Jimin
Hoy estaba de un humor especialmente agradable, con los cambios en mi cuerpo a flor de piel, me irritaba por todo y me tolerancia era muy poca, además de que me cansaba rápido, dormía demasiado y consumía demasiada comida.
—Pienso que debería esperar un poco más mi señor.
Vilma estaba aún lado de mi mientras yo llenaba un circulo con algunas runas. Tenia la falda del kimono llena de tierra, pues estuve toda la mañana jugando con los círculos de invocación, me había mandado hacer unos kimonos mas sencillo y holgados para poder moverme a placer, con gusto me los habían hecho en el pueblo, además de que eran de una tela mas resistente al fuego, últimamente me estaba quedando sin ropa por mis cambios de humor.
—Debe decirle algo Hoseok, no me parece una buena idea.
—Esta experimentando, déjalo que se divierta.
Mire de reojo a Vilma que caminaba alrededor de Hoseok mordiéndose las uñas.
—¿Tiene idea de lo que pasara con su poder? —se acerco a susurrarle —recuerde que quien lleva el hijo.
—No creo que invoque una bestia muy grande, será bueno tener otro guardian, dormir en su cama es cómodo, pero me es una tentación terrible.
—Sigo diciendo que no esta bien.
Me levante sacudiéndome las manos mirando con orgullo mi circulo de invocación, puse mis manos en la cintura.
—Creo que estoy listo —mire a Hoseok que me sonreía — ¿Ya puedo hacerlo?
—Adelante su majestad.
—¿Mi señor no desea pensarlo mejor?
—Ten confianza Vilma, Hoseok parara lo que se descontrole.
Saque la daga del bolsillo interno de mi Kimono, me coloque con cuidado en medio del circulo.
—Demonios y creaturas del averno escuchen mis llamados, este es Jimin rey del inframundo, emperatriz en el mundo terrenal, mi sangre es ofrecida, ante aquel que desee pactar.
—¿Modifico el encanto? —Sonrei al escuchar a Hoseok, no crei que pasara nada tan grave —su majestad salga del circulo.
Las nubes se acumularon alrededor del palacio negro, una tormenta comenzó con fuertes vientos y truenos a mi alrededor.
—Mi señor no corte su mano.
Pero ya era demasiado tarde la sangre ya corría por mi mano y solo una gota basto para que la tormenta se intensificó pero solo a mi alrededor, una marea de cenizas negras se hicieron un cumulo enfrente de mi.
Escuché una risa, una fuerte.
—Esto es maravilloso —la voz junto a la risa me era familiar— ¿Qué dirá Jungkook cuando sepa que soy tu familiar ahora?
—¿Cómo? —el ser me tomo de la mano y se arrodilló, dándome un beso en el torso de esta.
—Song Mingi, ahora es tu siervo.
—Se lo dije Hoseok, le dije que no era una buena idea que lo dejara hacerlo.
Mingi miro rápidamente a los dos ángeles a mi lado, hizo una mueca molesto.
—¿Podemos deshacer el pacto? —Vilma dijo casi gruñendo.
—Se podría si él lo desea, pero aunque me cueste admitirlo, tener a un general del Inframundo protegiendo a su majestad es buena opción.
—¿Me tiene que obedecer en todo?
—Si.
—Lo dejaremos —Mingi sonrió victorioso —pero mi humor no es muy bueno estos días, provocarme y te torturare.
Volvió a reír y estrechó mi mano, un siseo se colo entre sus dientes.
—Me siento duro de pensar que podrías lastimarme, casi quiero provocarlo.
—De algo sirvió traer a este al mundo terrenal —Hoseok se acercó a mi tomando mi mano herida y sanandola —sabemos cómo es que Agares este aquí, debe ser familiar
—¿Esa bestia está aquí? Mi padre lo busca por traidor, estuvo conspirando para quitar a uno de los generales del puesto.
—Pues está aquí sirviendo aún humano.
—¿Qué mierda está pasando?
—Todo lo que Jungkook intuía es cierto.
Mingi no dijo nada pero me pidió permiso para hablar con su padre más noche, quería informarle el paradero de Agares. Desde qué amenace con cortar cabezas, se me han estado entregando los informes de las recolecciónes de impuestos, ya los comenzó a manejar Hoseok estoy admirada de lo útil que ha resultado. Mis prácticas con la nigromancia han mejorado en su totalidad.
El dichoso festival se haría, me convenía conocer a los gobernadores de otros lugares así como tratar algunos asuntos con los suministros de los pueblos bajos. El tiempo se había ido volando y nuevamente mi señor vendría a visitarnos.
—Su vientre de comienza a curvar mi señor.
Me ví al espejo quitando la bata para poder ver el pequeño abultamiento, era notorio pues mi vientre siempre fue muy plano, si las cuentas estaban bien mi pequeño está a mitad de su desarrollo.
—Ya quiero empezar a sentirlo.
—Puede que no note el movimiento pero, el se comunica con usted a través de su poder —me ayudó a colocarme el kimono —ese temperamento no es nada más que el futuro señor de las tinieblas manifestándose.
Sonreí ante el hecho de que mi hijo tendrá el carácter de Jungkook, será un regente espectacular.
Nos reunimos todos en el círculo del portal, ahora había más guardias Taemin ya estaba de nuevo como parte de mi guardia real, además de Mingi y Hoseok cada uno a mi lado.
El circulo brillo y la anticipación de su llegada me hizo sentir el pulso a mil por hora. Estaba rendido por él, no había nada más que yo deseara que verlo.
Me sobe el vientre tratando de calmarme, cuando su aura se hizo presente la sonrisa apareció. El me observo con cariño.
—Dame un segundo mi joya.
Paso aún lado de mi dándole un puñetazo a Mingi que lo mando hasta chocar contra la pared.
—¡ATENDISTE SU LLAMADO!
—Era imposible no hacerlo —Mingi se sobaba la mejilla mientras sonreía —no siempre se puede venir al plano terrenal.
—Agradece que no puedo asesinarte, aprovecharte de mi esposo así.
—Mi señor —se giro hacia mi —¿Podría dejar a mi familiar en paz? Requiero de su atención.
Extendí mis brazos, Jungkook corrió y me alzo para besarme, como adoro el sabor de su aliento. Lo tibio de su piel, me sentí pleno. Entonces me bajo y se hincó hasta quedar a la altura de mi vientre. No le importo que hubiera más público, abrazo mi barriga dejando un beso tierno.
—Ya estoy aquí mi pequeño.
Pude notar como la mandíbula de media servidumbre se desencajaba, si alguno de ellos sospechaba de algo, ahora todo había sido mas que confirmado. Jungkook se levanto entrelazando nuestras manos para caminar a nuestra habitación.
Por alguna razón sentí que un escalofrió recorrió mi espalda, mire de reojo para ver como los ojos de Noor estaban abiertos como platos mientras una de las mujeres a su servicio le susurraban al oído. Las manos en su vestido se apretaron antes de dar la media vuelta para irse lejos de mi vista.
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Ashes (Kookmin, Completa)
FanfictionLos humanos y demonios tenían un pacto, el mundo era regido por el señor oscuro, se seguían las tradiciones y todo estaba en paz. Hasta que el nuevo señor del inframundo tomaría una decisión que afectaría el destino de un joven eunuco y a toda la h...