no respires 💋 Deacury

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No puedo respirar. 


La última partícula de oxígeno abandonó sus pulmones, enviando una respuesta inmediata a su cerebro que lo hizo jadear con fuerza en busca de una bocanada de aire, pero no había nada que pudiese hacer para alcanzarla. 

Sentía una incesante necesidad de empujar a su pareja; llevar sus manos para apartar los dedos que se aferraban a su cuello con ligera presión, pero las finas y delicadas tiras de seda lo tenían amarrado contra el espaldar de la cama. Sabía que con un tirón se soltarían; estaban ahí solo a fin de recordarle que no debería interferir, y a pesar de la respuesta natural de su cuerpo que lo instaba a hacerlo, John no quería que se detuviese. 


Estoy conduciendo, o viendo tele, o a veces durmiendo, y siento de un momento a otro que no puedo respirar, pero sé que no son mis pulmones. Fui al médico. Me dijo que es la ansiedad. 


Era siempre una lucha con su cabeza, de hecho, él y sus preocupaciones. Pero ahora se sentía como una batalla entre su corteza cerebral, que buscaba conseguir algo de oxígeno a toda costa para mantenerlo vivo, y el hipotálamo, que perseguía ese orgasmo impulsado por la adrenalina. 


¿Has intentado exagerar el síntoma, John? 

¿A qué se refiere?

Tu cerebro piensa que estás en peligro.
Entonces sientes todo con más ímpetu para sobrecompensar, y te angustias.
Tienes que hacerle entender a tu cerebro que no estás en riesgo.


La adrenalina hacía maravillas en potenciar el efecto de cada mordida en su cuello, cada beso sobre su piel, en sus labios. Cada murmuro que su esposo dejaba contra su oído al repetirle lo increíble que lo estaba haciendo. Lo precioso que lucía así, contra el edredón de plumas, ahora que lo retenía con su mano. Apretando su garganta, al punto de obstruir la tráquea en un gentil y a la vez aventurado movimiento.

Su cuerpo reaccionaba distinto, encontrando todo tan nuevo; tratando de identificar la amenaza que lo asechaba y comprometía su vida en ese erótico e íntimo escenario. No obstante, no podía determinar qué era. No podía ver dónde se escondía el atacante.

¿En la mirada cargada de adoración de su pareja?

¿En la forma tierna en la cual lo penetraba, haciéndole el amor con apasionado afecto?

¿En esas manos que lo condicionaban, pero que nunca antes le habían hecho daño? Las manos de Freddie habían recorrido tantas veces su cuerpo, que cada célula en su organismo reconocía su tacto como un mimo, una caricia, y el lugar donde se podía sentir seguro.

Por ende, que fueran sus manos las que le cortaban el aire, al punto de nublar su mirada lo suficiente como para marearlo, era contradictorio; su cerebro parecía resignado a esa noche de discrepancias. 


¿Pero cómo lo hago?

No respires.


Respiró, hondo. 

Una vaharada invadió sus pulmones el instante preciso en el cual el moreno dejó de apretar la tierna piel de su cuello para que se reponga. 

Inhaló, pero no exhaló. Freddie se aseguró de interrumpir su proceso con un beso lánguido que su boca persiguió con impaciencia. 


Aguántate la respiración... unos segundos, todo lo que puedas... juega.
No respires por un instante. 

No entiendo cómo esto ayuda en algo.

Tu cerebro aprenderá que no morirás, y que estás a salvo.
Que tiene solo que olvidarse de eso, porque no es real.


El sonido de sus cuerpos chocando a un ritmo constante lo distrajo lo suficiente para bajar la guardia; y en el momento menos pensado volvió a experimentarlo todo de nuevo. Freddie con sus manos en su cuello; su corazón latiendo más fuerte con el nuevo subidón de adrenalina. 

Sus ojos completamente abiertos, concentrados en la dulce mirada del mayor conforme incrementaba la velocidad de sus estocadas para ayudarlo a alcanzar su clímax; identificando la custodia en ellos, porque Freddie prometió estar pendiente de no sobrepasarse, y él le confiaba su vida. A sabiendas de que con él ahí nada malo pasaría. 

Así, todo se oscureció. 

Y entonces el síntoma, este que te oprime el pecho y te hace sentir miedo, desaparecerá


Despertó el día siguiente al olor de café recién preparado que lo invitó a salir de la cama, e ir a la cocina sin molestarse en cubrirse con nada más que su bata. Por primera vez en meses, se sentía bien descansado, y se sentía ligero.  

La gigantesca puerta corrediza que daba al patio estaba abierta, invitando la brisa fresca de esa mañana hacia su hogar. Y en la mesa del desayunador lo esperaban sus huevos revueltos y sus tostadas con queso y un vaso de jugo de naranja. En la silla frente a la suya su marido, que saludó al menor con un casto beso en la mano, y una sonrisa. 

Comieron, entre risas y palabras que fluyeron. 

Fluyeron, porque nunca tuvo que detenerse a luchar por aire, y hasta ese momento, ni se había dado cuenta de ese pequeño detalle. 










Ok, esto lo inspiró un consejo que me dió mi psicóloga cuando le dije que la ansiedad no me dejaba respirar: solo no respires. Esa sensación de no respirar es un síntoma muy común de la patología, por lo que comparto el tip si a alguien le sirve. 

Obvio, siempre voy a encontrar una manera de que cualquier cosa sea sucia y por eso se me dio por meter esto en el prompt de hoy peeero, si en serio les pasa eso de sentirse ahogados y el ser asfixiados por otra persona es too much xd lo que yo suelo hacer es ir a ✨nadar✨.

Buceo todo lo que puedo y así consigo solo no respirar un rato (el agua también calma el estrés por algo a nivel neuronal, así que es dos en uno
😉). 






💋 𝒲𝒾𝒸𝓀ℯ𝒹 𝒢𝒶𝓂ℯ𝓈 💋 [𝓈𝓂𝓊𝓉-𝓈𝒽𝑜𝓉𝓈 | 𝓂𝓊𝓁𝓉𝒾𝓈𝒽𝒾𝓅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora