Lunes 𖦹 28 𖦹 Abril 𖦹 2024
✲ 𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧𝙖 ✲Sofía estaba en Cordoba, Victoria en Mayagüez. Tenían conciertos, por segunda vez Sofía se perdería un concierto de su amiga, pero era para ir a otro, de otra amiga, Emilia.
Victoria estaba acostumbrada a tener a su amiga junto a ella en los inicios de todos sus conciertos, le ayudaba a calmar sus nervios, y ya se estaba comenzando a poner nerviosa en la tarde con solo pensar en que ella no estaría.
— Tranquila, Vi, todo va a salir bien, no te tiene' que preocupar —la intentaba calmar Mariana, que de que rato veía a su amiga intranquila empuñando sus manos, una y otra vez, mirando un punto fijo.
— Es que es imposible no ponerme nerviosa, entiéndeme. Nunca he estado en ningún concierto en el que Sofi no esté. Ya viste lo que pasó cuando no estuvo... —cuando Sofía no estuvo le apagaron las luces. Sin dudas, un de los peores días para Miko.
— Lo que pasó en Costa Rica se queda allá, aquí no va a pasar eso. No piense' que pasará.
— Ya sé, pero es difícil —tomó su cabeza entre sus dos manos, por los costados. Cerró fuerte los ojos, no le gustaba recordar esa vez que pasó todo.
— Llama a Sofi si eso te calma —se acercó a su amiga y la abrazó.
— No quiero molestarla, debe de estar con Emilia.
Y efectivamente Sofía se encontraba en un hotel con Emilia. Emocionadas por estar juntas, aunque Emilia no sabía que su amiga iba a estar en su concierto, sino que luego dé, la esperaría en el hotel.
— ¡Al fin juntas, hueón!, de que tiempo ya que quería poder estar contigo en uno, Emi.
— ¡¿Vas a estar?! —se emocionó la cantante.
— No, pero te voy a esperar aquí, po. Ya sabes que no alcancé a comprar entradas pa' el concierto.
— Sí, pero yo esperaba que quizás me acompañaras, qué sé yo.
— A lo mejor y luego voy para allá.
— Cool, ojalá que sí, ¡te quiero allá!
— Veré si puedo, tengo algunas cosas que hacer —mintió. Emilia se limitó a asentir con la cabeza.
Miko estaba... terrible. Sus nervios no se le iban, Mariana insistió en que comiese algo, no lo había hecho en toda la mañana.
— Que no, Mariana. No tengo hambre.
— Miko, tiene' que comer alg-
— Te dije que no —se levantó de el sofá y se fue a su habitación a intentar liberar estrés haciendo lo que más le gusta: componer.
Pero todo era en vano, su mente estaba nublada, no se le ocurría qué escribir, ya tenía una canción pendiente en terminar, pero no se le ocurría nada.
— ¿Y Vick, Mariana? —le preguntó Mauro a su hermana.
— Yo no sé, se fue pa'l cuarto.
— Aah, okey. Tengo que ir a decirle algo —iba a ir donde Victoria pero Mariana lo frenó.
— No, mejor déjala tranquila, anda estresada y muy nerviosa por el concierto.
— ¿Por?
— Porque no está Sofi... —Mauro la miró con un poco de pena. Sabía que a Mariana le dolía la situación.
— Pero estás tú, podrías intentar algo, no sé...
— Bien sabe' que lo único que quiere es estar con Sofía, no conmigo, Mauro —una lágrima atravesó toda su mejilla, una que no tardó en secar en cuando salió.
— Inténtalo, Mari, sé que quiere' hacerlo.
— Pero ella no —su voz se empezaba a escuchar un poco temblorosa, sus ganas de llorar eran demasiadas.
— Eso no es verdad, ere' su mejor amiga, Mar, aparte ¿quién no quisiera estar contigo?
— ¡Ella, Mauro!, al menos ahora, no sé —las lágrimas por fin comenzaron a salir de sus ojos.
— Salgamo' un rato, necesita' tomar fresco.
