Caín sale de su casa rápidamente, siguiendo un rastro familiar de energía, mira ente las personas que recorren la calle a esas horas. Cannibal Town es un lugar tranquilo de noche –La mayoría se aferra a dormir de noche- pero el primogénito vive algunas calles más allá, por lo que le toma un tiempo llegar afuera de la zona de caníbales.
Su expresión se anima cuando ve a la persona a dos cuadras, corta la distancia corriendo por las calles y llamando la atención de los pecadores que están por los alrededores.
Siente la ira en su interior cuando nota como dos de los demonios están acercándose demasiado a su padre, enviando una señal de advertencia a los conocidos vendedores de drogas –Y ocasionales asesinos si es que tienen la oportunidad-, estos voltean y al instante comprenden ese sentimiento de miedo que les llenó por dentro.
Se retiran rápidamente, cada uno por un lado diferente para que en caso de que si Caín se siente especialmente vengativo y de mal humor, no los pille a los dos al mismo tiempo.
Pero apenas les presta atención a los vendedores de drogas que escapan aterrados, su atención se centra en Adam quien al reconocerlo inmediatamente camina hacia él y lo envuelve en un fuerte abrazo que el más alto corresponde.
—¿Qué haces por aquí, padre?, el infierno es un lugar peligroso.
Adam le mira de aquella forma, como si fuese un niño intentando interpretar el papel de un adulto y Caín aparta la mirada avergonzado, provocando una pequeña risa del mayor.
—Una vuelta no hace mal, ¿Verdad? —Cuestiona, para aligerar el ambiente— Prometí que vendría por ti, ¿No?, no tengo intenciones de romper ninguna promesa más.
—¿Estás bien? —Pregunta el más alto, examinando con un rápido movimiento de ojos el estado físico de su padre— ¿No ocurrió nada?, ¡¿Él te hizo algo?!
Adam levanta la mano y le indica al menor que baje la voz, ya que el contrario estaba casi gritando en medio de la calle, y llamando la atención indeseada de varios pecadores oportunistas.
—No ha pasado nada.
Miente, sin una pizca de vacilación en su voz, lo que menos necesita es que Caín vaya hasta donde sea que se encuentre Lucifer y arme un escándalo, que por mucho que duela admitirlo, sabe que el rey del infierno ganaría.
No se hace ilusiones de que Lucifer haya sido golpeado por el rayo de la misericordia, por lo que prefiere mantener a Caín lejos del peligro que representa el rubio.
—Ven, vamos a mi casa —Le jala ligeramente de la ropa el de cabellos castaños— No me gusta estar afuera.
Y con un pequeño asentimiento, el líder de los exterminadores deja que su hijo lidere el camino, toma nota de no fijarse mucho en las calles –No confía en que Lucifer no intentará ese repugnante truco otra vez-, y suelta un ligero ruido de asombro cuando se detienen frente a una casa alargada.
Caín abre la puerta y suben unas largas escaleras hasta llegar a lo que sería el primer piso de la casa, Adam le dirige una breve mirada a las otras dos escaleras ubicadas en distintos lados de la morada y asume que eso llevaría a los dormitorios.
Se acerca a mirar algunos cuadros de pintura, cuatro de ellos destacan, representando las estaciones del año en la tierra.
—No sabía que te gusta el arte.
Caín quien está poniendo agua dentro de un hervidor, le da una breve mirada a los cuadros que Adam está viendo y se encoge de hombros, encendiendo el aparato para calentar el agua.
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But no flame burns forever || Lucifer x Adam
Fiksi PenggemarEl pasado no puede borrarse, pero si las heridas siguen abiertas, es mejor intentar cerrarlas antes de que continúen infectándose. ➤Este fanfic no sigue el canon de Vivzie. ➤Estará más basado en los relatos/hechos de la biblia. ➤Personajes posible...