Georgina Schumacher lleva encima el peso de ser la hija de uno de los pilotos más aclamado en el mundo de la F1. Su nombre resuena cada que se habla de velocidad y su himno cada fin de semana.
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-Si no compites para ganar, ¿entonces para que...
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Max no había llegado y ya eran las 4:00 a.m. Había dejado tres llamadas sin respuesta cuando el sonido de golpes en la puerta captó mi atención. Me envolví en la bata de pijama y abrí la puerta, encontrándome con Oscar y Charles del otro lado.
—¿Oscar, Charles? ¿Qué hacen aquí? —Los miré, confundida por su visita inesperada.
—Georgina, veo que estás despierta —comentó Oscar con seriedad.
—Sí, es que... no he podido dormir bien, tenía muchas cosas en la cabeza —mencioné, frotándome la sien.
—¿Podemos pasar? —preguntó él, mientras Charles permanecía en un silencio inusual.
—No creo que sea lo mejor, es muy temprano para recibir visitas, deberían estar descansando. Yo también — intenté cerrar la puerta, pero las palabras de Charles me detuvieron.
—Necesito hablarte sobre Max — exclamó con una rapidez que me dejó atónita —Sobre su infidelidad—
—¿Qué? ¿De qué hablas?
<Charles, ¿qué tonterías estás diciendo?>
—¿Qué dices? Max y yo no somos nada... Charles, ¿acaso estás ebrio? ¿Por qué dices tantas estupideces? —Lo miré, fingiendo desconcierto.
—Charles no está ebrio y mucho menos está diciendo estupideces—añadió Oscar con esa tonalidad fría y directa.
—¿Cómo? ¿Tú... tú lo sabes? — Los mire a ambos, mis nervios empezaron a subir.
—Oh, pero claro que lo sé. Nena, ¿en serio piensas que es mentira? —comentó Piastri con arrogancia.
—Vamos, Charles. Dile a Georgina lo que viste, lo que hizo su... muy bonito novio —las palabras salieron de Oscar en tono de burla.
—Charles... ¿qué... qué hizo Max? —balbuceé.
—Max se besó con una chica en la fiesta, luego se fue con ella y tuvieron sexo, dijo que no eran novios. Todos, todos vimos como se besaban y luego se iban, porque estábamos ju... —Piastri le dio un golpe en el brazo a Charles para que no siguiera hablando.
—Con qué ¿novios a escondidas? Más bien, ex a escondidas... si que te lo tenías bien guardado, Georgina.
Me quedé con la mirada en blanco, intentando procesar todo.
—¿Me están jodiendo? Porque son las jodidas 4:15 a.m. y ustedes vienen, ¡hasta la puerta de mi puta habitación! a decirme ¡que mi jodido novio me ha sido infiel! ¿Te parece eso gracioso? —mi ira estaba a punto de estallar.
—Exacto —respondió Oscar, así sin más, directo y frío.
—Que les den —intenté cerrarles la puerta en la cara, pero Oscar puso su mano y pasó, abriendo la puerta con determinación.
