I'm Georgina Schumacher

Clandestino

Después del vergonzoso incidente con Max, me encontraba nuevamente en la habitación del hotel. Charles ya estaba allí, y se levantó de la cama con una sonrisa, acercándose para felicitarme por mi nueva victoria.

-¡Nina, muchas felicitaciones por tu victoria! Lamento lo que pasó en el driver room con Ale. Pero realmente lo hiciste excelente, como siempre- dijo Charles con una dulce sonrisa y un rubor en sus mejillas.

-Gracias, Charlie-, le respondí, dándole una palmadita en el hombro. -Ese es mi trabajo, hacerlo excelente. No por nada soy la número uno-, añadí mientras me dirigía hacia la cama y me sentaba. -Estoy jodidamente cansada... Menos mal que esta semana no habrá carreras, ¿eh? ya estoy harta de verle la cara a Verstappen, que fastidioso- añadi doblando los ojos.

-¿quieres que te pida alguna pastilla para el dolor?- preguntó charles mirándome algo preocupado.

-Tranquilo, no hace falta, debo de tener algunas en mi maletín. puedes pasarmelo, por favor?..y por cierto, sabes donde esta mi papa?, no lo he visto desde que salí de las entrevistas con Lewis y Max.

-Voy- charles camino hasta mi maletín para traerlo hasta donde yo estaba

-Tu papá  me comentó que viajaría a Alemania, porque tu mama no se sentía bien y que había decidido regresar sin avisarte, Parece que está enferma. No me dio muchos detalles- Charles respondió con una expresión preocupada.

 -Así.También, me comento que tu entrenador vendrá esta semana que estemos en Miami.- charles me deja el maletín y me mira.

Fruncí el ceño, sintiendo una sensación de ansiedad. -¿Por qué no me lo dijo directamente?- pregunté, sintiéndome un poco molesta por la falta de comunicación.

-Quizás no quería preocuparte. Sabes lo importante que es para él tu rendimiento en la pista- Charles trató de explicar.

Asentí, aunque la preocupación por mi madre pesaba en mi mente. -Bueno, gracias por decirme ahora. Creo que revisaré mi teléfono y veré si mi papá me dejó algún mensaje.

Charles asintió con comprensión, y me quedé allí, con mi maletín de medicinas y pensamientos sobre mi madre dando vueltas en mi cabeza.

-Voy a ir por agua para que tomes- ofreció Charles, y asentí agradecida.

-Ya veo... entonces lo llamaré después, estoy muy cansada- dije mientras me dirigía al baño para llenar la tina con agua. Me quité la camisa, quedando solo en sujetador y pantalones. -¿No te molesta que me quite la camisa? Me voy a bañar y luego descansaré un poco.

-¿La camisa? ¿Qué pasa con la cami-? Charles No había terminado la frase cuando dejó caer la botella de agua, boquiabierto frente a mí, un leve rubor rojo apareció en sus mejillas. -Perdón, no debí haberte visto-

-Tranquilo, tampoco es para tanto- dije, recogiendo la botella de agua. Puse la pastilla en la boca y la tragué. -Iré a bañarme, gracias por el agua- añadí, entrando al baño y cerrando la puerta detrás de mí.

Después de cerrar la puerta del baño, dejé escapar un suspiro aliviado. No podía evitar sonreír ante la reacción de Charles. Me quité el resto de la ropa y encendí el agua de la bañera. Mientras esperaba a que se llenara, me miré al espejo, reflexionando sobre lo que acababa de suceder.

-A veces olvido el impacto que puedo tener en los demás-, pensé para mí misma, disfrutando momentáneamente de la sensación de poder. Sin embargo, la realidad volvió rápidamente, y recordé la situación con mi madre.

Me sumergí en la bañera y dejé que el agua caliente calmara mis músculos cansados. Mientras tanto, escuché un leve golpeteo en la puerta del baño.