Asmodeus ;; Keria x Gumayusi

⋟ 3.

La capilla lateral estaba envuelta en un silencio solemnemente interrumpido por el tenue crepitar de las velas. Minseok, con una mezcla de expectación y nerviosismo, avanzó por el pasillo oscuro que conducía a la pequeña capilla. Cada paso resonaba en la penumbra, y su corazón latía con fuerza mientras se acercaba al umbral.

Al entrar, la visión de Minhyung en las túnicas blancas, iluminado por la luz de las velas, parecía pintoresca y casi celestial. La atmósfera resonaba con un aire de misticismo, alimentado por el aroma del incienso que impregnaba la capilla. El mayor, de rodillas frente al altar, fingía una profunda oración, con las manos entrelazadas y la cabeza inclinada en aparente comunión con lo divino. El otro, sintiéndose como un intruso en ese santuario espiritual, se quedó de pie en el umbral, esperando ser invitado a unirse al ritual.

El joven líder espiritual levantó la cabeza lentamente, sus ojos revelando una combinación de devoción y supuesta conexión con fuerzas más allá de la comprensión humana. Con gestos precisos, invitó a Minseok a arrodillarse a su lado, indicando que se uniera a él en la oración.

—Minseok, hoy es el comienzo de tu viaje espiritual hacia la redención. Estamos aquí para buscar la guía del Todopoderoso y enfrentar las sombras que oscurecen tu alma.

Minseok, con los ojos brillando de determinación, se arrodilló junto al otro, siguiendo sus movimientos con devoción. El líder espiritual continuó con su actuación, pronunciando palabras de piedad y arrepentimiento. Era un espectáculo que el menor presenciaba con admiración y respeto, convencido de que estaba a punto de embarcarse en un camino sagrado.

El mayor continuó su farsa, elevando sus manos al cielo en un gesto de súplica. Minseok, sumergido en la ilusión, cerró los ojos y se unió a la oración, sus pensamientos enfocados en la búsqueda de la redención prometida. En ese momento de vulnerabilidad, Minhyung, con una sonrisa astuta, se deleitaba en la creación de un escenario manipulado para satisfacer sus oscuros deseos.

Después de unos minutos de supuesta comunión espiritual, Minhyung se puso de pie y extendió la mano hacia el otro, indicándole que lo siguiera. Juntos, se dirigieron hacia una esquina más apartada de la capilla, donde una alfombra suave y unos cojines estaban dispuestos en el suelo. Las sombras danzaban a su alrededor mientras Minseok se acomodaba en la alfombra, esperando instrucciones.

—Minseok, la revelación divina me ha mostrado que la senda hacia la redención implica enfrentar nuestros propios deseos oscuros de manera consciente. Hoy, en esta primera sesión espiritual, nos sumergiremos en la profundidad de tu ser para que puedas superar los obstáculos que te impiden alcanzar la paz interior.

Minseok, completamente entregado a la guía del líder espiritual, asintió con devoción. Sus ojos ingenuos reflejaban una confianza ciega en la supuesta revelación divina que guiaba sus acciones.

—Para esta sesión, cerraré tus ojos físicos, permitiendo que te sumerjas en la oscuridad de tu propio ser. Este acto simbolizará el despojo de las ataduras terrenales para que puedas enfrentar tus deseos más profundos y liberar tu alma de la carga que lleva.

Minhyung tomó una venda de la mesa cercana y con movimientos delicados cubrió los ojos de Minseok. Aunque estaba completamente consciente de la mentira que estaba llevando a cabo, la emoción y la anticipación se reflejaban en su rostro mientras realizaba cada acción con calculada lentitud. 

Con los ojos de Minseok ocultos tras la venda, la oscuridad se cerró a su alrededor. La capilla lateral se sumió en un silencio tenso, solo roto por la leve respiración de ambos. 

—Ahora, Minseok, respira profundamente y deja que la oscuridad te envuelva. Siente cómo se desvanecen las preocupaciones del mundo exterior. Estamos solos, tú y yo, bajo la guía del Todopoderoso. —Instó, su tono solemne apenas ocultando la anticipación subyacente.