— Please —se levantó del sofá. Ambos se abrazaron.
Salieron del hotel, salieron a dar una vuelta por ahí, sin salir del vehículo.
Mariana había dejado de llorar, ya se sentía un poco mejor.
Victoria estaba perdida en sus pensamientos, no evitando poder pensar que quizás todo saldría mal. Pero estaba en su país, en su hogar esperaba que todo saliera bien.
Había estado evitando hacerlo, pero decidió llamar a Sofía por FaceTime... No contestaba, eso la ponía de los nervios, más de los que ya tenía.
Aunque eso se esfumó en cuanto ella le contestó muy sonriente. Se veía alegre, feliz, contenta, una fusión de todas esas emociones.
— ¡¡¡Vickyyyy!!! —la saludó alegre.
— Hola, Sofi —contestó un poco desanimada, pero intentó cambiarlo en cuanto se dio cuenta.
— ¿Qué pasa?, ¿está'i bien?
— ¿Cómo está todo por allá?, ¿ya estás con Emilia? —evadió la pregunta. Su amiga se dio cuenta, pero lo quiso ignorar.
— Síii, ya estoy con ella, ahora vamos a salir a comer. ¿Tú?, ¿dónde estás?
— Ya estoy en el apartment. Mari y Mauro, ni idea. Se fueron por ahí parece —se encogió de hombros.
— ¿Estás solita? —dijo con un tono triste pero arrogante.
— Sí —hizo un puchero.
— Puta oh, qué penca. ¿No van a hacer nada después?
— Creo que no, no sé. Espero que no, quiero puro descansar.
— Pucha, sí, po, si estos días ha'i estao' terrible e' ocupá, con esto de Coachella, y todo el resto... me imagino que deb'í estar hecha pebre —Miko asintió con la cabeza.
— Yes, muy. Puro quiero llegar al depa' contigo y abrazarte —Sofía sonrió por lo que había dicho su amiga, intentó ocultarla eso sí.
— Yo igual quiero, Vivi. Igual yo creo que mañana voy para Maya, ¿van a seguir allá, verdad?
— Creo que sí, vamo' a quedarno' en PR par de día', so queremo' ir a Añasco, quiero ver a mis papis —sonrió.
— Perfecto, ¿cuando estarán allá?
— Mañana iremos, so hoy no porque tenemos el show, terminaré tarde y cansá'.
— Ya, entonces mañana me voy pa' Añasco en vez de Maya. Igual quiero ver a tu papás —Victoria rió.
— Bueno, te dejo. Chau, bella.
— Chau, mi amorrr —dijo con un tono gracioso, Victoria rió, cortó la llamada.
— ¿Con quien hablabas vos?, ¿tenés pareja y no me lo contaste? —le preguntó Emilia con una sonrisa a Sofía, que había escuchado el apodo.
— No, tonta —rió por lo bajo—. Era Victoria.
— Mirá' vos, te hablás con ella así y a mi me decís' "Emilia".
— Te digo "Emi", no te haga'i.
— Me refiero a que le dijiste "mi amor".
— Ash, no sé. Me nació decirle así y ya, qué sé yo... tampoco lo decía en serio, no te creas.
— ¿Te gusta?, sí ¿no?
— ¿Qué?, no. Para nada —negó—. No me gusta, Emi, obvio que no. Es mi amiga, sería imposible que me guste —intentó convencerse.
— Díselo a tu corazón —rodó los ojos.
— Pero sí es verd-
— No, no me mientas —sonrió sabiendo que tenía razón. Sofía solo rodó los ojos y sonrió.
Victoria se tiró en su cama, iba a tomar su teléfono y vio a Mariana entrar a la habitación.
Se veía pensativa, con ganas de decirle algo, nerviosa. Pero ella antes de que Mariana dijese cualquier cosa, habló.
— Mari, perdón por comportarme tan mal contigo —se sentó en su cama, le extendió una mano a su amiga para que vaya con ella, y es justamente lo que hizo Mariana. Fue con ella, quien al tomar de la mano a su amiga la tiró con ella, Mariana rió—. En verda' perdón, estaba muy estresá', me desquité contigo.
