💋 𝒲𝒾𝒸𝓀ℯ𝒹 𝒢𝒶𝓂ℯ𝓈 💋 [𝓈𝓂𝓊𝓉-𝓈𝒽𝑜𝓉𝓈 | 𝓂𝓊𝓁𝓉𝒾𝓈𝒽𝒾𝓅]

sloppy seconds 💋 OT3!Smile

N/A - 5 ocasiones en las que Roger se topó con sus nuevos compañeros de banda teniendo sexo, y 1 en donde terminó distinto xd. 

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En defensa de ambos, el chico de la audición se había demorado más de media hora, y creyeron que no iba a venir. 

En defensa de ambos, además, habían estado ocupados con exámenes las últimas dos semanas (y si no eran exámenes eran las audiciones, o recitales, o el trabajo), por lo que decir que habían tenido tiempo a solas era una mentira. Naturalmente, se extrañaban. Naturalmente, iba a haber tensión ahí si se quedaban solos tiempo suficiente como para no resistir la necesidad de devorar los labios del otro. 

Entonces, que hayan pensado en aprovechar que el chico de la audición no llegaría para poder ponerse a corriente, y dar rienda suelta a las ganas que se tenían, no era descabellado. Brian había reservado el salón de música del Imperial por una hora, y nadie iba a molestarles ahí al menos por unos diez minutos más. 

Claro está, debieron siquiera considerar que seguía siendo un espacio público (por amor al cielo, pudo no ser ese muchacho sino un profesor el que los encontrara, y su reputación de estudiante estrella y persona juiciosa se iba al caño) y que no habían cerrado la puerta con seguro.
Lo último fue un error suyo, porque sí recordó brevemente que debían hacerlo pero una vez que su novio le metió la mano en el pantalón se le olvidó por completo. 

Sabían, de todas formas, que tenían poco tiempo. Fue lo que le dijo el castaño cuando insistió en arrodillarse frente a él, sacar su creciente erección de sus jeans y chupársela. No le tomaba mucho a Tim hacer que se corra en su boca y peor aún después de tanto tiempo alejado de su tacto. Su novio hacía maravillas con su lengua, y era evidente que su cuerpo había extrañado la manera en la cual la deslizaba por todo su miembro, repasando cada vena marcada sobre la piel con sugerente precisión. 

Le había hecho falta apreciar la imagen del castaño en ese estado; concentrado en atender su endurecido miembro con presteza. La forma en la cual fruncía ligeramente el ceño cuando se enfocaba en besar su glande y provocar ese chasquido sordo entre su saliva y el líquido que fluía a causa de su placer, o la sonrisita que se colaba en su mirada cuando hacían contacto visual en medio del indecente intercambio. 

El calor de su boca alrededor suyo lo forzó a cerrar sus ojos, y enterrar sus manos en su cabello a fin de empujar su cabeza para que tome un poco más. Marcando un ritmo que el menor siguió a la orden, moviendo la cabeza en sincronía con sus estocadas. Un vaivén cada vez más breve para llegar a su clímax. Definitivamente iba a durar poco, porque al rato sintió el cosquilleo en la parte baja de su abdomen y no tuvo ni oportunidad de avisarle antes de llenarle la boca con su semen. 

Sus piernas no resistieron mucho y se permitió caer sentado en el filo del escenario, y Tim sonrió satisfecho mientras lo guardaba en sus pantalones y se acercaba a darle un casto beso en los labios. 

Fue cuando abrió los ojos para mirar a su novio que notó una sombra de movimiento cerca de la puerta, e hizo contacto visual con un par de esferas azules, que se escondían entre una maraña de cabello rubio y una expresión mortificada. El chico hizo un intento fallido de escapar una vez que se dio cuenta de que los dos estudiantes lo regresaron a ver, pero la puerta quedó trabada y se pegó un bailecito ansioso antes de encararlos, con un notorio rubor en las mejillas. 

—¡Les juro por Dios que acabo de llegar! No vi nada... o bien, vi suficiente pero ¡prometo que no diré nada! Es más, solo voy a pretender que recién voy entrando, ¿ok? Solo... nada pasó. Bien —declaró unilateralmente sin esperar respuesta (tampoco hubiese sabido qué decirle... ¿disculpa por estar cogiendo en la clase de música? ) y, más calmado, logró abrir la puerta para salir.