✵ 𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 03 ✵

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Miércoles 𖦹 31 𖦹 Enero 𖦹 2024
❄︎ 𝙑𝙞𝙘𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖  ❄︎

Cuando me desperté, lo primero que vi fue a una Sofía aterrorizada. Pensé que solo era mi mente que aún no terminaba de despertarse, pero froté mis ojos para poder chequiar si era correcto lo que estaba viendo, y así era. Me levanté de mi cama, tratando de no marearme por lo rápido que me levanté y fui donde estaba Sofi. Estaba cubierta por sus sábanas hasta los ojos. Solo se podía ver un poco de estos.
   — ¿Qué pasa, Sofi? —hablé en un bostezo.
   — Hay una araña en el techo —apuntó a la araña. Y era bastante grande la maldita.
   — Perate', al tiro —cogí un pañuelo y me subí a la cama de Sofi para matarla. Porque no soy tan alta como pa' llegar con una mano hasta el techo. Entonces una vez estaba parada en la cama de mi amiga, cuidadosamente maté a la cojonuda araña que hasta a mi me daba un poquito de miedo.
    — Tírala por la ventana —y eso mismo hice—. Gracias, Vinny —me gusta mucho cuando me dice así, suena como bonito con su voz.
Le sonreí y me dirigí a buscar lo que me pondría de outfit. Me puse lo primero que encontré: un hoodie rojo, con una frase en inglés en color blanco, en la esquina derecha de arriba. Unos pantalone' cargo, color negro, (los típicos). Unas zapatillas air jordan, de color eran rojas, con blanco y negro. Y por último, en el pelo solo me hice un tomate bajo, que me quedó medio raro desordenado, but... es lo que hay.
Cuando me terminé de cambiar, me di cuenta de lo que Sofi traía puesto, era un jeans negro, bastante ancho. Un hoodie negro con una palabra en francés, de color blanco, como en el pecho, al centro. Unas zapatillas negras con blanco. Una cadenita finita, de plata, muy bonita a decir verdad, (yo se la regalé). Y unas gafa' de sol, como cuadradas, de color negras enteras. Y el pelo lo traía suelto.
— ¿A donde va'? —le pregunté al verla tan arreglada y agarrando un bolso (negro también)
— Ayer se me olvidó comprar unas cuantas cosas. Aparte de la maleta, que obviamente la tengo que comprar hoy.
— Aaah... pero sí ayer te compraste casi todo el mall, nena, y ¿todavía te falta? —viró los ojos.
— Sí, ¿algún problema? —se puso a la defensiva mientras terminaba de arreglarse un poco el pelo.
— Yo te lo decía en buena, no es pa' que te enoje', mi amor —me acerqué a ella lentamente y desde atrás, la abracé por la cintura.
— No me enojé, Victoria.
— Y se supone que te creo —tenía mi cabeza apoyada en su hombro entonces giré un poco mi cabeza y le dejé un beso mojado/húmedo en el cuello. Se estremeció y trató de disimular poniéndose "seria" de nuevo—. No te hagas la durita, Sofi... sé perfectamente cuando te enojas, cuando estás contenta, cuando estás ansiosa, cuando estás "caliente", cuando tienes frío o calor... todo.
— Entonces, ahora deberías de saber que estoy apurada, y que me tengo que ir —habló rápido.
— ¿Ya te vas?
   — Sí.
Se despidió de mi y se fue. Tenía hambre, entonces fui a tomar algo de desayuno. Aún no había nadie, supuse que Mariana y Mauro estaban durmiendo.
   Estaba tranquilamente tomando desayuno mientras veía uno que otro TikTok, y miro la hora, me di cuenta de que ya eran las una, y es raro que Mauro no se haya levantado, siempre es el primero. Y lo mismo con Mariana. No lo pensé dos veces y le mandé un dm a Mariana.