— Ta' todo bien, no te preocupe' —se acomodaron mejor, tendiéndose. Miko la abrazó por al cintura, dejó su cabeza apoyada en el pecho de su amiga, mientras miraba al techo.
— Lo bueno e' que ya se me quitaron lo' nervio', so no estoy estresá' ahora, pero tengo un sueño horrible. Voy a dormir.
— Bueno, te dejo entonce' —se iba a levantar pero Victoria la detuvo.
— ¡Noo!, quédate conmigo. No quiero dormir solita —Mariana no se pudo contener al tono tan tierno que había usado y a su puchero.
— Okey, me quedo, igual tengo un poco de sueño —sonrió. Victoria sonrió contenta, su amiga se volvió a acomodar junto a ella. Quedaron en la posición inicial, en silencio, pero no uno incómodo, sino que era uno reflexivo. En el que ambas pensaban distintas cosas: Mariana en cómo sería el concierto que daría su amiga. Y Victoria en qué podría comer luego, moría de hambre.
— Mari —susurró, levantó un poco su cabeza para mirar a su amiga, quedando a solo unos centímetros de su cara.
— ¿Mh? —sus nervios estaban presentes por la cercanía entre ambas.
— ¿No tiene' hambre?, yo sí —se miraron a los ojos.
— Eeh, no. Pero si tú tiene' hambre, anda a comer, creo que quedaron par de galletas de las que compró Diego.
— No, no quiero comer sola.
— Pero —iba a terminar de hablar, pero los azules y hermosos ojos de su amiga la miraban fijamente, intentando convencerla de que la acompañara a comer, sumándole que tenía una linda sonrisa dibujada en sus labios. Mariana no le iba a decir que no—... ¿de cuáles va' a querer?, hay de do' si no me equivoco, recién fuimo' a comprar —Victoria sonrió ampliamente al ver que logró convencerla.
— ¿De qué son?
(...)
Sofía estaba almorzando con Emilia, mientras se ponían al día respecto a algunos temas.
— ¡¿Me acabás de decir que ya te has besado con Victoria?! —y «algunos temas», son la platinada favorita de Sofía: Victoria, por supuesto.
— Bueno, a ver, tampoco lo diría tan así pero... mentira, sí. Más de dos veces, pero es su culpa, yo te juro que me intento alejar cuando lo va a hacer, pero hay veces que ella es más rápida, y me pilla por sorpresa, tú sab'í.
— Tampoco te hagas, sé que querés' comértela, se te nota a kilómetros.
— Cállate, no —dijo riéndose—. Ya te repetí mil veces que es mi amiga.
— Pero ella fue tu primer beso, ¿o no?
— Sí... pero éramos una cabra' chica' nomás.
— Igual, tampoco eran tan chicas.
— ¡Teníamos diez años, Emilia!
— Ah bue', igual sí, pero eran consientes de lo que hacían.
— Éramos curiosas, queríamos saber cómo era dar un beso y ahí ten'í —hizo un gesto con la mano.
— Sos imposible, Sofía. Pero decíme' cómo fue el beso, ¿con lengua o sin?, ¿hasta la campanilla o no?, ¿te re chapó o solo un poco?, ¿te tocó? —Sofía solo escuchaba las miles de preguntas que le hacía su amiga, sin decir ni una sola palabra o hacer expresión alguna—... ¡¿te tocó?! —repitió.
— ¿Cuando?
— La primera vez, duh.
— ¿Qué iba a saber ella de eso a los diez años, Emilia? Aunque... ahora que me acuerdo... no nada, olvídalo.
— Te odio, siempre me haces lo mismo. Ahora cuenta.
— Bueno...
Victoria estaba atragantándose de galletas y leche con Mariana, mientras reían a carcajadas... justo como en los viejos tiempos.
— Stop, no quiero más —habló Victoria.
— Yo meno', suficiente.
— ¡Puñeta, hay que comprar Cocoa Pebles!
— Diablo', sí.
