Primogénito

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Jimin

La luna Nueva había llegado, asi que tendría la visita de mi señor al fin, pero ahora me sentía demasiado nervioso, no se como tome la noticia de mi estado. Además de que el estrés que me causa el ocultarlo me ha mantenido en cama, y casi no he podido salir de la habitación para seguir con los asuntos del reino. Sobra decir que Zeliag estaba demasiado feliz, aunque no sabia el porque yo estaba tan indispuesto, Vilma le había dicho que era normal por mi estadía en el infierno aun mi cuerpo no se recuperaba.

Pedí que nadie estuviera presente ante la llegada de mi señor, solo estábamos Vilma y yo, y los guardias de alrededor, sabía que todos estaban en los pasillos cercanos, pero aun así solo quería a mi señor para mi.

—Mi señor, sus manos están demasiado rojas, deje de frotarlas.

—Mi cuerpo es demasiado obvio cuando estoy ansioso.

—Me he dado cuenta, si no esta quemando el piso de su cuarto, esta destrozándose los dedos.

Mire a Vilma que estaba demasiado tranquila, se que también esta ansiosa por ver a Namjoon. Escuche las campanadas de la media noche, suspire y me coloque en el circulo. Regularmente se tiene que hacer un ritual para llamar a nuestro señor, pero como su conyugue solo debía decir su nombre y vendría.

—Jungkook, mi señor, venga a mi.

El circulo empezó a brillar, el portal ilumino todo el lugar, y los pasos lentos de mi señor se escucharon tan pesados, su presencia siempre es abrumadora, pero mi corazón se sentía como si fuera explotar.

 —Jimin.

Mi nombre dicho de manera tranquila, su voz profunda, sentía que me derretía.

—Mi señor —hice una reverencia —es bueno verle.

—Deja esas tonterías, mi joya mas preciada, ven a mis brazos, soy tu esposo y necesito besarte.

Abrió sus brazos y camine con las piernas temblorosas, sus brazos me rodearon por la cintura levante el rostro para mirarle en eso sus labios ya habían atrapado los míos, no entendía cuanto extrañaba su boca, hasta que Sentí su aliento cálido, alce los brazos para aferrarme de su nuca Sentí que mordió mi labio inferior.

—Ya no puedo vivir sin esto —acaricio mis mejillas y labios —te extrañe demasiado.

—¿Puedo tener otro mas?

No dijo nada, solo volvió a besarme, siempre que me emociono pasa lo mismo, ya estábamos envueltos en las llamas azules.

Su risa contra mis labios me saco de trance.

—Debo pensar que estas emocionado de verme también.

—No puedo mentirle, tampoco deseo hacerlo.

—Mi señor debemos entrar al palacio.

Namjoon tenia de la mano a Vilma mientras seguía en su papel de guardia, Jungkook torció los ojos y asintió, me tomo la mano para enredarla en su brazo doblado, no dejaba de mirarme mientras caminábamos, sentía como si viera alguna especie de obra de arte.

Cuando entramos al palacio los sirvientes ya se remolineaban a su alrededor al igual que los sacerdotes asignados para recibirlo.

—Creí que mi esposo les dijo que no quería nadie cercas mío al llegar.

Jungkook caminaba sin mirar a nadie, mientras nos dirigíamos a la habitación.

—Si mi señor, pero no podemos dejar desatendido sus necesidades.

—Si quiero algo que no deseo que mi esposo atienda, los llamare, por el momento solo deseo estar con él, aléjense antes de que me colmen la paciencia —se detuvo y busco a Namjoon con la mirada— encárgate de todo y retírate después a descansar con tu mujer también, no creo que se atrevan a molestarme sin temor a que les arranque la cabeza.

Ashes (Kookmin, Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora