Aquella semana había acabado y era hora de volver a la realidad. Fin de semana en Monza. Para mi suerte, tendría a mi madre y a mi padre conmigo.
—¿Cómo te sientes? —preguntó mi madre con una pizca de preocupación.
—Me siento bien, aunque un poco desanimada, para ser sincera... Hubiera preferido quedarme en Alemania unos días más —respondí cabizbaja.
—Cariño, estaré contigo todos estos días, ¿vale? Te apoyaré, te animaré y haré lo posible para que te sientas mejor. ¿Entendido? —mi madre me miraba con dulzura.
Asentí y le di un abrazo. Estábamos llegando al circuito para el día de social media. Bajé del auto y caminamos hasta el Ferrari Home. A lo lejos vi a Charles y a mi jefe, quien luego de un rato se acercó a mí y a mi familia para saludarnos.
—Georgina, ya está la mesa y Charles te está esperando para la entrevista. Por favor, te lo pido, no seas tan egocéntrica, ¿está bien? Responde a lo que te pregunten y no causes problemas. Es bien sabido que tus respuestas dejan mucho que desear. Sabemos que eso le gusta a la prensa, pero no queremos más revuelos. ¿Entendido? —dijo mi jefe.
Inmediatamente me fui a la mesa y me senté. Ahí estaba Charles, con su sonrisa genuina y su simpatía.
—Georgina, después de tu percance en la carrera pasada, ¿qué tienes pensado para este próximo GP? ¿Te sientes preparada? ¿Crees que estás en las capacidades? Tu compañero ha tenido mejores rendimientos que tú, ¿qué opinas al respecto? —preguntó el reportero.
Yo parpadeé y tragué aire, sintiendo un nudo en la garganta.
—Eh... bueno... —empecé, nerviosa—. La verdad es que... estoy trabajando duro para mejorar. Sé que la última carrera no fue la mejor, pero... estoy enfocada en dar lo mejor de mí este fin de semana. Respecto a mi compañero... él ha estado increíble, y eso me motiva a esforzarme aún más.
—Georgina, todos dicen que no estás rindiendo al nivel que se espera de ti. ¿Acaso ya no eres una buena piloto? Sabemos que eres la número uno, pero... ¿tu brillo se está apagando? —preguntó el reportero.
Yo miré a Charles y me molesté un poco. Respondí de manera grosera y algo problemática, todo lo contrario a lo que mi jefe me había dicho:
—¿De verdad me estás preguntando eso? —dije, con un tono desafiante—. Soy la número uno por una razón. Un mal día no define mi carrera. Si mi compañero ha tenido mejores rendimientos, bien por él, pero eso no cambia el hecho de que soy la mejor piloto aquí. Mi brillo no se apaga, simplemente estoy reservando mi mejor actuación para cuando realmente importe.
Charles intervino, también de manera grosera:
—Claro, porque yo sí soy un buen piloto. Lo que pasa es que mi compañera solo se llena la cabeza con tonterías en lugar de concentrarse en la pista. Tal vez si dejara de pensar tanto en su imagen y más en su rendimiento, no estaríamos teniendo esta conversación.
-Entonces, que quieres decir Charles?- pregunto el reportero
—Permíteme responder eso. Después de mi victoria pasada, estoy más que preparado para este próximo GP. Siempre estoy en mis capacidades, y mis resultados lo demuestran. Mi rendimiento ha sido superior porque me concentro en lo que importa: ganar junto con mi equipo. Si Georgina no está a la altura, es su problema, no el mío. Yo sigo siendo el mejor piloto en esta pista, y mis victorias hablan por sí solas.
El reportero, notando la tensión, decidió avivar el fuego:
—Charles, ¿estás diciendo que Georgina no se concentra lo suficiente? ¿Crees que su enfoque en su imagen afecta su rendimiento en la pista?
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I'm Georgina Schumacher
RomanceGeorgina Schumacher lleva encima el peso de ser la hija de uno de los pilotos más aclamado en el mundo de la F1. Su nombre resuena cada que se habla de velocidad y su himno cada fin de semana. ★・・・・・・★ -Si no compites para ganar, ¿entonces para que...