— Compramo' mucho' y nos llevamos' una' veinte caja' pa' Chile. Allá no venden —hizo un puchero—. Y son muy necesario'.
— Obviamente —se miraron, rieron.
— Tanta' Oreos me llenaron —suspiró.
— Me too...
(...)
Quedaban dos para el concierto, estaban peinando a Miko para ello. Estaba estresada, intranquila, nerviosa, y enojada por todo eso.
— ¡Déjame tranquila un segundo aunque sea, puñeta! —le gritó enojada Victoria a Mauro, que le estaba haciendo muchas preguntas y hablando de distintos temas a la vez.
— Como quiera' —se fue del lugar. Mariana iba a ir donde su amiga, pero su hermano la detuvo—. Cuidado que anda brava.
— ¿Otra vez? —Mauro se encogió de hombros y siguió su camino.
— ¿La llamo? —le preguntaba Sofía a Emilia, estaban tiradas en la cama de Emilia, mirando al techo mientras charlaban, más aún.
— Sí, ¿a qué hora es su concierto?
— No sé..., imagínate ya está en...
— Pregúntale a Mariana si la podés llamar y todo.
— Ya sí —agarró su teléfono y le escribió a Mariana.
Luego de unos minutos le respondió.
— Dice que sí, aún falta una hora y media para el concierto.
— Para el mío faltan dos, vos llámala, no hay apuro.
— Aah vale, voy a ir a hablar afuera —Emilia asintió.
Salió del apartamento, una vez en la calle llamó a su amiga, que le contestó a los tres tonos.
— ¡Sofi! —le respondió más aliviada.
— Holaa —sonrió.
— Espérate —cambiaron a FaceTime. Sofía pudo ver a su amiga que estaba peinada, sin una gota de maquillaje, con una camiseta blanca. Se veía hermosa, sin dudas.
— ¿Cómo estás?
— En verda' en verda'..., nerviosa. Es raro que no esté' aquí with me —se sinceró.
— Perdóname, de verdad perdón, es que justo caían en la misma fecha, sabes que odio perderme tus conci-
— Calm down, no pasa ná'. Igual tiene' derecho a ir a otro' concerts, so no hay drama —sonrió—. Yo estoy bien, tranqui'.
— Si fuera así no habría necesidad de que me mientas...
— No pero yo no te men-
— No importa, da lo mismo. Quiero que estés tranquila, ¿vale?
— Okey, sí. Estaba un poco nerviosa, pero ya hablando contigo se me quitaron todo' lo' nervio —Sofía sintió una cosa rara en el estómago, sonrieron.
— Aww, te amo —le tiró un beso a la pantalla simulando que era para su amiga.
— También te amo, Fivs —eso le llegó muy en el fondo de su corazón a Sofía, Victoria lo había dicho también desde el fondo de su corazón.
— VICTORIA, CABRONA, APÚRATE TE DIJE —entró de golpe Mariana a la habitación, Victoria estaba encerrada, su amiga entró dando un portazo. Asustando a la antes nombrada.
— ¡Canto de puta, estoy en llamá' con Sofi!
— Uy, perdón —le quitó su teléfono y miró a la cámara—. ¡Hola, Sofi!, dile a Victoria que se apure, que vamos tarde.
— ¡Ey!, no. Deja —le arrebató su teléfono, la miró mal, y luego volvió a la llamada—. Te dejo, ¡bye, te quiero, bella!
— Chau, te amo, bonita, yo no estaré contigo, pero mi espíritu sí, ah —su amiga rió.
— Gracia', Fifi —Sofía como un "de nada" le tiró otro beso y sonrió, cortó.
— Uyy, "no me gusta" decía' —la molestó Mariana a Victoria.
— Ya, déjame, no me gusta —sonrió.
— Sí claro, díselo a tu corazón —tal cual le había dicho Emilia a Sofía, ahora le decía Mariana a Victoria.
No dijeron nada más, salieron de la habitación, Mauro las estaba esperando en el sofá.
Salieron del apartamento, Bonaroti los esperaba con el vehículo encendido, listo para que todos se vayan.
