ᴄᴀʟᴠɪɴ ᴋʟᴇɪɴ

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La moda es un arte. Una pasión casi cohibida, un implemento relevante que resalta la escultura humanoide. Si Erich Fromm puede decir que el amor tiene arte; yo Céline, puedo confirmar que arte es la vida, y la vida es moda. Hace años estaba convencida que la economía, antropología, la ciencias políticas entre otras, movían al mundo. Por eso gasté varios años tomando esas raíces poco emprendedoras; sin embargo, sabía que mi sueño era vestir a las personas. Me gusta lo bochornoso, excéntrico, lo vulgar, lo admirable, lo inalcanzable, el simple deseo de más. Luego caí en cuenta de que el mundo va de eso, y la moda lo impulsa con frenesí. Me encuentro envuelta en esta instancia laboral hace nueve años, me encanta como suena ello, me da un sentido orgulloso. Trabajo en una empresa innovadora, nos proponemos a tomar varias marcas de clase en el mundo de la moda y en una sola revista publicar todas de ellas. Tenemos ciertos casos como dedicar una entrega total sobre un solo modelo/s. Pero son pequeños casos donde el dinero le sobra a la marca ajena. 

— Quiero un lívido traslúcido. Necesitamos que el escote sea holgado y caiga como agua hasta la pelvis. Recuerden que nos encontramos en una etapa elegante pero revelada — Mientras camino hacía mi oficina con varias carpetas abrazadas a mi pecho voy aconsejando a lo demás estilistas con menor cargo que el mío — Y que se adecue a una modelo de ojos avellanas. Recuerden que ojos marrones se necesita sombras azules.

Cierro la puerta frente a todos para por fin, tener un respiro en la soledad misma. Amo mi trabajo. No soy el cargo mayor obviamente; soy por así decirlo quien ayuda al oficial a concretar planificaciones bases. Todo lo que haga y diga, luego es evaluado a final de mes para ver como concluyeron los encargues. Con evidente intromisión debes en cuando; aún no creo ser capaz de llegar a tal nivel. Mikasa Ackerman es muy rígida con todo labor comprometido a su empresa. Y Pixis — Con quien trabajo y soy su "gerente" de moda — cumple con todas sus fantasías abstractas. ¿No es irónico que todo empresario de moda sea calvo?  Como por ejemplo en El Diablo Viste A La Moda y Betty La Fea. Espero que si me ascienden el sueldo nominal fuese suficiente para comprarme pelucas de calidad. La puerta se abre de par en par. 

— Querida mía — El calvo hace su entrada magníficamente tonta — nos vamos a España. 

— Irán. Sabes que no puedo programar viajes en estas fechas. Es cumpleaños de Marco; y es la primera etapa de presentación del proyecto. No podemos dejar solos a los chicos, la Ackerman haría que tiren el avión junto con nosotros al mar. 

— Justamente. Primera instancia, la entrada. Para cuando toque el postre ya estaremos aquí — Arregla su corbata en el reflejo de mi ventana.

— ¿Y a qué se debe este viaje?

— Calvin Klein quiere fotografías exclusivas de un nuevo modelo. Hay tantas lenguas que hablan de él, y otras tantas que quieren estar sobre él.

Sus cejas suben y bajan y suelto una carcajada.

— Diles que vengan. El modelo tiene piernas y creo que sentido común. Es un viaje muy longevo y prolongado. 

Escucho como suspira y mi computador se apaga de repente. Deja el enchufe de lado y se siente frente a mí.

— Eres la primera que habla cuando de instancias únicas se trata. Esta la es, en todo su maldito esplendor. Además sabes que en estos casos la paga es inefable; la Ackerman no creo que se moleste si volvemos con varias fajas de billetes. 

Como instinto propio, muerdo mi labio inferior frustrada y acaricio mi cuello tensionado. Si la vejez no me mataba, mi agenda repleta de eventos lo haría. Como persona no puedo negarme a la propuesta, es un viaje a España; nunca sabré si podré ir en algún otro momento. Pero por otro lado significará mas peso para cuando vuelva, y precisamente no voy de vacaciones. Iré a trabajar formalmente. Pero supongo que podré darme al menos unas horas libres al día para ser de turista. 

𝐄𝐒𝐂𝐄𝐍𝐀𝐑𝐈𝐎𝐒 | ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora