⋟ 13.

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Minseok asintió con entusiasmo, sus mejillas ruborizadas por el contacto cercano con Minhyung y la emoción inesperada que le generaba tener la oportunidad de pasar tiempo a solas con él. El joven líder se alejó unos pasos para cambiarse de ropa, aprovechando la oportunidad para dejar atrás su túnica religiosa y optar por un suéter casual que había dejado en la oficina.

Mientras Minseok esperaba pacientemente, sus ojos no podían evitar desviarse hacia el cuerpo musculoso y tentador del mayor mientras se desvestía. Cada movimiento de Minhyung parecía una danza hipnótica, sus músculos tensándose y relajándose bajo la suave luz de la lámpara. El brillo de la piel de Minhyung, la definición de sus abdominales y la línea de sus caderas dibujaban una imagen que Minseok no podía apartar de su mente, una visión que despertaba un deseo ardiente en lo más profundo de su alma.

Una sonrisa traviesa jugaba sutilmente en los labios del mayor mientras observaba de reojo la reacción de Minseok, disfrutando del poder que ejercía sobre él. Sabía que el menor estaba completamente bajo su hechizo, dispuesto a seguirlo a donde sea que lo llevara.

Cuando Minhyung finalmente terminó de cambiarse y se volvió hacia él, Minseok se vio obligado a desviar la mirada con timidez, sintiendo el calor de un rubor intenso subiendo por sus mejillas. Tragó saliva con nerviosismo, luchando por mantener la compostura frente a la irresistible atracción que sentía hacia el líder espiritual.

—¿Listo para irte? —preguntó, su voz suave como la seda mientras extendía una mano para tomar la de Minseok.

El menor asintió con nerviosismo, sintiendo cómo un escalofrío recorría su columna vertebral ante el contacto con la mano de Minhyung. A pesar de su creciente excitación, intentó mantener la calma mientras seguía al mayor fuera de la oficina y hacia el exterior del templo.

El aire fresco de la noche los envolvía mientras caminaban por los jardines del templo, sus pasos resonando en la quietud de la noche. La luna brillaba en lo alto, iluminando el camino ante ellos con su luz plateada y creando sombras danzantes en el suelo.

A medida que avanzaban por los senderos bordeados de árboles, Minseok sentía cómo la tensión en sus hombros se disipaba lentamente, reemplazada por una sensación misteriosa de calma y serenidad. La presencia reconfortante de Minhyung a su lado le daba una sensación de seguridad que nunca había experimentado antes, como si nada pudiera lastimarlo mientras estuviera cerca del líder espiritual.

Mientras caminaban, Minseok sintió el impulso de comenzar a hablar animada y nerviosamente sobre su vida y sus experiencias, compartiendo historias y anécdotas con Minhyung como si fueran viejos amigos. La presencia del mayor parecía liberar algo dentro de él, una necesidad de expresarse y ser escuchado que había estado reprimida durante tanto tiempo. Y aunque en el fondo sabía que estaba revelando demasiado de sí mismo, no podía evitar dejarse llevar por el momento y abrir su corazón al hombre que lo había cautivado de una manera tan profunda.

Minhyung escuchaba atentamente cada palabra de Minseok, su corazón lleno de un placer perverso ante la inocencia y la vulnerabilidad del menor. Cada historia, cada risa, cada gesto de afecto solo servía para alimentar su deseo de dominación sobre él, de hacerlo suyo en cuerpo y alma. Y pese a que sabía que debía ser cauto en sus acciones, no podía evitar sentir una oleada de excitación al ver cómo Minseok caía cada vez más bajo su encanto.

—Y... y mi cumpleaños está cerca —mencionó Minseok repentinamente en medio de su parloteo, una sonrisa tímida curvando sus labios mientras jugueteaba con sus dedos.

El líder espiritual arqueó una ceja, su interés pico por la mención del cumpleaños de Minseok. Era un detalle insignificante en la gran mayoría de los casos, pero en el contexto de su creciente relación, tomaba un significado especial.

Asmodeus ;; Keria x GumayusiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora