💋 𝒲𝒾𝒸𝓀ℯ𝒹 𝒢𝒶𝓂ℯ𝓈 💋 [𝓈𝓂𝓊𝓉-𝓈𝒽𝑜𝓉𝓈 | 𝓂𝓊𝓁𝓉𝒾𝓈𝒽𝒾𝓅]

amor y feniletilamina 💋 Poli!Queen

Se sentía orgulloso de su esfuerzo. 

Sí, estuvo a punto de tirarse una olla de agua hirviendo encima en su atolondrado intento de calentar el chocolate en un baño María, pero no lo hizo. En su lugar, había conseguido que el aroma del cacao invadiera la cocina, y que las barras de chocolate suizo de repostería adoptaran una consistencia cremosa y homogénea. Perfecta para bajarle la intensidad al fuego, y colar el azúcar y el par de huevos en la mezcla, y así conseguir la base de su postre. Tras servir parte de la crema en los preciosos vasos de vidrio que encontró en la despensa, lo dejó enfriar un par de horas en la nevera mientras cortaba fresas y bananas en cubos, dejaba abierta la botella de vino tinto para que se aireara, y molía a mano las nueces y la canela, porque la tienda de ese pueblito en el que optaron por pasar sus vacaciones solo las tenía en rama. 

Era un sitio romántico... un paisaje invernal en medio de Laponia, Finlandia. Era el aniversario de la banda y querían estar lejos del ojo del mundo. Diez años desde que se conocieron todos y configuraron oficialmente Queen, pero siete desde que decidieron que valía la pena solo ignorar críticas ajenas y dudas propias y dar rienda suelta a los sentimientos que se tenían entre ellos. Aquellas emociones que fueron descubriendo desde el primer instante, de a poco, en fiestas que se convirtieron en escenario de confesiones y miradas furtivas que cada vez eran más difíciles de ignorar. Tanto en las sesiones de grabación, donde se hablaban sin palabras pero con la música, un idioma en el cual los cuatro eran fluidos; como en las sesiones de Scrabble a media noche, donde las discusiones se convirtieron en risas suaves, nerviosas, y caricias discretas, efímeras, que ocultaban un mundo hasta entonces prohibido por detrás. 

Al menos para Roger, las cosas eran claras, y si eran claras, eran sencillas. Amaba a sus amigos con fiereza,  y los consideraba sin lugar a dudas su familia, por lo que no dudó ni un segundo en proponerles ser todos ser novios cuando se enteró que no era el único que había desarrollado un amor romántico por sus compañeros de banda, sino que todos se hallaban en ese debate interno de si lo suyo era romance o una poderosa camaradería. Que la química que existía entre ellos sobrepasaba las convenciones sociales, y podía convertirse en algo único. Hermoso, si bien diferente. 

¿Lo consideraron descabellado? Sí. Y no podía recordar si fue John o Brian quien dijo que eso podía arruinar la banda... pero Freddie fue el primero en admitir que la idea no era loca, y que solo tenía sentido aceptarlo, porque de no hacerlo solo se iban a resentir a ellos mismos y a los demás para siempre. El amor era un sentimiento precioso, y los cuatro lo compartían con el otro en detalles pequeños y palabras puntuales que cada vez fueron más fáciles de pronunciar, y que se camuflaban en cosas del día a día.  

En la manera en la cual Freddie pintaba las uñas de Brian, con una delicadeza única, y una sonrisa que aparecía cuando el rizado le permitía tomar su mano; misma que pintaba su rostro cuando Roger le pedía ayuda para elegir un outfit, o John le pedía ayuda con el delineador antes de una presentación. Estaba en la forma en la cual los cuidaba, y les llamaba 'cariño' en un tono que no empleaba con nadie, si bien solo ellos lo conocían lo suficiente para notarlo. 

O en la forma en la cual Brian lo dejaba meterse en su cama cuando tenía frío, a pesar de que no era una persona de mucho contacto físico; pero lo dejaba dormir abrazado sobre su pecho y con sus piernas entrelazadas. Una costumbre que pronto fue imitada por el otro par cuando les llegó el invierno con ventiscas y tormentas que les cortaban la calefacción, y terminaban los cuatro abarrotados en el cuarto de rizado para protegerse de la helada. No solo durmiendo, pero jugando cartas o viendo películas en la laptop del rubio, y hablando de todo y de nada hasta la madrugada, al punto de caer rendidos de sueño en los brazos de quien estuviese más cerca. Las demás habitaciones de su departamento fueron eventualmente olvidadas; e incluso ahora, cada uno con casa propia, tendían a pasar juntos. Eligiendo cual utilizar por temporadas, porque les venía siempre bien el cambio.