— Ya, yo me voy, me tengo que ir a alistar y ensayar una última vez las coreos',
— Ya, que te vaya bien, te quiero.
— Gracias, chau —se fue, apurada porque ya la estaban esperando.
Sofía se metió a bañar, luego en bata comenzó a transmitir en vivo en Instagram.
— ¡Holaaa!, acompáñenme a arreglarme para ir a un concierto de La Perra Exclusive —soltó un chillido de felicidad—. Ósea que de Emilia... Vamos a partir ¿maquillándonos? Sí, y acuérdense que lo que siempre les digo, que tienen que partir con los ojos porque sino se pueden manchar el resto de maquillaje y les va a quedar como rarito —entrecerró los ojos, intentó leer algunos comentarios, pero eran demasiados, pasaban muy rápido, solo alcanzó a leer uno—... Mmh, sí, es hoy el concierto de Emi para los que se lo preguntan, y sí es en unas horitas. Incluso Emi acaba de irse, por eso hago live ahora —leyó un comentario, rió por el nombre del usuario: @mikosexual4life era el nombre de este—. Sí, bebé, no pude ir al concierto de la Baby Mi, y no —vio que muchos comentarios preguntaban por qué había decidido eso y ir al de Emili—... ¡no se enojen! Acuérdense de que Emi iguale s mi amiga, hueón, no solo Miko. Ubíquense, ¿ya? —dijo haciéndose la enojada—. Bromis, ahora sigo con mi maquillaje que aún tengo que secarme el pelo y toa' la hueá.
Continuó maquillándose, dialogando con El Chat, y arreglándose...
Luego de una una hora con exactamente diez y seis minutos, Sofía estuvo completamente lista.
— ¡Chao, los amo muchísimo!, capaz ahora igual prenda live en el concierto, pero ahora ¡me tengo que ir! —finalizó su live, salió del apartamento y una vez en la calle se pidió un taxi.
Victoria ya estaba dando su concierto, pasándosela increíble, pero sin poder dejar de pensar en su musa mientras cantaba algunas canciones... Sofía, exacto, su mejor amiga, por la cual ella juraba que no sentía nada más que un amor de amistad, de "hermanas". Pero por la cual se sentía confundida al mismo tiempo.
Pero no le gustaba... ¿o sí?(Unos minutos antes de concierto de Young Miko...:)
— Diablo', estoy bien nerviosa —le hablaba Victoria a Mariana.
— Tranquila, to' va a salir bien, como siempre porque Sofi ya te dijo que está aquí su "espíritu" —hizo comillas con los dedos—, así que no tiene' de qué preocuparte.
— Okey, tiene' razón. Igual los nervio' no se me van, pero siempre me pongo así, así que es normal —asintió con la cabeza.
— Miko, en cuatro tiene' que salir —le avisó Mauro mientras que llegaba.
— ¿Qué dijiste? —frunció el ceño, estaba confundida por la información que le habían dado.
— Que tiene' que salir en cuatro —la cara de su amiga se tornó rosada y abrió los ojos como platos—... minutos —aclaró.
— Aaah, okey... Me asustaste, cabrón.
— Ere' una malpensada, Victoria —negó con la cabeza riéndose.
— No e' mi problema que llegue' diciendo que tengo que salir a la tarima en four —hizo un ademán con su mano.
— Soy culpable, ahora prepárate que tienes que salir —Victoria asintió, comenzó a dar saltos, agitar sus manos, y alongar un poco.
Salió cuando le tocó, al ya estar en la tarima se le fueron absolutamente todo tipo de nervios.
(...)
— ¡¡¡TE AMO, EMILIA!!!, ¡¡¡SOY TÚ FAN NÚMERO UNO!!! —le gritaba a todo pulmón Sofía en el concierto. Levantando su cartel que decía en grande: "¡TE AMO, EMI, CÁSATE CONMIGO!", y muchos corazones de colores a los lados. Emilia se percató del grito, miró asustada a Sofía, pensando que era una fan random. Pero al ver que se trataba de su amiga se le quedó mirando con una sonrisa mientras seguía cantando—. ¡¡¡ME MIRÓ, ME MIRÓ!!!, ¡TE AAAMO, HUEONA! —Emilia soltó una pequeña risa mientras cantaba.
