Lucifer toma un sorbo de té, con la vista fija en su invitado inconsciente acostado en el sofá de cuero rojo.
Deja la taza en el plato redondo y golpetea con la punta de sus uñas la superficie de la mesa, admirando por breves instantes el rostro desprovisto de aquella mascara gris y dorada.
Sabe que Adam no estará contento una vez que despierte, pero Lucifer no iba a dejarlo merodear por los alrededores sin supervisión.
Tan pronto su cuerpo desapareció de la escena luego de ser asesinado por aquella extraña y pequeña mucama del hotel de su hija, supo que el primer humano del mundo no estaba muerto.
Lo encontró tirado en el suelo, el suelo estaba un poco hundido y él cubierto de polvo, un poco gracioso, tomando en cuenta que ya estaba en el infierno, pero ¿Quién es el para cuestionar cómo funciona el descenso de los pecadores y ángeles caídos?
Haciendo uso de sus poderes, trajo a Adam a la seguridad de su castillo.
—¿Qué rayos?
Lucifer sale de sus pensamientos al escuchar aquella voz y de pronto es víctima de la mirada de infinito despreció de Adam.
—Tú —Gruñe el primer hombre, sentándose lentamente y frunciendo el ceño cada vez más— Pequeño bastardo entrometido, basura sin valor.
El rubio se encoge un poco ante las palabras del contrario, pero mantiene una expresión neutral mientras bebe el resto de su té.
No puede evitar notar con cierto dolor en el pecho, que el ojo de Adam aún tiene leves tics cada vez que está muy molesto, como si no supiese expresarlo con palabras.
—¿Empezamos con los insultos? —Dice finalmente el rey del infierno— Realmente debes cuidar lo que sale de tu boca... No te traje aquí para pelear contigo.
—¿Entonces? —Adam aprieta su túnica en sus puños— ¿Quieres regodearte un poco más?, pues vete a la mierda.
Lucifer se masajea la frente con la punta de sus dedos y niega con la cabeza, Adam siempre ha sido apresurado para sacar conclusiones, esperando lo peor.
—Deja de hablar un momento —Pide el rubio, provocando una expresión más ofendida que enojada en el contrario— Caíste, Adam... Cuando te apuñalaron, deberías haber muerto, pero estás aquí y eso me hace sospechar.
—¿De mí?, como si fuese a dejar mi comodo lugar allá arriba para venir a vivir entre la basura.
—Hablo de Dios, solo él podría haber intervenido por ti.
Dice Lucifer antes de que Adam pueda hacer otro comentario despectivo sobre el infierno y sus residentes, solo para recibir una mirada perpleja... Y luego mucha más aceptación de lo que hubiese esperado, aún con esa leve molestia que le tiene apretando los labios, pero mucho más tranquilo ante la idea.
—Si esto es obra del Señor —Se encoge de hombros Adam— Tengo que cumplir.
—¿Así?, ¿Tan fácil? —Cuestiona el rubio sintiendo enojo— ¿Solo porque él te ha dejado aquí?
—Pongo mi fe en él, sé que tiene razones para lo que hace.
El rubio que estaba a punto de tomar un sorbo de té, deja caer bruscamente la taza sobre el plato provocando que la oreja de la taza se rompa
Adam le dirige una mirada sospechosa ante la molestia que claramente puede ver reflejada en el rostro expresivo del demonio.
—Claro, la amada y mimada creación del señor siempre confiará en él —Dice con un gruñido bajo el rubio— A veces eres tan patético, actuando tan grande y tan poderoso, pero ante Dios te inclinas sin que te lo pida, no te cuestionas a ti mismo, ¿O sí?, ¿Por qué...?
—Cierra la boca, perra —Interrumpe el de cabellos castaños ahora más molesto— Me importa una mierda lo que pienses.
Nuevamente hace presencia aquel tic en el ojo del contrario y Lucifer tiene que calmarse antes de empezar una pelea con el primer hombre, sabiendo que no le hará ningún bien seguir enemistándose con el favorito de Dios.
—Solo quiero ayudarte... Lo que pasó en el hotel, sabes que yo no te habría matado, incluso si Charlie no me hubiera detenido, no te habría asesinado.
—¡Uh!, Si, claro —Responde el de cabellos castaños sarcásticamente— Perdóname, pero no te creo nada.
—¡Tú te lo buscaste! —Dice ahora más enojado el rubio— ¡No es mi culpa que no sepas retroceder cuando has llegado demasiado lejos!
Si las miradas pudieran matar, Lucifer estaría muerto y varios metros bajo tierra, porque Adam se ve francamente aterrador, el tipo de expresión poco común en ese rostro generalmente burlón, despreocupado y malicioso.
—¿Me estás diciendo eso a mí?—Cuestiona entre dientes el de cabellos castaños— ¿Tú de todas las personas?, ¡¿Acaso olvidas la mierda que hiciste?!
Lucifer se calla como si Adam le hubiese pegado un puñetazo en la cara, se mira las manos unos instantes y luego se encoge cuando el contrario se alza sobre él, con las manos plantadas en la mesa e inclinándose sobre está.
—No hables como si me conocieras, Lucifer... En lo que a mí respecta, nunca fuimos amigos, así que no me trates como tal.
Las palabras no deberían doler tanto, Adam siempre ha podido meterse debajo de su piel, ¿Qué se podría esperar de él?, el rubio se arrepintió demasiado tarde y Adam ya no era el mismo, nunca volvió a serlo, incluso ahora frente a él, con toda la familiaridad de su rostro cerca del suyo, está viendo y escuchando la voz de un desconocido.
Así como había tenido que ver al extraño en reuniones anteriores, así como había soportado tener que enfrentarlo una y otra vez.
Anhela volver a ver al primer hombre en sus primeros días, cuando Lucifer estaba lleno de resentimiento y orgullo, de odio hacia la preciada creación de Dios, detestando a aquel que consideraba indigno, inferior.
Cuando Lucifer se equivocó.
—Lo lamento.
Dice el rubio en voz baja, pero Adam no se doblega ante la disculpa, ante el arrepentimiento, su corazón sigue siendo duro, frío y el desapego en su forma de actuar es doloroso.
—Tus disculpas no deshacen lo que pasó, Satanás.
Responde Adam con desprecio, tomando la taza sin mango y bebiéndose el resto del té antes de alejarse, el de cabellos castaños abandona la habitación y Lucifer se queda ahí, tembloroso y con el corazón en la garganta.
Satanás.
Se debate sobre si ir detrás de Adam es la decisión más sabia, pero se queda ahí sentado, con los puños apretados y mordiéndose el labio inferior para evitar llamar al humano.
Adam necesita espacio y Lucifer también, el de cabellos castaños no es tonto como para salir del castillo y ponerse en peligro con los residentes del infierno luego de haber muerto hace pocas horas atrás.
Lucifer sostiene el mando quebrado de su taza y se cuestiona si podría arreglarlo.
O si es mejor dejarlo así..-.-.-.-.
No puedo dejar de pensar en ellos juntos, haha
Cuando Lucifer le dijo ''And now I'm going to fuck you'', yo pensé ''Bueno, primero tus esposas... Ahora te toca a ti'' ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Así que ahora son mi ship heheheNos vemos en el siguiente capitulo~
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But no flame burns forever || Lucifer x Adam
FanfictionEl pasado no puede borrarse, pero si las heridas siguen abiertas, es mejor intentar cerrarlas antes de que continúen infectándose. ➤Este fanfic no sigue el canon de Vivzie. ➤Estará más basado en los relatos/hechos de la biblia. ➤Personajes posible...