cosas de panas 💋 Froger

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Y entonces la botella de ron (¿o era tequila?) cayó al piso, pero no se rompió, puesto que el alfombrado hizo un espléndido trabajo amortiguando el golpe. Lo poco de alcohol que aún quedaba en el cristal se regó, pero ya no hacía diferencia. 

Hace un par de horas, ambos hubiesen gritado; y hubiesen hecho un revuelo por el hecho de haber desperdiciado un buen trago. No obstante, tras varios litros de un 'todo lo que puedas tomar', la premisa de una botella desparramada en el suelo era hilarante. 

—Te toca ir por otra —murmuró el rubio cuando las risas cedieron, y ambos se quedaron con los ojos pegados en el bacardí cubano frente a ellos. 

—Tú la botaste. 

—Tú la botaste. 

—Tú la botaste —insistió el ojizarco, frunciendo el ceño ligeramente, antes de regresar a ver a su amigo con una expresión existencial que hizo que el moreno se tirara a reír nuevamente. El rubio le tiró una almohada en la cara —. ¡Freddie! Brian dijo que no nos darían otra botella... 

—Brön... Bram... Brimín. Brian no sabe de lo que habla, cariño —bufó, y su intento de levantarse de la cama terminó con él tropezándose con sus propias piernas; y cayó en el suelo con un ligero tack que forzó al de ojos claros a gatear lentamente encima del colchón, y asomar su rostro por el costado para ver si seguía vivo. 

El vocalista había caído de cara sobre la alfombra, y otra orda de risas cómplices inundó aquella lujosa habitación de hotel por milésima vez esa noche. Con una media vuelta, el moreno logró ponerse boca arriba sin dignarse levantarse del piso, y buscó la mirada de su mejor amigo con una expresión extraña que hizo que la risa del rubio cediera un poco. 

—¿Todo bien, Freddie?

—Terminé con Joe —puchereó, y el rubio se sentía demasiado desconectado de sí mismo como para tener esa conversación ahora. Por poco y consigue que el mayor no pensara en eso. Ese era el propósito de aquella extraña fiesta después de todo. Distraerlo. 

El instante en el cual vieron que Freddie empezaba a perder control de sí mismo y que divagaba entre los invitados con cada vez menos limitaciones, dispuesto a consumir todo lo que le fuera ofrecido, y aceptar de cualquiera toqueteos e insinuaciones que podían o no ser confiables... el resto de la banda tenía ya listo el plan de contingencia. Porque Freddie podía ser el alma de la fiesta, pero no era la primera vez que lidiaban con él en pleno proceso de sanar un corazón roto y no querían escándalos. No querían que nadie se aprovechara de él. Y entonces le prometieron que tendría todo el alcohol que quisiera, y que podría hacer todo el desmadre del mundo, si es que accedía a quedarse en su habitación de hotel.

Roger era el único capaz de seguirle el ritmo; algo en la amistad entre ambos hacía posible que se armara una fiesta de dos cual sea el contexto. Habían bebido, y cantado, y gritado, y por poco destruído la pequeña habitación entre juegos y bromas que los transportaron por un momento a cuando eran jóvenes, y no tenían ni una preocupación en el mundo. El baterista había logrado distraerlo con éxito: Freddie lucía tranquilo, despreocupado y contento en medio de todas esas travesuras de niños. Tonterías. Pero los había hecho reír y todo era diversión. 

Pero evitar que Freddie recordara a Joe era casi inevitable, y el rubio suspiró hondo al escuchar esas tres palabras, y le extendió la mano para ayudarlo a levantarse. 

No contaba con que el azabache se rehusara a cooperar, y este lo terminó jalando hacia el piso, en donde el rubio optó por sentarse contra la pared, y esperar pacientemente a que el moreno diga algo más. 

—No es justo. 

—No lo es... pero ya está. 

Freddie bufó —. ¿Es ese tu mejor consejo, Blondie?

💋 𝒲𝒾𝒸𝓀ℯ𝒹 𝒢𝒶𝓂ℯ𝓈 💋 [𝓈𝓂𝓊𝓉-𝓈𝒽𝑜𝓉𝓈 | 𝓂𝓊𝓁𝓉𝒾𝓈𝒽𝒾𝓅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora