambos se habían ido a París juntos el fin de semana. 

Es por eso que trató de mantenerlo ocupado durante esos días para que Tay no estuviera sobrepensando en el asunto y afortunadamente con un par de mensajes de parte de Vegas se tranquilizó. Por supuesto que se sentía culpable al estar ocultándole ese hecho a su amigo pero lo hacía porque sabía que Tay haría un escándalo, y no se lo ocultaria si no supiera que Pete está saliendo con otro tipo.

Ese viaje realmente era de trabajo pero querían tomarlo como un viaje entre amigos por lo que no fue requerida su asistencia.

Sin embargo a muchos kilómetros de distancia en un país europeo las cosas se estaban poniendo tensas entre dos jóvenes socios, uno sin saberlo y el otro tratando de ocultar sus celos disfrazados de incomodidad. 

H e a t h e rDonde viven las historias. Descúbrelo ahora