Mari, tú y Mauro salieron o algo?  Es que no hay nadie en la casa

Ah sí, Mauro tenía que comprar un cargador pa su teléfono, y yo me vine a juntar con Palo que ayer quedamos

Ah okey

Entonces tenía casa sola. Eso significa una sola cosa... Escuchar música (No tan fuerte por los vecino'), y dormir todo el día. Al menos hasta que alguien llegue.
   Entré a mi cuarto a buscar un parlante y puse música. Música de todo un poco... Canté, grité cantando, y le "bailé" al cucharón que usaba de micrófono, así como hago en mis concierto' solo que esta vez no era mi micrófono, y luego ya seguía de lo más normal. Rato después, me hice almuerzo, y continué con mi "concierto". Yo ya estaba en otro mundo cantando y bailando pero escuché que tocaban la puerta, tuve que detener la música. Miré la hora: "17:23", caminé hacia la puerta, decidida a maldecir a quién se le ocurriera interrumpir mi "concierto". Hasta que me di cuenta de quién se trataba y sonreí.
   — No sabes lo que me costó encontrar una maldita maleta —era Sofi, efectivamente.
   — ¿Por? —me hice a un lado para dejarla pasar.
   — No encontraba ninguna que fuera del tamaño de la cabina, y encima tampoco encontraba alguna que me gustara.
   — ¿Pero al final encontraste? —nos sentamos en los bancos que tenia la isla de la cocina.
   — Sí, sí, incluso no me podía decidir entre una que era negra, o otra que era blanca.
   — ¿Y elegiste la...?
   — Blanca, pocas veces se encuentras maletas de ese color y no iba a malgastar la oportunidad. Aparte de que amo el blanco, pero también el negro... la dejé en el auto, le diré a Mau que la traiga.
   — Ooh, ya... ¿qué más te compraste? —me gusta mucho siempre husmear las cosas que se compren mis amigas o amigos. Sofi lo sabe perfectamente, por eso siempre me hace un "unboxing" de todo lo que se compró, por más que sea una sola cosa. Pero nos reímos harto entonces no es aburrido.
— En la pieza te muestro todo.
— Entonce' vamo' al cuarto.
Levantó ambas cejas asintiendo con la cabeza. Una vez en el cuarto, dejó todas sus cosas en su cama. Yo me senté en mi cama a observar todo.
— ¡Ay, mira, me compré un libro! !Ayyy! —se le notaba la emoción a kilómetros. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, y sus ojitos brillaban de la emoción. Cómo siempre que se emociona tanto por algo. Me encanta eso... Por eso a veces le regalo pequeñas cositas, porque a Sofi no le importa que sea algo gigante o caro, solo que sea algo de su gusto o tenga sentimientos en el detalle...
— Ay, a ver —me paré y me acerqué a verlo.
— Se llama "30 sunsets para enamorarte". Y es de mi autora favorita, entonces yo creo que me va a gustar mucho. ¡Aaaah, ya lo quiero leer!
— Igual creó que te va a gustar, a juzgar por la portada y el nombre —a Sofía le gustan los libros de romance, todo tipo de romance. Yo creo que por eso es que cuándo se enamora nadie la frena, y es como esas nenas enamoradas que aparecen en todos los libros que lee. Una que otra vez he leído con ella, porque me lo pide y sus libros igual son bien interesantes, no tengo problema alguno con eso. Pero a veces me quedo dormida, y me despierto. Algunas veces me despierto (sea en la ovación que sea), y la pillo mirándome con un sonrisa. No sé qué tiene esta nena con verme dormir. Aunque a veces yo hago lo mismo, porque es que ella duerme como bonito.
— Espero que sí, porque ya me termine el de "Culpa mía" y se supone que me iba a comprar el que le sigue, pero a mi me dieron ganas de leerme este, po.
— ¿Cuál es el que le sigue?
"Culpa tuya" y luego de ese, "Culpa nuestra".
Asentí con la cabeza sin decir nada. No tenía nada para decir, si hablaba la conversación se haría un tanto rara.
