Saitama, tras el enfrentamiento, dejó escapar un suspiro aparentemente despreocupado. Se acercó a Nezu, el director de la U.A., y le comentó con una calma característica:
"Fue interesante pelear contra la tipa conejo y el tipo de fuego.... Bueno, me dio hambre, así que voy a comprarme una hamburguesa".
Los profesores de la U.A. miraron al calvo con una mezcla de asombro y curiosidad. La actitud de Saitama, que trataba el enfrentamiento épico como algo rutinario, dejó a más de uno sin palabras. En contraste con la intensidad de la batalla que acababan de presenciar, Saitama actuaba como si lo que acababa de hacer no fuera nada fuera de lo común.
Nezu simplemente saludó a Saitama con la mano y le dijo con una sonrisa: "Buen provecho". Era evidente que Nezu reconocía la singularidad de este héroe de otro mundo, y quizás ya estaba considerando cómo podría encajar en los planes a largo plazo de la academia y del mundo de los héroes.
En la tranquila atmósfera de la enfermería de la U.A., Enji se despertó abruptamente. Lo último que recordaba era estar inmerso en una feroz batalla contra el misterioso calvo, y ahora se encontraba recostado en una cama. Un torrente de frustración inundó su mente al darse cuenta de que un hombre aparentemente ordinario, de aspecto simple y sin aparente esfuerzo, lo había derrotado tan fácilmente.
Mientras se incorporaba, Enji reflexionaba sobre la extraordinaria fuerza de su oponente. La sensación de derrota dejó una impresión duradera en su orgullo como el segundo héroe más fuerte de Japón. La pregunta persistente en su mente era cómo alguien tan común podía desafiar las expectativas y superar a los héroes más poderosos del país.
Sentado en la cama de la enfermería, Enji se sumió en reflexiones profundas. El recuerdo de su derrota ante Saitama, el misterioso calvo de otro mundo, seguía resonando en su mente. Era innegable que este individuo poseía un poder asombroso, y Enji se preguntaba si tal vez superaba incluso a All Might, el símbolo de la paz.
Mientras meditaba sobre estas cuestiones, un jabón impactó contra su cabeza. Sorprendido, Enji giró para identificar la fuente de este repentino ataque y se encontró con Mirko, la heroína con traje de conejo, recostada en su propia cama. Había compartido la experiencia de la derrota ante Saitama, y ahora ambos héroes se encontraban en la misma enfermería, tratando de procesar la inusual situación.
Enji , aún reflexionando sobre su derrota ante Saitama, rompió el silencio en la enfermería con un comentario cargado de frustración.
"Supongo que también te sorprende ser derrotada por un tipo que nadie conoce, ¿verdad?", dijo, buscando una conexión momentánea con Mirko, quien yacía en su cama cercana.
Mirko, con una expresión despreocupada, encogió los hombros.
"Entrenaré y le ganaré algún día. Así es la vida, te patean el trasero y te levantas", respondió con determinación, revelando su espíritu indomable incluso después de una derrota tan contundente.
Enji suspiró, reconociendo la verdad en las palabras de Mirko. La incógnita que representaba Saitama pesaba en sus pensamientos. No sabía quién era este individuo, pero había quedado claro que su fuerza trascendía las expectativas convencionales. La idea de vencer a alguien tan poderoso con simplemente entrenar parecía un desafío abrumador,
ESTÁS LEYENDO
Un calvo Símbolo de la Paz.
FanfictionSaitama no era el mejor orientándose, pero nunca imagino terminar en un lugar raro que no conocía para, con monstruos que son solo personas mutadas y héroes por todas partes, pero bueno, se tendrá que acostumbrar.