Y así sucesivamente, hasta que terminó de cantar la canción.
— Bueno, hoy tengo aquí a una chica muy especial y que amo mucho, en el público. Es mi mejor amiga, no sé si la conozcan, se llama Sofía —habló Emilia después de cantar la primera canción—. ¡Sofi, vení' dale! —Sofía de rió, subió a la tarima con su cartel y se lo enseñó a su amiga—. Ah, y también soy su fan número uno me faltó decir, cómo ella es la mía...
Ambas comenzaron a cantar una canción juntas. Las buenas vibras que transmitían en ese preciso momento, eran inigualables.
(...)
Terminaron ambos conciertos, todas estaban agotadas, Sofía aún tenía que ir al aeropuerto para viajar hasta Maya y luego irse a Añasco, no pudo cambiar su vuelo para sólo ir a su destino, ya era muy tarde cuando Victoria le avisó que vaya hacia allá.
Estaba con Emilia en el apartamento, viendo una película mientras comían un poco de pop corn que habían comprado en el supermercado e hicieron al microondas.
Victoria estaba también en su apartamento, con Bonaroti, Mauro, Mariana, Shotaro, y Jonuel.
Celebraban que todo salió bien, con unas copas de champagne. Aunque faltaba una integrante, de las más importantes para Victoria.
«Sofía»
Y es que nunca habían estado tanto tiempo separadas, aunque solo fuese un día, se sentían como mil años.
Porque sí, ya han estado durante semanas separadas, sin verse. Pero esta vez se sentía distinto, se necesitaban ver, abrazar. Y hablarse en persona.
El día terminó bien, Victoria le dio las buenas noches a su amiga, por texto, pero ella no contestó, no le llegó el mensaje tampoco, estaba en el avión yendo a Mayagüez, le tocó viajar en la noche.
Así que se fue durmiendo prácticamente todo el viaje, menos al principio, le trajeron la cena, eran espaguetis con salsa.
Victoria se acostó, estaba extremadamente cansada, así que le mandó el mensaje a su amiga y luego se durmió. Pero no al tiro, se dio un par de vueltas, algo no la dejaba dormir tranquila, como le hubiera gustado.
Día agotador, mañana sería uno más tranquilo, todo dependería de los planes que tuvieran y de cómo saldría todo.
Pero había algo que inquietaba a Victoria, era que Sofía la estaba comenzando a confundir... ¿le gustaba o no? Ni siquiera ella sabía, pero intentaba convencerse de que no.
Era su mejor amiga después de todo, si le gustaba tendría que contenerse de decírselo, porque no quería arruinar su bella amistad, que ama y adora con todo su corazón, pero tal vez eso cambiaría con solo un segundo, con solo un pensamiento, una acción.
Como también puede que no, y se dé cuenta de que no le gusta.
Tantas preguntas no la dejaban dormir en Paz. Y odiaba eso ¡solo quería dormir un poco!, pero logró dormirse después de aproximadamente unos veinte minutos dando vueltas por toda su cama, ya estresada.
Esa noche Sofía solo durmió, comió, y escuchó mucha música en su viaje, que se le estaba haciendo un infierno por querer llegar ya a PR y poder irse a la casa de los padres de Victoria, que por cierto, ama demasiado, como si fuesen sus propios padres...
ESTÁS LEYENDO
𝑩𝒆𝒔𝒕𝒊𝒆𝒔 - ʸᵒᵘⁿᵍ ᵐⁱᵏᵒ
Fiksi Penggemar«Que no son nada, dicen que es obvio..» Dos mejores amigas de absolutamente toda la vida: una streamer muy famosa y una cantante también famosa... ¿Gustarse? Ambas dirían que nunca. Aunque todo puede dar un giro de 180° y ellas ni cuenta se dar...