Me continúo mostrando algunas cositas más que se había comprado, no eran tantas como ayer. Yo pensaba que ya había terminado cuando partió corriendo hacia el living en busca de algo. Volvió y tenía una bolsa en mano, "Victoria's Secret" leí y luego miré a mi amiga, quién solo me sonreía. La miré curiosa.
— Cacha lo que me compré, te va'i a morir —habló de la nada.
— ¿Qué e'? —sonrió pícara y por un segundo me asusté.
— ¿Tú qué crees? —no entendía nada.
— No sé, por eso pregunto.
— Lencería, estoy segura de que te vas a matar cuando me lo veas puesto —abrí los ojos cuál platos. No estaba frente a un espejo, pero sabía que estaba sonrojada. Tragué en seco y desvié mi mirada de ella para evitar ponerme nerviosa, (aunque ya lo estuviera un poco)
— Este... que bien por ti —mis nervios se hicieron presentes en cuanto empecé a tartamudear.
— Vicky, es broma —me sonrojé más aún, cosa que fue peor.
— Entonce' muestra que te compraste —disimulé.
— Perfume. Me compré uno... Ah y una cremita, porque ósea tengo varias, entonces me compré la que no tenía —se acercó a mi y los empezó a sacar de la bolsa para mostrármelos.
Me mostró y dejó oler el perfume. Realmente olía rico, al igual que la crema. Era un perfume llamado "Velvet Petals", y la crema "Aqua Kiss".
Después de estar un rato con Sofi haciendo... literalmente nada, llegaron Mauro y Mariana. Ya eran las siete y media. Se veían cansados.
— Que bien que la pasé con Paloma, la extrañaba mucho —nos contó Mariana entrando al departamento.
   — ¿Quién es Paloma? —¿Sofi no sabía quién era?
   — La nena que estuvo aquí ayer, creo que sí la viste.
   — Aaah, la peli roja esa... —literalmente Paloma es peli roja, pero es entero rojizo, a excepción de las raíces. Obvio es teñida, porque es rojo como mencioné, no anaranjado o cobrizo.
   — Sí, ella. Era muy amiga mía hace un tiempo, pero se tuvo que mudar a Colombia unos años por temas de trabajo, y ahí perdimos todo tipo de contacto.
   — Que mal que no pudieron seguir hablando, Mari.
   — Mjm... aparte de que era amiga de Mauro igual, y cuando conoció a Victoria, se hicieron amigas igual. Hasta me acuerdo que a Victoria le gustó Palo un buen de tiempo, y creo que aún un poco por su comportamiento de anoche —puñeta, Mariana, cállate, no diga' eso... Claro que no me gusta, solo la veo como una amistad más.
   — Puñeta, Mariana, cállate —hablé a la defensiva.
   — ¿Me va' a decir que no te gusta ni un poquito Paloma? No joda' que te conozco, nunca dejó de gustarte.
   — No me gusta, ni siquiera un poco. Y nunca me gustó. Jamás' te dije que me gustaba ella, no te confunda'.
   — Ay, cierto, tienes razón. Sorry, me había confundido.
Sofía suspiró y se fue al cuarto. La vi desaparecer en el pasillo de los cuartos, y después de que desaparezca por completo, la seguí. Cuando entré a nuestro cuarto, estaba tumbada boca arriba en su cama viendo su teléfono. Me vio, apagó su teléfono y lo dejo en la mesita de noche. Colocó sus brazos a ambos lados de su cuerpo y me miró a los ojos sin decir palabra alguna, y no se movió ni para respirar. Estaba tiesa en pocas palabras.
   — ¿Qué pasa? —rompí el silencio.
   — Nada —respondió seca. Viré los ojos y suspiré.
Fui donde ella, y me subí encima de ella, aplastándola completamente y dejando mi cabeza en su hombro. Giré un poco mi cabeza en dirección a su cuello para poder verla mejor.
   Ninguna decía nada, solo se escuchaban nuestras respiraciones, que se escuchaban levemente... Yo pensaba que al estar encima de ella diría algo, sin embargo, se quedó estática.
   Pasaron unos segundos cuando movió sus brazos para abrazarme por la cintura, (aún en la misma posición)

𝑩𝒆𝒔𝒕𝒊𝒆𝒔 - ʸᵒᵘⁿᵍ ᵐⁱᵏᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora