9. F r i e n d s h i p

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Dentro de la sala de juntas, dos señores miraban a sus hijos con muchísimo orgullo, ambos jóvenes eran realmente talentosos y muy seguros de si mismos pero lo mejor de todo era el excelente equipo que hacían, se comprendían el uno al otro, encajaban a la perfección y al parecer toda la junta directiva se dió cuenta de eso porque no dudaron ni un momento en darle el visto bueno a la propuesta que ambos chicos habían presentado con nitidez.

El proyecto estaba aprobado y lo primero que ambos chicos hicieron fué darse un fuerte abrazo.

—Lo hiciste excelente —le dijo Pete a Vegas con total sinceridad mientras apretaba un poco su abrazo.

—Sin duda tú también —respondió Vegas con una sonrisa a pesar de que Pete no podía verlo.

Segundos después se separaron y se dieron unas palmaditas en la espalda.

—¡Felicitaciones, Pete! —interrumpió el padre de Vegas —tan sólo llevas tres semanas aquí y ya tienes un proyecto aprobado.

—Se lo agradezco mucho —sonrió —su hijo ha sido un excelente maestro así que el mérito también es suyo.

—No hay duda de que ambos son un maravilloso equipo, van a lograr grandes cosas.

—Así será, padre —respondió Vegas para después mirar a Pete.

—Estoy tan agradecido de todo el apoyo que le están dando a mi muchacho, por favor acepten mi invitación a una deliciosa cena en mi casa mañana —habló el padre de Pete.

—Por supuesto que vamos a aceptarla —respondió Kan.

—Estaremos encantados de acompañarlos —agregó Vegas con una sonrisa.

—¡Perfecto!

El padre de Pete tomó a su hijo y lo llevó a un rincón de la habitación para darle una charla sobre lo orgulloso que estaba de él y para felicitarlo por el increíble trabajo que estaba haciendo junto a Vegas. Por otra parte, Kan además de felicitar a su hijo estaba aconsejandolo.

—Tal vez deberían ir juntos a Francia, tú aún no conoces con exactitud el área.

—Confío plenamente en Pete y él dice que es un lugar excelente.

—Yo también confío en Pete, pero aún así deberías conocer el lugar, no te lo digo como tu padre si no como el dueño de esta empresa.

Vegas lo miró un segundo y sonrió.

—Bien, le pediré a Pete los detalles para empezar a organizar el viaje.

—¡No, no, no! —interrumpió —Que él te acompañe.

—Pero acaba de volver.

—Estoy seguro de que no le importará.

—Pero...

—¡Sin peros! Yo organizaré el viaje, no te preocupes.

Vegas terminó aceptando la oferta de su padre ya que de nada servía contradecirlo si de igual manera él se encargaría de todo. De repente la existencia de Tay cruzó por su mente y se sintió preocupado, recién volvió de un viaje que duró una semana y desde que regresó no lo ha visto ni un momento, sin duda no le agradará la idea de tener que volver a marcharse.











—¡¿Francia?! ¡Pero si acabas de volver de Corea!

Definitivamente no le agradó la idea.

—Lo sé, pero este proyecto es muy importante para Pete y como su mentor quiero ayudarlo en todo lo que pueda, además mi padre dijo que yo también tengo que conocer todos los detalles del proyecto, después de todo soy socio y soy uno de los mayores inversionistas.

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